Cómo quedó el peronismo en el Congreso de la Nación

Pese a mantener la primera minoría en ambas cámaras, el peronismo se encamina a dividir posiciones entre quienes buscarán ser oposición a las políticas de achicamiento y ajuste del paleolibertarismo y quienes buscarán negociar mejores tajadas para sus sectores y provincias.

El jueves que pasó se realizó la jura de los nuevos diputados y diputadas que ingresaron al Congreso de la Nación. La renovación de bancas incluyó una renovación del bloque de Unión por la Patria, que a priori sería la primera minoría en la Cámara, pero en la que ya se avizora una fragmentación.

Mientras la presidencia de la Cámara quedó para el libertario Martín Menem (sobrino del expresidente) la vicepresidencia primera fue para Cecilia Moreau (UxP), la segunda para Julio Cobos (UCR), y la tercera para el PRO. Contrario a lo que algunos sectores peronistas impulsaban, las lineas sucesorias de las cámaras (vicepresidencia primera del Senado y la presidencia de la cámara de Diputados) quedaron para el oficialismo de La Libertad Avanza.

El bloque del peronismo en la cámara baja consta de 105 bancas que no son para nada homogeneas: mientras un sector del bloque responde al esquema de La Cámpora, los movimientos sociales (Grabois) y el sindicalismo; otros integrantes de ese bloque que responden a los gobernadores peronistas, otro sector llamado “sin tierra”, es decir, de provincias en las que el peronismo perdió o no gobierna (como es el caso de los representantes de Chaco, Chubut y Santa Fe) y por último los legisladores que responden al massismo. 

En este sentido, las ambiciosas leyes de ajuste y reforma del Estado que quiera enviar Javier Milei al poder legislativo podrían tener una llave en los legisladores que respondan a las provincias. Basta con negociar directamente con dichos gobernadores para conseguir estos votos.

Las últimas horas trascendió que estos legisladores conformarían un nuevo bloque llamado “Innovación federal”, y responderían a los gobernadores de Salta (Gustavo Saenz), Misiones (Oscar Herrera Aguad), Rio Negro (Alberto Weretilneck) y Neuquén (Rolo Figueroa).

Hasta el momento el bloque sufrió efectivamente las bajas de tres diputados que responden a Gustavo Sánez, gobernador salteño; mientras que el massismo de momento se mantiene unido al bloque legislativo que continuaría liderando Germán Martínez. Con esta fuga el bloque de Unión por la Patria quedaría en 102 diputados, pero esta fuga podría ser más grande con Milei comandando el ejecutivo. 

En el Senado el escenario parece menos fragmentado para el peronismo, que contará con 33 bancas y quedará a 4 del quorum propio que requiere la cámara (37 senadores de un total de 72). Ahí los gobernadores también tienen incidencia y podrían negociar recursos para sus provincias a cambio de votos a leyes clave en el parlamento. Aquí tampoco está asegurado que no haya una fragmentación en algún nivel. 

Así las cosas lo único seguro es que todas las leyes que se quieran enviar desde el ejecutivo tendrán que ser negociadas con distintos bloques que no están unificados. El peronismo disidente no kirchnerista podría ser nuevamente, como lo fue en 2016 a las leyes claves de Macri cuando asumió, la llave para el avance de Las ideas de la Libertad.