Trabajadores del Instituto Nacional Agricultura Familiar Campesina Indígena (INAFCI), están reclamando por sus puestos de trabajo. Estos son profesionales que hacen acompañamiento de comunidades de agricultores, campesinos y pueblos originarios a lo largo de las 23 provincias del país.
Las familias agricultoras que están arraigadas a su tierra, necesitan de estos técnicos para acceder a los derechos estatales porque en los pequeños parajes y pueblos no hay oficinas para hacer trámites. Las tareas que realizaban los trabajadores de terreno del organismo abarcaban desde trámites de RENAPER, monotributo y AFIP, hasta el asesoramiento técnico de las chacras o campos de productores pequeños.
Eliana Negrete trabajadora del INAFCI para ARG medios relató las funciones del organismo atacado por la motosierra: “Tiene la tarea de llevar políticas públicas para todo el sector de la agricultura familiar que básicamente produce los alimentos que consumimos en diferentes puntos del país. El Instituto fue desmantelado el año pasado en marzo y despedidos 900 trabajadores, quedando reducido este organismo a una dirección con menos de 100 trabajadores. Con el decreto se anuncia el cierre definitivo.”
En su testimonio dijo además, que están peleando por sus puestos de trabajo, porque detrás de cada puesto hay familias que viven de un salario. También pelean para que no se quiten derechos al sector con el que trabajan para poder seguir llegando a esas comunidades con la asistencia técnica, organizativa de acceso a la tierra y todas las tareas que hacen y quieren seguir haciendo.

Cuando no hay políticas para cuidar la producción de alimentos de cercanía, generalmente los productores terminan migrando a los cinturones de pobreza de pueblos y ciudades. El cierre del INAFCI es equivalente a transferir los recursos de los pequeños agricultores que hacen las carnes y verduras frescas a los grandes emporios alimenticios. Estás empresas de supermercados concentran toda la cadena de producción alimentaria. Tienen latifundios, plantas procesadoras, logística para transportar y grandes almacenes para vender. Esto hace que aumenten los precios de los productos en góndola por tener el monopolio de lo que comemos.
Desde la semana pasada los trabajadores del INAFCI están en pie de batalla. En un comunicado el gremio que los nuclea, ATE denunciaron: “Decimos no al desmantelamiento de la única política federal para la agricultura familiar responsable de la producción de los alimentos para todas y todos los argentinos. ” El sindicato, alerta que la soberanía alimentaria y la protección de la biodiversidad de nuestra tierra está en peligro. Tras décadas de precarización y lucha por el derecho a la estabilidad laboral, las y los trabajadores del INAFCI siguen firmes en lucha por la reincorporación de todos los despedidos.
Por la tarde del 15 de julio en el auditorio de ATE Nacional, presentaron el documental “Con nuestra gente” realizado por Miguel Mirra y Susana Moreira.
En el mismo, muestran los distintos lugares de Argentina donde se observa el trabajo mancomunado de productores y técnicos. Eliana trabajadora despedida comentaba para este medio: “Hoy presentamos un documental que recoge toda nuestra historia de lucha y todo nuestro compromiso con el sector donde todos los trabajadores damos testimonios en cada punto del país de cuáles son nuestras tareas junto con la agricultura familiar.” El miércoles 16 de julio durante la mañana continuaron el plan de lucha con una radio abierta en las puertas de la Secretaría de Agricultura de la Nación. Luego marcharon con las y los jubilados al Congreso de la Nación.
Como dicen los trabajadores del sector: “Nuestro trabajo son los derechos de la agricultura familiar campesina e indigena. No al cierre del Instituto. ¡Reincorporación ya!










