Cuba debe ser eliminada de la lista de “Estados terroristas” de EEUU

La designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo por parte de Estados Unidos perjudica profundamente la capacidad del gobierno cubano y de su pueblo para llevar a cabo las funciones básicas de la vida. Joe Biden puede eliminar esta designación de un plumazo

Estados Unidos mantiene una lista de países que considera "patrocinadores estatales del terrorismo". Actualmente hay cuatro países en esa lista: Cuba, Corea del Norte, Irán y Siria.

Este artículo fue producido por Gobletrotter. y publicado originalmente en People Dispatch.

Estados Unidos mantiene una lista de países que considera “patrocinadores estatales del terrorismo”. Actualmente hay cuatro países en esa lista: Cuba, Corea del Norte, Irán y Siria. La idea básica de esta lista es que el Departamento de Estado de EE.UU. determina que estos países han “prestado apoyo a actos de terrorismo internacional”. Las pruebas sobre esos “actos” no son aportadas por el gobierno estadounidense.
En el caso de Cuba, no hay ni una sola prueba de que el gobierno haya ofrecido tal apoyo a actividades terroristas, de hecho, Cuba ha sido -desde 1959- víctima de actos de terrorismo por parte de Estados Unidos, incluyendo un intento de invasión en 1961 (Bahía de Cochinos) y repetidos intentos de asesinato contra sus líderes (638 veces contra Fidel Castro).

Cuba, más que exportar armas a todo el mundo, tiene una larga historia de internacionalismo médico, con médicos y medicinas cubanas que se ven desde Pakistán hasta Perú. De hecho, existe una campaña internacional para que los médicos cubanos ganen el Premio Nobel de la Paz. ¿Por qué un país que inunda el mundo con asistencia sanitaria es señalado como Estado patrocinador del terrorismo?

Estados Unidos ha llevado a cabo un bloqueo contra Cuba desde 1959, convirtiéndolo en el más largo de la historia.

La venganza de Washington

Cuba no figuraba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo desde 2015, cuando el presidente Barack Obama retiró a Cuba de esa lista (fue añadida por primera vez a la lista en 1982 por el presidente Ronald Reagan). En su última semana en el cargo, y días antes de la toma de posesión de Joe Biden para sustituirle, el expresidente Donald Trump volvió a incluir a Cuba en la lista el 12 de enero de 2021.

Los comentarios del entonces Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, proporcionan una extraña justificación para esta acción: a pesar de que Cuba fue retirada de la lista en 2015, cinco años antes, Pompeo dijo que “Durante décadas, el gobierno cubano ha alimentado, alojado y proporcionado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores”.

La frase “durante décadas” sugiere que la administración Trump se remontó más allá de 2015, no evaluando la situación en Cuba durante los cinco años desde que fue eliminada de la lista, sino refiriéndose a una época anterior a la acción de Obama. No había ninguna evidencia nueva de que algo hubiera cambiado desde 2015, lo que demostraba que las acciones de Trump eran puramente políticas (para ganarse el favor del ala dura de la derecha que sigue queriendo llevar a cabo un cambio de régimen en Cuba y para anular todas las políticas de Obama posibles).

Estados Unidos ha llevado a cabo un bloqueo contra Cuba desde 1959, cuando la Revolución Cubana comenzó un proceso para transformar el país que estaba gobernado por gánsteres (incluyendo la mafia estadounidense) en un país que atendiera las necesidades de su pueblo. La revolución desarrolló programas de alfabetización y atención sanitaria y de fomento de la confianza cultural del pueblo, reprimido durante mucho tiempo por el colonialismo español y estadounidense.

La élite estadounidense estaba ansiosa por acabar con el ejemplo de Cuba, que demostraba que incluso un país pobre podía superar las condiciones socioeconómicas de la pobreza. Cada año, desde 1992, casi todos los países del mundo -184 de 193 en el último recuento- votan en la Asamblea General de las Naciones Unidas para condenar el bloqueo a Cuba.

. Cuando se presentaba a la presidencia, Biden dijo que incluso revertiría las sanciones más duras de Trump. Por ahora, no cumple.

Eliminar a Cuba de la lista

La designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo por parte de Estados Unidos perjudica profundamente la capacidad del gobierno cubano y de su pueblo para llevar a cabo las funciones básicas de la vida. El inmenso poder del gobierno de Estados Unidos sobre el sistema financiero mundial hace que los bancos y los comerciantes se nieguen a hacer negocios con Cuba ya que temen las represalias del gobierno de Estados Unidos por romper el bloqueo.

Es impresionante saber que debido a este bloqueo, y a pesar de los murmullos del gobierno de Estados Unidos sobre las excepciones médicas, las empresas se niegan a vender a Cuba materias primas, reactivos, kits de diagnóstico, medicamentos y dispositivos farmacéuticos, y una serie de otros materiales necesarios para el funcionamiento del excelente pero estresado sistema de ciencia y salud pública de Cuba.

El presidente estadounidense Joe Biden puede eliminar a Cuba de esta lista de un plumazo. Es tan sencillo como eso. Cuando se presentaba a la presidencia, Biden dijo que incluso revertiría las sanciones más duras de Trump y volvería a las políticas de la administración Obama.

Pero no lo ha hecho, lo que podría ser por razones de conveniencia política. Hay una vena reivindicativa que recorre las políticas de EEUU contra Cuba, una isla que demostró durante la pandemia que su proceso revolucionario cuida de su pueblo. El ejemplo de la sanidad pública en Cuba, a pesar de ser una pequeña nación insular, debería exportarse a todo el mundo. El país no es un estado patrocinador del terrorismo, sino un estado patrocinador del bienestar global.

 

Roger Waters es músico. Está en medio de su gira This is Not a Drill.

Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es miembro de la redacción y corresponsal jefe de Trotamundos. Es editor de LeftWord Books y director de Tricontinental: Institute for Social Research. Es miembro no residente del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China. Ha escrito más de 20 libros, entre ellos The Darker Nations y The Poorer Nations. Sus últimos libros son Struggle Makes Us Human: Learning from Movements for Socialism y (con Noam Chomsky) The Withdrawal: Irak, Libia, Afganistán y la fragilidad del poder de Estados Unidos.

Manolo de los Santos es codirector ejecutivo del Foro de los Pueblos e investigador de Tricontinental: Instituto de Investigación Social. Ha coeditado, recientemente, Viviremos: Venezuela contra la guerra híbrida (LeftWord Books/1804 Books, 2020) y Camarada de la Revolución: Selected Speeches of Fidel Castro (LeftWord Books/1804 Books, 2021). Es co-coordinador de la Cumbre de los Pueblos por la Democracia.