El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) fue reconocido por el SCImago Institutions Ranking como la mejor institución gubernamental dedicada a la investigación de un total de setenta. Sin embargo, investigadores e investigadoras del organismo sostienen que sus salarios se encuentran en el peor nivel desde el 2002.
Por Erika Gimenez / Foto: CONICET-UNC
Durante el martes y miércoles, investigadorxs del CONICET realizaron una jornada de paro nacional para visibilizar la pérdida de poder adquisitivo. Muchos de ellos perciben sus salarios al borde de la línea de la pobreza. Desde investigadores, personal de apoyo técnico y personal administrativo, que fue el más afectado en este último periodo.
La paritaria está congelada desde el año pasado y si bien el desfinanciamiento es un problema de muchos años, es necesario que sea escuchado. “Perdimos 70% del salario real en los últimos 10 años y luego de paritarias a la baja y una caída brutal durante el macrismo, la paritaria 2019 fue de 28% en cuotas y no se aplicó una cláusula gatillo, por eso esa paritaria no está cerrada y hace más de un año que estamos con salarios congelados. En 2020 no hemos recibido ni un peso de recomposición. Las categorías más bajas de investigadores están debajo de la línea de pobreza. La situación salarial es crítica”, explicó para ARG, Emiliano Salvucci Dr. en Bioquímica e investigador del CONICET- UNC
Para entender esta problemática, hay que analizar la evolución del poder adquisitivo de investigadores que tienen al menos 12 años de preparación en su área. El sueldo representa el 50% de aquel de noviembre de 2015, como muestra la figura:
A comienzos del 2020 se abrió diálogo con autoridades e incluso con el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, donde prometieron continuar el diálogo en busca de alternativas.“Si bien tienden a reconocer los problemas que atraviesa nuestro sector, en lo presupuestario y en relación con las condiciones de trabajo y los salarios, por el momento no hay avances concretos”, destacó Victoria García, Investigadora y miembro de ATE CONICET.
La respuesta por parte del organismo fue el pago de un “subsidio extraordinario” de $5.000 por dos meses para investigadores y personal de apoyo, y otro de $3.000 por cinco meses para el personal administrativo. Frente a una caída salarial mayor al 50% en los últimos años, esta ha sido la única respuesta de CONICET, que no responde a lo demandado y es meramente coyuntural.
Otras dificultades laborales:
A los bajos salarios, se suma el impacto del dólar en la compra de insumos para continuar investigaciones. Para realizar viajes de capacitación o intercambio, suelen buscar otro tipo de financiamiento.
Victoria García es doctora en Letras e investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y contó a ARG su experiencia en la actualidad:
“Se me presentan dificultades en relación con los materiales de trabajo. En todas las áreas de investigación se plantea la necesidad de acceder a bibliografía producida en otros países, que se comercializa en dólares, y los recursos para adquirirla resultan insuficientes”
Por otra parte, Patricio Santagapita investigador del CONICET y docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA explicó que “el contexto actual arrastra deficiencias a la hora de acceder a la financiación, a la ejecución de proyectos. Entre que el proyecto se presenta, se aprueba y financia pasan más de 2 años, a la enorme diferencia de costos en insumos y equipos importados, que son entre 2 y 3 veces más caros que si se compra en el exterior. Además el monto exiguo en dólares de los proyectos, la devaluación cambiaria y que mayoritariamente no existen las actualizaciones”.
Jorge Montanari, investigador adjunto, trabaja en nanotecnología aplicada a la medicina. En exclusiva para ARG, menciona: “En marzo [de este año] me dieron un subsidio que me tendrían que haber pagado en 2016, cuatro años en los que el monto no se actualizó y era en pesos. Lo que en un momento me representaba una capacidad de compra importante para equipamiento, hoy no me sirve para nada aunque me lo dieron porque el precio internacional varió mucho”.
Santagapita y Montanari coinciden en que la caída general en Ciencia y Tecnología se dio en los últimos cinco años, y que en este contexto de pandemia mundial, el panorama es mucho más complejo. Para finales de este año sólo esperan que la caída del financiamiento no sea mucho mayor. Hubo pequeñas mejoras en la institución, sin embargo es necesaria una ciencia de calidad, las respuestas deben ser urgentes.
Sobre el cambio de gestión, Victoria García hizo una aclaración “Han existido mejoras significativas luego del cambio de gobierno, como el aumento de los salarios de becarixs y el incremento de vacantes para el ingreso a la carrera de investigación”.
Los trabajos de investigación, de docencia continúan: “Es importante resaltar que en todo este contexto, las actividades de investigación posibles (no presenciales) así como las docentes nunca han cesado; es más: hemos redoblado esfuerzos para que nadie pierda el año académico buscando nuevas estrategias, continuado con la escritura de proyectos, artículos, evaluaciones y revisiones”, destacó Patricio Santagapita.
Investigación en tiempos de COVID-19
La creación de @coronaconsultas en Twitter comenzó contestando preguntas de distinta índole. Es administrada por médicxs, bioquímicxs, biólogxs, y colaboran especialistas en virología, inmunología, entre otrxs profesionales.
La cuenta fue una propuesta del científico y divulgador Fabricio Ballarini. Este proyecto, del que también forma parte Patricio Santagapita, sigue funcionando y actualmente las publicaciones son sobre los avances en las distintas vacunas, sus secuelas y controles, y sobre los datos actualizados día a día de contagios y muertes.
Además Santagapita participa del desarrollo de un kit de diagnóstico a través de una asistencia técnica y un convenio específico con una empresa, basado en su experiencia en estabilización y encapsulación de biomoléculas.
Entre los aportes del CONICET también están el barbijo Atom Protect, los estudios del suero hiperinmune, los kits de detección rápida. Todos ellos fueron realizados en un contexto en que se esperaba una respuesta científica para tanta incertidumbre.
Las consecuencias de las políticas neoliberales se agudizaron en la pandemia y en el campo investigación el golpe es fuerte, pese a todo, hay un compromiso con el conocimiento como herramienta para la sociedad. Hasta los reconocimientos son importantes, pero no alcanza.