Acuerdo con el FMI ¿Dónde puede haber aumento de precios?

Los anuncios derivados del principio de acuerdo con el FMI generaron una baja inmediata del riesgo país, pero se teme por el golpe que puede implicar para algunos precios claves.

El gobierno anunció, dentro del paquete de medidas implementadas para sellar un nuevo acuerdo con el FMI,  la aplicación del impuesto PAIS para la compra de dólares para importaciones y una nueva versión del dólar agro a 340 pesos para las economías regionales. El incremento del precio del maíz aumenta el costo en la cría de animales y afecta en carnes y leche. También se espera de las medidas anunciadas encarescan la importación de bienes y servicios.

“No tendría que haber impacto en precios”, aseguró en declaraciones radiales el director general de Aduanas Guillermo Michel. “Veamos rubro por rubro: medicamentos, combustibles y lubricantes van a tener cero impacto. Canasta básica alimentaria tampoco tendrá impacto porque tenemos discriminados los CUIT de las empresas que importan productos de la canasta y lo van a hacer sin el impuesto país.”

Sin embargo, varios analistas descreen de los pronósticos del gobierno y esperan aumentos de precios mediante dos canales:

Por un lado, el dólar agro que aumentó 25% el precio del maíz, insumo esencial en el costo de producción de carne y derivados. Si bien el impacto es menos generalizado que el de convalidar un salto del tipo de cambio oficial, la incidencia sobre los precios domésticos no va a ser inocua. Si se otorga un dólar más alto a la exportación de agrocereales como el maíz, implica encarecer un insumo relevante del sector engordador de pollos, cerdos y también de los feedlots.

El aumento de los agrodolares genera a su vez un aumento de la emisión, algo que no suele molestar siempre y cuando no se emita para gasto público y programas sociales, que de hecho el gobierno se ha esmerado en recortar y ajustar de acuerdo con las metas consensuadas con el Fondo. Según la regla imperante del mercado, esta emisión debería aumentar la inflación.

Por otro lado el aumento del costo de reposición (en 4,5%) al aplicar el impuesto país a importaciones de bienes y servicios. Por ejemplo, una empresa que compra un paquete de software al exterior para producir ahora va a pagar dólar a $338 y no a $270 como antes. Si esta empresa vendiese luego en el mercado interno lo más probable que es que traslade parte de este aumento de costo.

La suba de los diferentes dólares (importación, ahorro, maíz, etc.) tendrá de manera casi inexorable un impacto en precios, completando el ciclo de una devaluación no monetaria, pero si fiscal, administrada tras el aumento en la recaudación y el encarecimiento del tipo de cambio.  

El ejecutivo minimizó el impacto inflacionario de la suba de alícuotas de importación porque algunos bienes y servicios ya estarían manejándose según los parámetros del dólar financiero. Este argumento no tiene en cuenta que el propio paquete de medidas anunciadas tiende a elevar la brecha cambiaria que llegó a tocar los $550, intervención del Banco Central mediante.