Las nuevas normas de asilo para los desplazados de Latinoamérica

Estados Unidos puso fin a la orden ejecutiva conocida como título 42 y estableció nuevos requisitos para las solicitudes de asilo, mientras en México el gobierno busca vaciar las fronteras trasladando solicitantes hacia el interior del país.

El último 12 de mayo Estados Unidos puso fin a la política migratoria conocida como Título 42, a través de la cual se le permitía a funcionarios estadounidenses devolver personas al lado mexicano de la frontera sin audiencia previa. El título 42 fue una medida sanitaria aprobada durante la pandemia de covid19 bajo la Ley de Servicios de Salud Pública. 

La decisión de Biden de levantar las declaraciones de emergencia relacionadas con Covid, hizo que el pretexto para el Título 42 desapareciera. Sin embargo, en lugar de volver al statu quo anterior a la pandemia, el fin del Título 42 ha dado paso a un laberíntico conjunto de nuevas normativas.

La norma que lo reemplaza lleva como nombre Título 8, la cual entró en vigor luego de la baja de la medida sanitaria. La misma establece que son inelegibles para asilo quienes lleguen a la frontera sin cita previa y sin permiso de asilo de un tercer país. Si bien los mexicanos no lo necesitan, aquellas personas de otras nacionalidades que llegan a México para pedir asilo en Estados Unidos, deben hacer lo propio en el país latinoamericano, sin lo cual se les negará el pedido en suelo estadounidense. 

A su vez, aquellas personas que no cumplan con estos requisitos deberán esperar 5 años para pedir una nueva solicitud. “Nuestro enfoque general es construir vías legales para que las personas vengan a los Estados Unidos e imponer consecuencias más duras a quienes opten por no utilizar esas vías”, dijo en una conferencia de prensa el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas. 

“Estamos dejando muy en claro que nuestra frontera no está abierta, que cruzar irregularmente es ilegal y que aquellos que no son elegibles para el asilo serán devueltos rápidamente. No escuches las mentiras de los contrabandistas. Esto es lo que te pasará: serás devuelto”, enfatizó Mayorkas.

Para realizar la solicitud de asilo, ahora los migrantes deberán pedir una cita con la autoridad migratoria a través del sistema CBP One, que otorga mil turnos por día. Cualquiera que se considere no apto para el asilo está ahora sujeto a expulsión acelerada, un proceso que permite deportar a las personas sin tener que comparecer ante un juez de inmigración.

“Va a ser caótico durante un tiempo”, dijo Biden dos días antes de que finalizara el Título 42. Sin embargo, los funcionarios de inmigración destacados en la frontera se encontraron con una media de 4.400 inmigrantes al día durante la primera semana tras la supresión del Título 42, una cifra muy inferior a las previsiones de la administración, que apuntaban a un máximo de 14.000 inmigrantes al día.

El flujo relativamente bajo en la frontera se debe a una medida específica adoptada por el gobierno mexicano, que ha comenzado a trasladar a los migrantes de las ciudades fronterizas en el norte y el sur del país a otros lugares del interior para aliviar la presión.

Según informó Associated Press, hubo vuelos de las ciudades norteñas de Piedras Negras, Reynosa y Matamoros. También traslados en autobuses desde Tapachula, en la frontera con Guatemala, hacia la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, 400 kilómetros hacia el interior.

La noche del viernes, el Instituto Nacional de Migración (INM) estaba ofreciendo a los inmigrantes acampados en el centro de la capital, la mayoría de ellos haitianos, traslados vía aérea a Huixtla, una localidad muy cercana a Tapachula, para alojarlos allá y agilizar la entrega de documentos, dijo a la prensa Alma Rubí Pérez, delegada del INM en Ciudad de México.

Sin embargo, los documentos que está ofreciendo ahora México con mayor rapidez ya no son los que permitían el tránsito de forma temporal sino órdenes de expulsión. Muchas de las personas trasladadas hacia localidades del interior reciben “oficios de salida”, documentos que son “invitaciones a salir del país” que complican la posibilidad de pedir protección internacional.

Otros no reciben ni eso. “Migración en ningún momento nos dio ningún documento, todo fue un engaño”, dijo a AP a través de mensajes el venezolano Juan Camilo Mena, quien se subió a uno de esos autobuses esta semana. Según el migrante, al llegar a Tuxtla les dijeron que siguieran su camino por su cuenta. “La verdad no sabemos qué hacer».

Para el ex titular del INM Tonatiuh Guillén, con tanta gente movilizándose “los grandes ganadores son los traficantes de personas”, que controlan los cruces clandestinos y pueden extorsionar o secuestrar. En las últimas semanas el propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha confirmado secuestros masivos de migrantes en centro-norte del país, grupos de 50 ó 100 migrantes de los que se tuvo noticia porque hubo una denuncia. Pero la cantidad puede ser mucho mayor.