Este sistema de tecnología del fuera de juego semiautomatizado lleva las siglas SAOT y funciona a través de inteligencia artificial y sistemas de monitoreo constantes durante todo el tiempo del partido, esté o no la pelota en juego.
Lo primero a saber es que la pelota, llamada Al Rihla, llevará dentro un sensor de medición inercial que enviará un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de video (VAR). El jefe arbitral de la FIFA y ex árbitro Perluigi Collina han destacado en una entrevista con el canal oficial de la máxima entidad internacional de fútbol, que la importancia de este sensor radica en que se podrá detectar el momento del golpe al balón con la mayor de las precisiones.
Esta unidad de medición Inercial (IMU) no será la única importante, ya que debajo de los techos de los estadios o en los puntos más altos de las gradas de los estadios mundialistas se conectarán 12 cámaras dedicadas especialmente a seguir la acción de todos los hombres de campo y la pelota.
Pero no solo eso, cada jugador será detectado en 29 puntos distintos de su cuerpo, lo que permitirá que la inteligencia artificial que envía la alerta al VAR lo haga después de constatar la posición de todos los lugares del cuerpo con los que se puede hacer un gol lícito.
Debemos remarcar que la información de todos los jugadores se envía 50 veces por segundo, con el fin de sumar la detección exacta de la posición del jugador al momento justo del golpe de la pelota, lo cual permite marcar sin fallas la posición previa a una jugada terminada en gol.
¿Cómo culmina el proceso? Los árbitros al mando del VAR reciben la alerta enviada por la Inteligencia Artificial (IA), y la constatan de forma manual. En caso de que la alerta sea correcta, se lo comunicará al árbitro y este no deberá ir al monitor a verificar la acción, sino que podrá anular el gol o la jugada de manera instantánea.
Sobre esto, Collina destacó: “Se llama semiautomático porque la decisión final la toma el VAR”, y al mismo tiempo manifestó que lo que se busca es reducir el tiempo de la sanción final, ya que admitió que “muchas veces se toma mucho tiempo”.
¿Será Qatar el primer lugar de prueba? No, este sistema ya se ha utilizado en dos competencias FIFA: en el mundial de clubes 2021 y la Copa Arabe de Naciones. Mientras tanto, la UEFA lo ha implementado en la última Supercopa de Europa y ha oficializado que también se empleará en la próxima Champions, de la cual la fase de grupos se juega antes del inicio del certamen mundialista.
Hay un ejemplo que nos permite tener esperanzas en que la utilización de esta herramienta de verdad favorezca a agilizar el juego, algo que hemos perdido con la mala implementación del VAR.
En la semifinal del Mundial de Clubes 2021, el Palmeiras se enfrentó a Al-Ahly. A los ´71 el equipo de El Cairo descontó en el marcador poniendo el 2 a 1, y si bien el árbitro convalidó el gol, rápidamente el VAR le aviso –en menos de un minuto- que el delantero Sherif estaba en posición ilícita. No era un offside difícil, pero lo que se destaca es la rapidez de la resolución.
El offside semiautomatizado parece ser una buena herramienta, sobre todo teniendo en cuenta que tanto los presentes en el estadio como los telespectadores podrán ver en vivo el por qué de la decisión. Así lo explicó el ex árbitro: “Los mismos puntos de datos que se usaron para determinar la posición, generarán una imagen 3D que se mostrará en los televisores y estadios”. Este es un aspecto central teniendo en cuenta que muchas veces el hincha o espectador, sobre todo el presente en la cancha, se queda sin saber qué ha pasado exactamente cuando el VAR interviene.
Esta nueva tecnología viene a renovar el VAR, sobre todo en velocidad a la hora de tomar decisiones, pero aun así hay aspectos que deberían revisarse. La pregunta ahora es, ¿Cuándo un offside verdaderamente saca posición ventajosa con respecto al último hombre?
A instancias del VAR se han cobrado fueras de juego milimétrico que no representan una ventaja. Sn dudas, si esto ocurre en un mundial, sería un acto que solo generaría más desconfianza en la herramienta que vino a intentar hacer más justo el fútbol.
Sería interesante que FIFA tome la misma iniciativa que la Asociación Inglesa de Fútbol (FA), que decidió no cobrar más offside milimétricos. Desde la corriente Premier League, y demás competiciones inglesas, la FA optó por medir el VAR con dos líneas de mayor grosor, ya que se venían utilizando marcas de un pixel de ancho. Una línea es para el último defensor y otra para el atacante, y en caso de que estas se toquen o se superpongan en lo más mínimo, se considera que el jugador está habilitado.
Esto cambiaría lo que, por ejemplo, fue el offside que se le cobró al “Pulpo” González en los octavos de final entre Boca Juniors y Atlético Mineiro, de la anterior edición de la Copa Libertadores. La posición adelantada fue marcada por la rótula del jugador Boca, la cual no genera una ventaja real. De alguna forma, cobrar este tipo de acciones va en contra del dinamismo propio de este deporte.
Ya son muchos los que consideran que el offside que solo puede ser cobrado por la congelación de una imagen y dos líneas milimétricas no debería pitarse, porque desnaturaliza al fútbol.
Esto es una cuestión que la FIFA debería trabajar y unificar criterios de cara al próximo mundial.