¿Qué hay detrás de la visita de Milei a la Antártida?

El primer despojo de recursos comenzó en la Antártida; la entrada de la OIEA al continente, dos helicópteros para operaciones antárticas regalados a Ucrania, y el intercambio de información científica. Cómo se regala el pedazo blanco más importante del planeta.

Hace unos días, el presidente Javier Milei, viajó a la Antártida para el lanzamiento oficial de la Iniciativa “NUTEC Plásticos”, el programa que tiene su origen en la iniciativa “Nutec Plastics“, un proyecto de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) para el estudio y control de la contaminación marina por plásticos mediante la utilización de tecnología nuclear. Es la primera vez que este organismo realiza una actividad en el continente antártico.

En 2013 se registraron los primeros indicios de contaminantes derivados del plástico presentes en sedimentos de aguas profundas del océano antártico. La implementación del programa implica capacitaciones de recursos humanos y donación de equipos, que permitirán evaluar con mayor exactitud la contaminación marina debida a los microplásticos, así como su eventual tratamiento y reutilización

Dentro de esta acción en conjunta, también se llevará adelante el programa “Rayos de Esperanza”, para el fortalecimiento del acceso a la medicina nuclear.

Pero, como dice Chano; “por un lado te da y por el otro te quita”. Hace unas semanas, el presidente Milei autorizó la donación de dos helicópteros a la Fuerza Aérea Ucraniana que tienen un valor aproximado de 20 millones de dólares cada uno.

Se trata de dos Mi-171E de fabricación rusa que fueron adquiridos en 2011 para misiones de transporte, búsqueda y rescate (SAR) y operaciones antárticas. Uno de ellos ya fue derribado en la guerra contra Rusia.

Dime con quien te juntas (y con quien no) y te diré quién eres

El Presidente llegó cerca del mediodía a la base Marambio a bordo de un Hércules C-130, acompañado de la canciller Diana Mondino; los ministros de Defensa, Luis Petri; de Interior, Guillermo Francos; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el director general del OIEA, Rafael Grossi. Paradójicamente, no hubo representantes del Gobierno en materia de Ambiente, ministerio que fue disuelto y ahora tiene el grado de secretaría.

Ir a territorio Antártico para Milei no es azaroso. En el balotaje, el 90% de los votos de ahí fueron para el mandatario, quien realizó una visita por el destacamento de Esperanza, el emplazamiento más poblado que tiene Argentina en la Antártida y donde se encuentra la única escuela del continente, la Escuela Provincial N°38, la cual el presidente fue a visitar. Además, recorrió las instalaciones de la base y se reunió con personal científico y operativo de la estación para dar inicio a las actividades de cooperación entre la Argentina y el OIEA.

Milei en la Escuela Provincial N°38

Argentina es “el exportador nuclear del sur”, según la OIEA, y se encuentra entre los 10 países líderes en desarrollo, producción e investigación en energía nuclear.

El país es responsable del 5% de la producción mundial de radioisótopos, un átomo elemental para producir energía nuclear. Además de producir reactores de investigación en Egipto, Australia, Países Bajos, Brasil, Perú y Argelia. O combustible nuclear (pastillas de uranio) que solo producen 11 países en el mundo.

Argentina cuenta con tres centrales nucleares; Atucha I en la localidad de Lima, partido de Zárate. El Embalse, en Córdoba y la más reciente, Atucha II en el mismo predio que la primera central nuclear.

En el 2014 se firmó un acuerdo con China para la construcción de una nueva central nuclear, y la extensión de Atucha I. A pesar de ser ratificado por el Congreso Nacional como la Ley 27.122, nunca se llevó a cabo. Las causas estarían sujetas a tensiones geopolíticas; el que financia tiene derecho a exigir.

Entonces ¿Quién financia? Argentina nunca definió un solo aliado, sino más bien siempre coqueteó tanto con China como con Estados Unidos. Con el gobierno de Milei no caben dudas. El líder de la libertad Avanza le dio la espalda al gobierno chino y se muestra cada vez más cercano a Estados Unidos y sus aliados. Esta no fue una excepción.

“Pase a mi casa, forastero”

“Mediante acuerdos de cooperación internacional buscamos potenciar nuestras capacidades para poder brindar información científica de calidad para la toma de decisiones en el marco del Tratado Antártico”, afirmó el mandatario para los medios el día de la aventura.

¿Cuáles son los beneficios “indirectos” que obtienen los países que están detrás de este acuerdo?

En principio, el Tratado Antártico cuenta con Partes Consultivas desde 1961 que son aquellas que tienen voz y voto frente a decisiones que se tomen en el continente. Son Partes Consultivas, aquellas que hayan demostrado un interés en la Antártida a través de la conducción de investigación científica importante ya sea mediante la apertura de una Base o mediante la ejecución de una expedición a la Antártida.

El Tratado tiene hoy 54 Partes, (29 son Partes Consultivas, el resto son adherentes), las cuales se reúnen anualmente para tomar las decisiones necesarias para asegurar su adecuada implementación.

En segunda instancia, el objetivo tiene que ver con “poder brindar información científica de calidad”, algo que se hizo en el polémico acuerdo Foradori-Duncan durante el gobierno de Mauricio Macri, en donde el canciller argentino fue inculpado por haberlo firmado en “condiciones de ebriedad”, tal como él lo admitió.

Durante su vigencia hasta el 2 de marzo del 2023, el Acuerdo tenía como objetivo “levantar todos los obstáculos que impidan el desarrollo económico y sustentable en las Malvinas en lo referente a pesca, comercio e hidrocarburo”.

“Durante los tres años que funcionó el acuerdo, se apropiaron de toda la información científica e ictícola del Atlántico Sur que recopiló nuestro país durante más de 40 años a través del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP)”, contó para ARG Hugo Robert, ex combatiente e integrante del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata (CECIM)

“Argentina se levanta todos los días con un 20% de su territorio ocupado”, dijo el ex combatiente del CECIM. “Las causas de su usurpación siempre estuvieron planificadas y giran en torno al manejo de los recursos naturales”, agregó.

¿La Antártida -que cada vez es menos nuestra- corre peligro? ¿Cuáles son las consecuencias de perder un territorio al que todo el mundo le puso los ojos encima?