Ejército a Rosario: una inquietante carta que se lanza en un año electoral

La población rosarina pedía a gritos una respuesta del Estado, desbordada por la violencia que desata el narcotráfico. Si bien el presidente apretó un botón peligroso, el clima electoral que sembró la oposición ayudó a tomar una medida extrema. 

El presidente anunció el refuerzo de seguridad en una ciudad que ya no resiste un muerto más por la violencia desatada desde hace varios años. El narcotráfico, la corrupción metida en la justicia, el sistema político y la policía provincial, lograron que el problema se extendiera como una mancha de aceite. 

Sin embargo, fue la amenaza a Messi lo que nacionalizó un tema que debería ser agenda de los gobiernos de turno. El mensaje mafioso para el astro futbolista luego de atacar a tiros un supermercado de la familia de su pareja, Antonela Roccuzzo, activó las alarmas y comprometió al gobierno nacional. Desde ese día hasta la fecha, la ciudad continuó reportando muertos: el último y más conmovedor, el de un niño de 12 años, atacado a tiros desde un vehículo. 

Luego de que varios candidatos de la oposición viajaran a Rosario y aprovecharan políticamente un tema muy triste y preocupante como este, el presidente tomó una decisión que no estará exenta de polémicas: reforzar las fuerzas de Seguridad en los barrios populares y también enviar al Ejército. 

Así en el mediodía de este martes el presidente Alberto Fernández anunció que se enviarán 1.400 efectivos para un operativo especial de Seguridad, en Rosario, la ciudad acechada por el narcotráfico y una lista de homicidios desesperantes. Sin embargo, llamó la atención que no se implementara ninguna medida respecto a una intervención de la fuerza provincial, indicada por muchos como una de las patas por la cual el narcotráfico funciona y se expande. 

Por otro lado, el jefe de Estado sumó que se dispondrá una delegación de la Unidad de Información Financiera (UIF) para detectar lavado de dinero, y así poder atacar al narcotráfico desde su posible financiamiento. Una acción que hasta entonces no se había implementado. 

“He decidido que el Ejército Argentino a través de su Compañía de Ingenieros participe en la urbanización de barrios populares acelerando tareas pendientes de ejecución que son muy necesarias”, expresó Fernández, quien aclaró: “Son las Fuerzas Armadas de nuestra democracia y del mismo modo ejemplar con el que actuaron en la pandemia y en los incendios, irán ahora con la misma honestidad, destreza y convicción en socorro de una ciudadanía que las necesitan”.

Finalmente, el presidente agregó que este miércoles el gobernador Omar Perotti  “firmará con la Unidad de Información Financiera (UIF) el convenio para instalar una delegación ahí en Rosario. De esta manera buscamos tener una mayor eficiencia en la lucha contra el lavado de activos derivados, entre otras causas, del narcotráfico”.

Medidas de peso en un clima electoral 

El año pasado, Rosario sufrió 287 asesinatos y en total, en toda la Provincia se cometieron 405 crímenes. Estas cifras ubican a la región sin dudas como la más violenta y conflictiva del país, pero las medidas hasta entonces han fallado.

Más allá de que el envío de más fuerzas de Seguridad y hasta del Ejército pueda llegar a ser bien recibido por los vecinos y vecinas de los barrios más afectados, lo cierto es que no está de más preguntarse qué han resuelto estas medidas hasta entonces. Más si el envío de las fuerzas se hace en un año electoral, en donde la sobreactuación es una moneda corriente no sólo del oficialismo si no de todo el sistema político. 

Aún así, el anuncio del presidente mostró cierta firmeza de parte del Ejecutivo, que se veía desbordado por la televisación de los homicidios diarios en la ciudad que dio origen a figuras como Ernesto “Che” Guevara, el “negro” Fontanarrosa, o las figuras de nuestra selección, Ángel Di María y Lionel Messi. 

“Estamos tomando decisiones contundentes. No nos tiembla el pulso en combatir el crimen organizado”, remarcó el presidente, quien además agregó: “Vamos a hacer que Rosario recupere el orden y así su vida social en libertad y con seguridad, pero sobre todo vamos a hacer justicia, se lo debemos a las víctimas de las mafias y se los debemos a los hijos de la ciudad. No permitiremos un solo acto de impunidad. Quienes son parte del crimen organizado deben saber que hay un Estado con la fuerza y la inteligencia necesaria para detener, juzgar y encarcelar a cada uno de los que ha causado daño”.