El miércoles 30 de abril, el capitán del buque de carga de girasol, MV Ceci, encontró una serie de bultos en las cámaras frigoríficas de su barco. El navío de las islas Marshall tenía escondida media tonelada de cocaína en su interior. Por este ilícito detuvieron a 20 tripulantes filipinos. El cocinero del barco, de apellido Caputero, se puso a disposición de los tribunales federales rosarinos como “arrepentido”. En su declaraciones reveló que: “se contactó conmigo un grupo que me aseguró que hacían este tipo de operación varias veces por mes.” Aparentemente el destino de la carga era Amsterdam. El barco había recalado en Irán.
El hallazgo de narcóticos en un barco amarrado en el puerto de Vicentin ya no es ninguna novedad. La cuestión de fondo es que la empresa, hacía dos semanas no estaba trabajando, con lo cual las autoridades de la agroexportadora tendrán que explicar por qué estaba operativo ese puerto. Entre otras cosas este es el quinto hallazgo de un cargamento de droga sobre un transatlántico que recaló en el muelle de Vicentin Inc.
Dicha empresa tiene dos terminales en el departamento San Lorenzo y uno más en la ciudad de Rosario, porque todavía hoy el puerto de containers de la ciudad sigue en manos de Vicentin. “El cálculo es que salieron por el puerto de Vicentin, 5 cargamentos en menos de seis años, por más de 4 toneladas de cocaína. Todos estos casos fueron descubiertos en otros lugares del mundo y no acá. Este es el negocio de verdad, 500 kilos no son lo que les incautan a los pibes en los distintos barrios de Rosario o en la ciudad de Santa Fe. Porque los que manejan el narcotráfico de verdad son las grandes empresas portuarias.” Dijo para ARG medios Carlos Del Frade.
El circo de Patricia Bullrich, diciendo que la detección fue por su política de seguridad; y del gobernador Pullaro haciendo silencio absoluto, en el inicio de las sesiones ordinarias, sobre este gran problema que tiene la provincia, es muy preocupante.
El diputado apunta a la magnitud de dinero que circula por los puertos Santafesinos: “Estamos hablando del negocio más grande de América del Sur. Producto del 75% de las exportaciones argentinas, de las cuales el 40% se producen en la Provincia de Santa Fe.”
La dimensión internacional de esta problemática viene dada por la extranjerización de la riqueza y la concentración económica. A su vez la destrucción social de cada una de las personas a través de convertir a la juventud en consumidores consumidos, o soldaditos. El poder político manifiesta lo que quiere Estados Unidos para sus colonias en este contexto.
“Esto revela los intereses de la embajada norteamericana porque con la excusa del combate o guerra contra las drogas convierten a las fuerzas armadas en policías nacionales. Esto ocurrió en Colombia, México, Brasil, Ecuador, Perú, con miles de personas pobres encerradas en cárceles o muertas y el narcotráfico fluyendo.” Con los ejércitos corrompidos volviéndose, grandes carteles a disposición de la DEA aquello que inventó Nixon en la década del 70.
Desde el gobierno de Macri con Bullrich de ministra de Seguridad hasta la fecha, se han barrido todos los controles aduaneros. Para cualquier empresa del complejo oleaginoso los requisitos para la exportación e importación es muy sencillo, se hace a través de declaración jurada por parte de las empresas, no se pesa la carga y desde el 2018 se dejó de escanear los contenedores.
Prefectura, Aduana, SENASA , Subsecretaría de Vías Navegables, Administración General de Puertos, AFIP y la Policía Federal Argentina no tienen control de esos barcos. Así, trigo, maíz, soja y demás subproductos son embarcados a granel o industrializados en las plantas de Renova, Cargill, Bunge, Dreyfus, Teopfer, Vicentín, Nidera, Aczo Nobel, Noble S.A. sin control alguno.
Como corolario el anuncio del blanqueo de dólares y el uso sin declarar de la divisa convertirán a la economía argentina, en un lavadero a cielo abierto del dinero de estos negocios ilegales. De hecho, hay una cotización del dólar específica en algunas cuevas del microcentro rosarino para la divisa ilegal. Según Del Frade “El dólar banana se le llama a todo aquello que manejan los tipos vinculados al lavado de dinero de las organizaciones que hacen narcomenudeo, la de Rodríguez Granthon, Los Monos y la de Esteban Alvarado.”