La Cumbre OTAN 2023: Sin soltar Ucrania y mirando al Pacífico

En la ciudad lituana de Vilna, se volvió a juntar la Organización del Tratado del Atlántico Norte con Ucrania, Japón, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur como países invitados. 

Este martes y miércoles se encontraron de nuevo los 31 miembros de la OTAN, más los países invitados, algunos con intenciones de sumarse a la organización como Ucrania y otros con la de asociarse como fue el caso de los países asiáticos. 

El tema principal iba a ser Ucrania, pero también ocurrió un hecho muy importante, se trató el ingreso de Suecia a la Organización y esto provocó algunas tensiones entre los miembros, ya que los miembros de la OTAN deben firmar por unanimidad un protocolo de adhesión al tratado para que el país pase a formar parte de la organización.

El foco recayó en Turquía, que fue el país que vetó el ingreso en su momento de Finlandia (miembro más nuevo de la OTAN) y ahora ocurría lo mismo con Suecia. Desde el año pasado se iniciaron conversaciones entre los tres países conocido como Memorando a partir del que irían a tratar la membresía de Finlandia y Suecia como las condiciones que pedía Turquía. Para Finlandia el ingreso a la Alianza se dio muy rápidamente, pero para Suecia aún continúa pendiente y se perfila que se mantenga así. 

La semana pasada el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, se reunió con funcionarios de Suecia, Finlandia y Türkiye para establecer el diálogo de cara a la Cumbre centrada en la membresía de Suecia en la OTAN. Para el Secretario General, “las manifestaciones contra Turquía y contra la OTAN en Suecia tienen como objetivo bloquear la membresía de Suecia, interrumpir la cooperación antiterrorista y debilitar a la OTAN”.

Más allá de las idas y vueltas de las últimas semanas, finalmente Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, anunció que el ingreso de Suecia a la OTAN depende del ingreso efectivo de Turquía a la UE, una candidatura que está vetada por Grecia. Erdogan, reelecto recientemente, tal vez logre entrar a la Unión Europea (UE) pronto, luego de autorizar la entrada de Suecia y Finlandia a la OTAN, aprovechando el conflicto entre Ucrania y Rusia, sin romper sus pactos con China y EEUU. Un interesante movimiento geopolítico.  

Los objetivos de la OTAN: Rusia y China

Más allá de Suecia y Turquía, lo que se jugó en esta cumbre fue sostener la declaración de Madrid 2022, con una guerra recién empezada afirmaba: “Rusia debe detener inmediatamente esta guerra y retirarse de Ucrania” y además, “Bielorrusia debe poner fin a su complicidad en esta guerra”. Por otro lado, sostenía sobre Ucrania: “Nos solidarizamos plenamente con el gobierno y el pueblo de Ucrania en la heroica defensa de su país”. 

Sin embargo, en Vilna, no se vio esa solidaridad que mencionaban el año pasado hacia Volodimir Zelensky, por lo menos no de la manera que él esperaba que era sumándose a la OTAN de manera efectiva.  De hecho, el mandatario ucraniano expresó su frustración luego de la cumbre del martes y miércoles pasado, porque ni siquiera se trató la adhesión de Ucrania. De todas maneras, el resto de las autoridades le quisieron bajar el tono a la molestia. 

Stoltenberg, por ejemplo, tuiteó: “Gracias a Vilna por albergar nuestra histórica Cumbre de la OTAN. Acordamos fortalecer la disuasión y la defensa de #NATO, invertir más en defensa, acercar a Ucrania a la membresía de la OTAN y profundizar aún más nuestras asociaciones en todo el mundo. Estamos más unidos que nunca”.

 

Al otro día, Zelensky y Biden tuvieron una reunión, en el mismo tono que Stoltenberg: “Lo único que Zelensky entiende ahora es que si está o no en la OTAN ahora no es relevante mientras tenga los compromisos”, y en comparación agregó “cómo tratamos con Israel”.

En su documento oficial, entre todo lo que decía contra el Kremlin, desde la OTAN manifestaron: “buscamos la estabilidad y la previsibilidad en el área euroatlántica y entre la OTAN y Rusia. La OTAN no busca la confrontación y no representa una amenaza para Rusia”. Esto último es bastante discutible, ya que la organización se fue corriendo más hacia el Este rompiendo con los acuerdos establecidos y acercándose más a Rusia. 

Si bien se dedicaron bastante a destacar el rol de Rusia en la guerra, es cierto que también apuntaron contra China debido a una preocupación sobre su arsenal nuclear y la necesidad de “información transparente” a la cual poder acceder desde Occidente. Esto también es otra contradicción ya que los principales miembros de la OTAN tienen armamento nuclear y no se discute. 

Por otro lado, invitaron a Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur a un acuerdo de socios de la organización en el Pacífico, de defensa, tecnología y seguridad. Así como plantean aislar a Rusia, también buscan hacerlo con la República Popular de China. 

Hacia el final del documento, los países miembros sostienen: “la OTAN sigue siendo la Alianza más fuerte de la historia. Como en el pasado, resistiremos la prueba del tiempo salvaguardando la libertad y la seguridad de nuestros Aliados y contribuyendo a la paz y la seguridad”. En conclusión, sigue la misma lógica que las organizaciones multilaterales occidentales, que si no entran en las reglas que ellos proponen son los enemigos a derrotar o castigar.