Las frases más destacadas del discurso de CFK en La Plata

La vicepresidenta dio una charla magistral en el Teatro Argentino de La Plata en la cual polarizó con Javier Milei a quien criticó por sus “recetas del pasado”. Aseguró que la inflación es consecuencia del acuerdo con el FMI y que una dolarización no lo resolvería. Respaldos a Sergio Massa.

Cristina Fernández de Kirchner volvió a dar una conferencia en el Teatro Argentino de La Plata, tal y como hizo en 2007 cuando presentó su primera candidatura presidencial y en 2005 cuando se lanzó a Senadora. Lo hizo desde la Sala Ginastera del edificio (reinaugurada recientemente luego de haber sido clausurada durante la gestión de Cambiemos) y con presencia de casi todo el arco del Frente de Todos, con excepción del presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, que estaba en Uruguay en reuniones bilaterales. 

Sin embargo, todos los sectores del oficialismo estuvieron representados en el acto de Cristina: el massismo llevó una comitiva que estuvo integrada por sus ministros y legisladores más cercanos como Cecilia Moreau y Jorge D’Onofrio. También estuvo Victoria Tolosa Paz (¿Albertista?), quien busca ser candidata en la provincia de Buenos Aires y no puede eludir grandes sucesos políticos en La Plata, su ciudad natal. Por supuesto, toda la comitiva kirchnerista dijo presente desde el gobernador bonaerense Axel Kicillof, el ministro del interior Wado De Pedro y el dirigente social Juan Grabois.  

Cristina comenzó haciendo referencia al título de la charla: “En esta Argentina circular el pasado aparece en el presente. Estamos en un momento en que figuras, ideas y hechos del pasado aparecen para condicionar el futuro”

“Néstor Kirchner asumió en un país que un año antes cantaba ‘que se vayan todos’ cuando la convertibilidad explotó en la cara de 40 millones de argentinos”, empezó recordando la dos veces presidenta que se explayó sobre lo que fue la convertibilidad de los años 90: “La convertibilidad mantuvo el dólar a un peso con la plata de las privatizaciones. Eso le explotó en la cara a otro gobierno que no la había creado. Esta es la historia de la dolarización en la Argentina”, dijo y mencionó sin nombrarlo a Javier Milei: “El ministro de la convertibilidad tiene discípulos hoy en día”.

“Cuando Néstor asumió la desocupación estaba en dos dígitos. Hoy nos vienen a proponer lo que fracasó hace 20 años”, dijo respecto a la propuesta del líder de La Libertad Avanza, y puntualmente criticó la dolarización que se impuso en la agenda mediática: “La inflación no se frena con una dolarización. En Ecuador se dolarizó y la inflación no se detuvo”.

Por otro lado, le apuntó a las filas de Juntos por el Cambio: “Es notable que hace 20 años están los mismos personajes de esa época. El actual jefe de gobierno porteño estaba a cargo del PAMI y la entonces ministra que recortó jubilaciones es precandidata presidencial”, dijo en referencia a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich respectivamente. Además, recordó a Ricardo Lopez Murphy, también candidato hoy en la ciudad de Buenos Aires: “Quiso arancelar la educación pública en las universidades y lo echó la Franja Morada”, rememoró.

Después, hubo mención especial a Sergio Massa y a la discusión sobre quiénes se están llevando las ganancias. “Uno de los desafíos que tenemos ahora es que se generan puestos de trabajo con salarios bajos. Hace 3 años en el Estadio Único, Sergio dijo que íbamos a crecer y yo dije que sí, claro que íbamos a crecer. Pero teníamos que alinear precios, salarios y tipo de cambio para que el crecimiento no se lo lleven cuatro vivos… qué es lo que está pasando”. La mención por su nombre de pila al líder del Frente Renovador no fue un detalle que pasara desapercibido en las y los presentes

Siguió su alocución con una crítica directa al Fondo Monetario: “Ese acuerdo que tenemos con el FMI es inflacionario. Es una receta enlatada que se aplica igual en todos lados”. “Las políticas del FMI no han dado resultados en ningún lugar del mundo. Es necesario revisar esas cláusulas y acuerdos. Cuando se firmó el acuerdo con el FMI la inflación se disparó“, aseveró la vicepresidenta mientras mostraba las estadísticas de la economía que respaldaban lo que afirmaba. 

“El gran caballito de batalla del FMI es el déficit fiscal. El año pasado la meta de déficit se sobrecumplió y la inflación se disparó igual…En Argentina está atada a la escasez de dólares. Es algo que no entienden los técnicos del FMI“, aseveró la vice.

En ese pasaje arremetió contra el que para ella es uno de los principales desencadenantes del déficit: “No tendríamos déficit fiscal si los que tienen que pagar impuestos los pagaran. Las grandes empresas pagan apenas 2,5% de ganancias, mientras un trabajador que paga impuesto a las ganancias paga 35% todos los meses. ¿Cómo puede ser esto?”, se preguntó.

En ese sentido la vice aseveró que “es poco serio que los políticos vayan a plenarios de empresarios a contarles cuantos empleados van a echar y cuantos impuestos le van a bajar”. En ese pasaje lanzó el que podría interpretarse como el primer mensaje en clave electoral: “Es necesario empezar a construir programas de gobierno. Que nada vuelva a depender de una sola persona“.

No hubo mención al presidente de la nación (ni a su renunciamiento) salvo por un solo pasaje: “El problema de querer gobernar contentando a todos es que finalmente terminás enojando a todos”, dijo sin nombrarlo.

“Acá la única dirigenta que fue condenada, proscripta, inhabilitada y víctima de un intento de asesinato fue una sola. Los que dicen que la casta tiene miedo: ¿De qué te tenemos miedo? Si nunca te pasó nada”, dijo en el que quizás haya sido el momento más eufórico y emocional de Cristina. “Mi miedo es que mis hijos y mis nietos crezcan en un país desigual“, agregó.

El otro mensaje que podría interpretarse cómo electoral es lo que dijo inmediatamente después: “Yo ya viví y ya di todo lo que tenia que dar”. Muchas y muchos esperaban una definición electoral por la positiva de la vice, que ya había dicho en dos ocasiones que no iba a ser “candidata a nada”. 

Hacia el final de la alocución la vice insistió con la creación de un “programa de gobierno” que sea más importante que los nombres, (algo que curiosamente también se debate en la oposición) y puso como ejemplo lo que está sucediendo con el litio. “Tenemos que discutir cómo hacemos para cuidar el litio, para que no se lo lleven como se lo están llevando”.

Finalmente dio un mensaje hacia adentro de la dirigencia y la militancia: “No utilicen el bastón de mariscal para dárselo por la cabeza a otro compañero o compañera sino para ayudar a construir un programa de gobierno”.