Luego de años de bloqueo y de varios intentos de Golpe de Estado contra Nicolás Maduro, la situación de Venezuela comienza a normalizarse. Durante el último año, el país caribeño ha logrado controlar la inflación y desarrollar reemplazar cientos de productos que antes importaba.
El desafío no fue fácil, debido a los bloqueos, Venezuela perdió un 60 por ciento de su PBI y un 99% de los ingresos en divisas del Estado, provenientes principalmente de la petrolera estatal PDVSA.
Sin embargo, la resistencia del pueblo, la ruptura del mundo unipolar y la llegada de diferentes gobiernos progresistas a la región, le permitieron reacomodarse en el tablero mundial.
Los primeros síntomas de que algo cambiaba en Venezuela fue la aceptación del diálogo por parte de la oposición, el abandono del Plan Guaidó y la participación en las elecciones del 2021.
La recuperación económica le ha permitido al gobierno venezolano controlar las necesidades básicas de la población, así como los recientes embargos contra el petróleo y el gas ruso decretado por Washington, lo ubicaron en una posición expectante.
Carlos Ron, viceministro venezolano para América del Norte y Presidente del Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos dialogó con ARG MEDIOS sobre la situación que vive Venezuela.
ARG. ¿Cuál es la situación económica, política y social hoy en Venezuela?
Carlos Ron: En Venezuela estamos viviendo un proceso muy interesante de recuperación económica a pesar del impacto que han tenido las sanciones unilaterales. Nosotros en el último año hemos logrado darle un impulso a nuestra economía a través de políticas del gobierno bolivariano.
ARG. ¿Se lo puede comparar con el momento de esplendor del chavismo?
CR- No estamos a los niveles previos a las medidas unilaterales de Estados Unidos. Desde 2014 a la fecha perdimos casi el 99 por ciento de la renta nacional petrolera. Aún así estamos viendo una recuperación, estamos saliendo de la inflación este año. En la calle se ve esa mejoría económica.
ARG. ¿Cuáles son los factores que explican esa recuperación económica?
CR- Hay un crecimiento económico que viene por parte de políticas correctas del gobierno nacional y por empuje de la organización popular, que de manera colectiva se enfrenta al bloqueo. El bloqueo mejoró nuestra propia organización popular, nuestra producción interna. Por ejemplo, a nuestro CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción) que le llega una vez por mes a las familias venezolanas. El 80 por ciento de esos alimentos eran importados y ahora el 80 por ciento es de producción nacional.
ARG- Venezuela ha sufrido siete años de bloqueo por parte de Estados Unidos ¿Cómo se ha contrarrestado esa situación desde lo institucional?
CR- Un instrumento importante ha sido la Ley Antibloqueo, que desde el 2020 nos permitió flexibilizar el marco jurídico para adaptarlo al embate de las sanciones. Si nos cerraban una puerta, abrir otra y poder responder en tiempo real. Todos los ingresos que provienen de los proyectos aprobados en el marco de la Ley Antibloqueo tienen como objetivo el de garantizar salarios, el de proveer servicios públicos a la sociedad. Se creó un mecanismo que permitiera con los pocos recursos seguir atendiendo la demanda social. La prioridad ha sido mantener la calidad de vida de los venezolanos.
ARG- Se ha construido un relato de una Venezuela pobre, con hambre y una dictadura. ¿Qué opinas sobre eso?
CR- Nosotros, como cualquier país en vía de desarrollo de Latinoamérica, hemos tenido nuestro sufrimiento de pobreza estructural, de dependencia de un recurso como fuente de ingresos. Sin embargo, eso se ha ido superando y la realidad hoy de Venezuela no corresponde a la narrativa creada desde el imperio. Lo que hizo la revolución durante estos últimos 20 años es crear garantías para el pueblo. Se han saldado deudas sociales muy importantes, se llegó por primera vez con la salud a lugares donde nunca hubo un médico, se logró alfabetizar a la población, se mejoró la calidad de la alimentación de las personas.
ARG- ¿El bloqueo ha puesto un freno a esa política de mejorar la calidad de vida de los venezolanos?
CR- En la medida que fuimos conquistando avances y mejoramos la vida de la gente, el imperialismo ha buscado esas cuestiones para atacar a Venezuela. Con la política de máxima presión de Trump, buscaron debilitar lo que habíamos avanzado: nos bloquearon los medicamentos para que no podamos garantizar la salud, nos bloquearon alimentos para que no podamos garantizar la alimentación. Fue un ataque direccionado para derrotar los logros de la revolución.
ARG- ¿Cómo ha resistido el pueblo a ese bloqueo?
CR- El pueblo es muy consciente de eso. En estos 20 años ha crecido la conciencia del pueblo. La gente resiste porque sabe que está siendo atacada, y la gente sabe que está siendo atacada porque nos atrevimos a tener un sistema político y económico que no responde a los intereses del capital, sino del pueblo. Dentro de ese nivel de conciencia en el pueblo se encuentra la fuerza para resistir y avanzar.
ARG- Durante las últimas elecciones la participación en Venezuela ha sido más baja. ¿Se debe a una crisis de representación o democrática?
CR- Lo que pasa es que la participación depende mucho del tipo de elección. Cuando se marca un momento definitivo o se juega el futuro de la revolución, la gente ha ido a participar. Hay otras elecciones donde la gente no siente que está en juego la revolución. Sí tenemos que hacer esfuerzos para una mayor participación electoral. La realidad de Venezuela es que hay una amplia participación política, no solamente en las elecciones tradicionales. Los consejos comunales y todas las expresiones democráticas que hay en los territorios constantemente, están pasando por instancias democráticas y esos espacios se convierten más relevantes para la sociedad.
ARG- Con la guerra entre Ucrania y Rusia y las sanciones al petróleo y gas ruso se ha hablado de posibles acuerdos petroleros entre Estados Unidos y Venezuela. ¿Cuál es la situación de esas negociaciones?
CR- Nosotros desde el inicio de la revolución mantuvimos el negocio petrolero con Estados Unidos a pesar de las diferencias políticas. Luego con la llegada de Trump colocaron unas medidas coercitivas que prohibieron la importación de petróleo. Eso lo hicieron ellos, no nosotros. Eso no lo ha derogado el nuevo gobierno de Biden. Nosotros estamos dispuestos a tener relaciones con los Estados Unidos y un comercio con ellos, siempre y cuando paguen y respeten los acuerdos. Pero es Estados Unidos el que tiene la última palabra para retomar el vínculo comercial con Venezuela. A nosotros no nos desviará del camino de justicia social que hemos trazado. Ojalá que haya un cambio, que busque la diplomacia y no la agresión.
ARG- Durante el último tiempo varios países que reconocieron a Guaidó volvieron a restablecer vínculos con el gobierno de Nicolás Maduro. ¿Es un alivio a la política de aislamiento contra Venezuela esas revinculaciones?
CR– Los que se aislaron fueron aquellos gobiernos que pensaron que Guaidó representaba al pueblo venezolano y lo reconocieron como presidente. Eso fue solo una ficción. Ahora vemos que varios países de la región, que en su momento apoyaron ese proyecto fracasado, ahora están regresando a la racionalidad buscando tener relaciones normales con Venezuela. Nosotros siempre estamos dispuestos al diálogo y a la diplomacia. Más de dos tercios de las Naciones Unidas han mantenido relaciones con nosotros y fue un grupo pequeño de países, que presionados por Estados Unidos, tomaron otro camino. Ojalá que ahora esos países salgan del aislamiento que se han metido solos, porque Venezuela no ha estado sola nunca.