Un informe de la “Sala de Situación de la Dirección General de Inteligencia Criminal de la Policía Federal” advierte sobre un creciente malestar en las fuerzas de seguridad federales, particularmente en Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, debido a la falta de mejoras salariales.
El documento señala que efectivos de Gendarmería organizan concentraciones para el lunes 10 a las 9 de la mañana en puntos estratégicos como el Edificio Centinela en Buenos Aires, el Monumento a la Bandera en Rosario, la Plaza San Martín en Jesús María (Córdoba), la Plaza Belgrano en San Salvador de Jujuy y la Plaza San Martín en Tartagal (Salta).
El conflicto se origina en la decisión de Bullrich de desplegar gendarmes en ciudades como Rosario, Buenos Aires y Córdoba, lejos de sus destinos habituales en zonas de frontera. La permanencia prolongada en estos lugares obliga a los efectivos a alquilar viviendas con costos que oscilan entre 250.000 y 500.000 pesos, mientras que un gendarme con 15 años de servicio percibe sueldos de aproximadamente 800.000 pesos, lo que no les permite cubrir sus necesidades básicas.
Según los efectivos, en 2024 solo recibieron un aumento salarial del 3%, y el último Boletín Oficial de diciembre estableció subas mínimas, como la de un cabo primero, que pasó de 778.238 a 786.020 pesos, apenas un 1% más.
El informe de inteligencia también menciona la existencia de un grupo de WhatsApp con 751 integrantes, en el que los efectivos coordinan las manifestaciones. En los mensajes internos, los gendarmes cuestionan que, mientras Bullrich les brinda respaldo político, no atiende sus reclamos salariales.
Además, denuncian que la ministra los traslada con frecuencia para intervenir en protestas en la Ciudad de Buenos Aires, aunque la fuerza no tiene jurisdicción en ese territorio salvo en edificios federales como el Congreso, Casa Rosada y la Catedral Metropolitana.
Por su parte, la Policía de Seguridad Aeroportuaria enfrenta una situación distinta, concentrada en Río Grande, Tierra del Fuego. Allí, los efectivos reclaman por el pago de horas nocturnas, falta de vacaciones, hostigamiento laboral y problemas de salud derivados de la carga horaria. Según el informe, al menos diez agentes han solicitado licencias médicas por razones psicológicas.
El documento ha causado malestar entre los gendarmes, quienes critican que la Policía Federal utilice su estructura de inteligencia, históricamente conocida como “Los Plumas” por su afán de redactar informes, para espiar a otras fuerzas de seguridad en lugar de atender sus propios conflictos internos.