
Por Pablo Meriguet
238 migrantes venezolanos detenidos fueron trasladados de un centro de detención en Estados Unidos a una megacárcel en El Salvador. Los migrantes están acusados de pertenecer a la banda criminal llamada Tren de Aragua”.
Apelando a una ley del siglo XVIII, Trump decidió trasladar a estos venezolanos al país centroamericano, con el visto bueno de su presidente, Nayib Bukele. Los migrantes fueron deportados y encarcelados sin haber sido sentenciados ni en Estados Unidos ni en El Salvador y sin pruebas concretas de las supuestas actividades delictivas de las que se les acusa.
Familias ante la incertidumbre sobre el paradero de sus seres queridos
Durante varios días, las familias no tuvieron información sobre el paradero de sus seres queridos, muchos «desaparecieron» del localizador del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Y fue a través de insistentes consultas, identificando a sus seres queridos en los vídeos difundidos por Bukele y redes sociales que mostraban las deportaciones, o a través de informes de los medios de comunicación, cuando las familias pudieron averiguar que sus parientes habían formado parte del contingente de migrantes que fueron trasladados a El Salvador, encarcelados en el sistema penitenciario del país centroamericano y condenados sin juicio por formar parte de una banda de «invasores enemigos».
Inmediatamente, familiares de los detenidos en Venezuela y en Estados Unidos salieron a los medios para denunciar que sus parientes deportados no pertenecen al Tren de Aragua ni están involucrados en actividades delictivas. Muchos sostienen que las autoridades de inmigración de Estados Unidos los detuvieron y luego deportaron únicamente porque tienen tatuajes.
Los abogados declararon CNN que la historia entre los migrantes venezolanos deportados es la misma: «migrantes venezolanos detenidos en Estados Unidos, que desaparecen repentinamente del sistema federal estadounidense y dejan a familias y abogados buscándolos desesperadamente.»
Muchos de los familiares se enteraron de la noticia cuando la CBS difundió la lista de la Administración Trump de los que fueron enviados a la prisión de máxima seguridad de El Salvador. “Al aterrizar, los hombres deportados fueron conducidos a la fuerza fuera de los aviones por autoridades salvadoreñas fuertemente armadas. Fueron conducidos a vehículos blindados, les afeitaron la cabeza y los trasladaron a celdas dentro de la tristemente célebre prisión de máxima seguridad de El Salvador, conocida como CECOT”, informó la CBS.
Testimonios de familiares
Richard Alexander Duarte fue uno de los deportados a suelo salvadoreño. Su padre afirmó que «Estados Unidos engañó a mi hijo, ya que le dijeron que iba a ser deportado a Venezuela». Según su padre, Duarte recibió un permiso para trabajar en Estados Unidos después de que las autoridades comprobaran que no había cometido ningún delito en el pasado. Su padre afirma que Richard debía presentarse periódicamente ante las autoridades como parte de su permiso de trabajo. Durante una de estas presentaciones, fue detenido y encarcelado en El Paso, Texas, y luego llevado a El Salvador.
Otro de los enviados a dicho país centroamericano fue José Rubio, hijo de Milagros del Valle, quien relató la incertidumbre que ha vivido sus familia luego de la deportación a la que consideran injusta: “No sé nada de mi hijo desde el 14 de marzo. Pido a las autoridades que por favor me ayuden a recuperar a mi hijo. No es un delincuente. No tiene antecedentes penales. Trabajó hace dos años en Estados Unidos como obrero de la construcción”.
Por su parte, Carlos Cornejo, hermano de Firtzgeralth Cornejo, dice que su hermano fue detenido por sus tatuajes y no pudo pasar por todo el proceso judicial debidamente estipulado en las leyes de Estados Unidos porque fue deportado, «injustamente».
“No sabíamos nada de él desde el 15 de marzo, cuando nos hizo la última llamada diciendo que sería deportado a Venezuela, cosa que nunca ocurrió. Le esperamos, pero nunca llegó. Nos enteramos por las redes sociales y descubrimos que había llegado a El Salvador” explicó Cornejo.
El pueblo venezolano rechaza el trato a los migrantes
Asimismo, el gobierno chavista convocó el 18 de marzo a una gran movilización de ciudadanos venezolanos, para protestar por la deportación de sus compatriotas a El Salvador. Diosdado Cabello, secretario de Interior, convocó a todos aquellos que quisieran oponerse a «las políticas de la ultraderecha» a marchar desde la Plaza Morelos hasta San Francisco, en Caracas: “Invitamos a todos en familia. Vayan, reclamen por sus hijos, exijan que sus hijos sean devueltos a Venezuela. Que nadie maltrate a tus hijos, que nadie acuse a tus hijos sin juicio”, sostuvo.
En la movilización, los venezolanos escribieron los nombres de sus compatriotas detenidos en pancartas junto a lemas como «Libertad y Justicia». «Exigimos justicia para todos los venezolanos detenidos injustamente en El Salvador», decía un cartel que portaba una mujer en las calles de Caracas, mientras que otro declaraba: “Migrar no es un delito. Quiero que me devuelvan a mi hijo ya. Los venezolanos tenemos derecho a la libertad”.
Este martes 25 de marzo se celebró otra movilización pidiendo la liberación de los migrantes venezolanos.
Mientras tanto, cientos de venezolanos han comenzado a juntar firmas para exigir la liberación inmediata de los detenidos en El Salvador y su regreso a su país. Bajo el lema «Migrar no es delito», la campaña lanzada por los venezolanos y la organización «Dignidad Siempre» intenta presionar a las autoridades de Estados Unidos y El Salvador para recuperar a los deportados.
Venezuela denuncia «secuestro» de sus ciudadanos
En un comunicado oficial, el gobierno venezolano rechazó «categórica y contundentemente la proclama del gobierno de los Estados Unidos, que criminaliza infame e injustamente la migración venezolana, acto que evoca los episodios más oscuros de la historia… desde la esclavitud hasta el horror de los campos de concentración nazis». Además, la declaración afirma que la Ley del Extranjero Enemigo de 1798 es anacrónica y viola las leyes actuales de Estados Unidos, los derechos humanos y la carta de las Naciones Unidas, entre otras.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, aseguró que lo que ha ocurrido es un secuestro de venezolanos, ya que no existen razones legales ni pruebas para deportarlos de esa manera desde Estados Unidos a El Salvador. “Bukele tiene que explicarle al mundo por qué ser migrante venezolano es un delito… Deben rendir información, pero lo más importante: deben regresar inmediatamente. Estamos entregando nuestras firmas en apoyo a la exigencia del retorno de nuestros migrantes, en apoyo a los esfuerzos del Gobierno del presidente Nicolás Maduro para traerlos rápidamente a su patria”, manifestó Rodríguez.
Por su parte, Jorge Rodríguez, delegado de los diálogos de paz entre el Gobierno y la oposición dijo que Venezuela está lista para recibir a los migrantes enviados al país centroamericano y que el Ejecutivo está haciendo todas las gestiones necesarias para que esto ocurra. Afirmó además que lo que está ocurriendo es una clara violación a los derechos humanos de los migrantes y de los niños que han sido separados de sus padres. «Fueron sacados de sus casas o de sus lugares de trabajo o de las vías públicas e incluso fueron aprehendidos en las mismas oficinas de emigración donde habían asistido para manifestar su deseo de regresar a Venezuela o regularizar su situación», sostuvo.
Además, el alto funcionario hizo hincapié en la situación de algunas venezolanas que también fueron deportadas, “Es un vulgar secuestro y están sometiendo a trabajo esclavo a jóvenes inocentes ¿Cómo es posible que ocho jóvenes venezolanas hayan sido llevadas a El Salvador y estén recluidas en una cárcel de alta peligrosidad donde sólo hay hombres?”.
Reanudación de vuelos de deportados a Caracas
Finalmente, el Gobierno venezolano afirmó que ha contratado a «los mejores estudios de abogados de El Salvador» para lograr la liberación de sus compatriotas y defenderlos en el sistema penal salvadoreño.
«Venezuela está lista, tenemos todo listo para reanudar los vuelos para traer de regreso a todos los venezolanos que están en Estados Unidos, estamos esperando que se realicen las coordinaciones necesarias, advirtiendo mientras quien lo impide es el Departamento de Estado de Estados Unidos… No descansaremos hasta verlos aterrizar en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar», dijo Rodríguez.
Por el momento, los esfuerzos del Gobierno venezolano y la presión sobre la administración Trump permitieron la reanudación de los vuelos de deportados desde Estados Unidos a Venezuela. El 24 de marzo, un nuevo vuelo llevó a Caracas a casi 200 venezolanos deportados, lo que muestra cierta negociación entre Washington y Caracas, aunque aún no está claro el destino de los venezolanos detenidos en cárceles salvadoreñas.
Sin embargo, parece que la administración Trump no cederá; fuentes del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informaron a Univisión que varios venezolanos presuntamente vinculados al Tren de Aragua serán enviados a la Base Naval de Estados Unidos en Cuba.
Ante esta realidad, la jueza de Estados Unidos Patricia Millet dijo que el trato que se les está dando a los venezolanos es peor que el que se les dio a los nazis en la Segunda Guerra Mundial: “Había aviones cargados de gente. No había procedimientos para notificar a la gente. Los nazis recibieron mejor trato bajo la Ley de Extranjeros Enemigos de lo que ha ocurrido aquí”, expresó.