En un fallo unánime, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dio por finalizada una de las causas más controvertidas que involucraba a la líder social Milagro Sala.
Los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti rechazaron el recurso presentado por el exgobernador de Jujuy, Gerardo Morales, contra la decisión de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, que había sobreseído a Sala en la conocida “causa de los huevazos”.
De este modo, 15 años después de los hechos, el máximo tribunal puso fin a un proceso judicial que fue señalado como parte de una estrategia de persecución política contra la líder de la organización Tupac Amaru.
Un escrache convertido en persecución judicial
La causa se remonta al 16 de octubre de 2009, cuando Gerardo Morales fue agredido con huevazos durante una protesta mientras daba una conferencia en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Jujuy. Aunque Milagro Sala no participó en la actividad, el entonces senador radical la acusó de instigadora del escrache.
Dos años después, en 2011, se pidió la elevación a juicio de Ramón Gustavo Salvatierra y María Graciela López como coautores de daño agravado y amenazas, y se incluyó a Sala bajo la figura de instigadora.
En 2016, cuando Sala ya llevaba casi un año detenida, el Tribunal Oral Federal de Jujuy la condenó por supuesta instigación, basándose en testimonios cuestionados. Esa condena se convirtió en la primera dentro de una serie de causas que consolidaron lo que muchos denunciaron como una campaña de persecución política y judicial liderada por Morales.
Un año después, la Cámara de Casación integrada por Borinsky, Hornos y Gemignani agravó la carátula a “amenazas coactivas”. Cinco años después, nuevamente Casación anuló la condena sobre la dirigente social. Aquella decisión no fue aceptada por Gerardo Morales y presentó un nuevo recurso ante el máximo tribunal nacional.
Irregularidades en el proceso
El juicio estuvo plagado de irregularidades, pero una de las más graves fue la utilización de testimonios falsos como principal prueba para condenar a Sala. Según denuncias, uno de los testigos trabajaba directamente para Morales, mientras que el otro era su pareja.
El fallo de la Corte Suprema no solo pone fin a este proceso, sino que refuerza las críticas hacia la manipulación del sistema judicial en Jujuy bajo la gestión de Morales.
Un nuevo capítulo en la lucha por justicia
El sobreseimiento de Milagro Sala en esta causa representa un alivio parcial para la líder social, quien ha sido acusada en múltiples procesos judiciales desde su detención en enero de 2016. El desenlace también pone en evidencia las prácticas cuestionables que se utilizaron para criminalizar a referentes políticos y sociales opositores en Jujuy.
La resolución del máximo tribunal, aunque tardía, reivindica la inocencia de Sala en un caso emblemático que sintetiza el uso del aparato judicial como herramienta de persecución política.