En el mundo y en Argentina crece el cooperativismo

El cooperativismo crece a escala mundial y nacional en un contexto de crisis. Ahora la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoció a la economía popular.

Por primera vez en la historia, la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), reconoció a la Economía Popular, Social y Solidaria dentro de sus puntos a tratar como problemática para el mundo del trabajo.

El hecho se dio luego de que la ONU apruebe una resolución sobre la economía social y solidaria para el desarrollo sostenible el 18 de abril de este año y reconocía a este tipo de economía como contribuyente a la consecución y localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

El cooperativismo crece a escala mundial y nacional en un contexto de crisis, donde la estrategia de asociarse es efectiva para resistir un mercado cada vez más concentrado que desmonetiza el valor del trabajo. Instituciones y municipios se ven interesados en construir junto a este formato de trabajo que tiene en sus principios “el valor humano ante cualquier ganancia”.

Un movimiento a escala mundial

Hay alrededor de 3 millones de cooperativas en el mundo lo que representa el 10% del trabajo de todo el planeta, según la Alianza Cooperativa Internacional, la cual nuclea a 112 países con experiencias cooperativas y es presidida por un argentino; Ariel Guarco.

“Somos más de 1000 millones de personas organizadas en tres millones de cooperativas, en todos los continentes. Y allí estamos nosotros, los que sabemos construir empresas con raíces en los territorios, empresas que no se mudan, que se comprometen con el destino de su comunidad porque son producto de esa comunidad”, dijo Guarco quien fue reelecto como presidente de la ACI el año pasado y el primer cooperativista argentino en llegar a prescindir esta organización.

En el país son 8.600 cooperativas que dan trabajo a casi 200.000 personas. Argentina cuenta con una larga tradición en el cooperativismo agropecuario- habiendo fundado la primera de América latina; AFA- y de servicios públicos, sobre todo al interior de cada una de las provincias. “Argentina es un país cooperativo mutual que se ignora como tal y tenemos que construir un imaginario que asuma esa realidad”, afirmó el presidente del INAES Alexandre Roig.

En los años 90 el movimiento cooperativo fue diezmado con las políticas neoliberales del gobierno de Menem. En los últimos años, el sector organizado de la economía informal ha vuelto a crecer exponencialmente, y bajo este contexto de brutal crisis, la otra cara de la moneda es el asociativismo, un mecanismo capaz de lograr otra alternativa para vivir.

Durante los últimos meses el sector del cooperativismo se vio nuevamente interpelado por una resolución (Resolución 121/2023) y disposición (Disposición 88/2023) que sacó la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo y  la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa; ambas dependientes del Ministerio de Economía, que atenta directamente contra el crecimiento en la formalización de su trabajo.

Las mismas concluyen en que las cooperativas no son empresas por carecer de ánimo de lucro, por lo que impide a muchas -y dificulta a todas- el acceso a los beneficios de las políticas pyme. 

“Por no tener el ánimo de lucro que novedosamente se requiere” para su inscripción en el registro de micro, pequeñas y medianas empresas. “Así, se afecta el derecho a las cooperativas para acceder en igualdad de condiciones a todos los beneficios que se les reconocen a las mipymes y se atenta también contra el espíritu de dicha ley, orientada a promover el desarrollo de las Pymes como eficaz contribución al progreso de la economía nacional, de la cual las cooperativas son parte fundamental”, manifiesta el documento publicado por la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar).

El cooperativismo y sus alianzas

Según el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), de las 16 mil matrículas vigentes de empresas Cooperativas, el 60 % son Cooperativas de Trabajo que generan casi 300 mil puestos laborales, o sea el 75% de todo el trabajo cooperativo que existe en Argentina. 

El presidente de la institución que regula dicha actividad reconoce que cada mes se crean 350 cooperativas, alrededor de 4.000 nuevas cada año. “En un contexto de crisis el asociativismo crece, y en un contexto favorable ese avance se afirma”, explica Alexandre Roig en el tercer Congreso de la Economía Social y Solidaria que se llevó adelante la semana pasada en la UNICEN, Tandil. 

“Una de las cosas que está pasando es que hay mucha actividad económica y hay poco valor de esa actividad. Eso tiene que ver con la crisis de valorización del trabajo de la producción”, dijo el presidente del INAES en un diálogo directo con ARG. “El cooperativismo tiene que reclamar nuevas instituciones que permita valorar ese trabajo. Si no hay actores que reclaman eso seguiremos perdiendo valor”, agregó Roig.

Los últimos avances que hubo en la actual gestión del INAES tienen que ver con la Reforma de la Matrícula; algo que permitió crecer en grados de legalidad y formalización de las cooperativas de trabajo con mecanismos como el recibo por retribuciones, la exención del impuesto a las Ganancias y la creación de una Comisión Consultora sobre Ingresos Brutos (resolución 1000/2021). “Nos encontramos trabajando en un Sistema de crédito que lo estamos terminando”, dijo el presidente del INAES refiriéndose a uno de los reclamos históricos que tiene el sector.

El rol de las alianzas es lo que le permite al cooperativismo formalizarse en cada uno de los territorios, y sobretodo tener un mayor alcance. En ese marco, “la alianza cooperativa-municipio es fundamental para desarrollar comunidades sostenibles, normalizar el trabajo y aportar a la construcción de viviendas y finanzas”, dice José Orbaiceta, Consejero Honorario de Cooperar y parte del Programa “Red de Municipios Cooperativos”, que ya tiene 62 municipios adheridos en 5 provincias distintas.

Uno de los recientes convenios fue en Tandil, específicamente en la localidad de San Manuel, donde se hicieron todas las luces led en una comunidad de 2000 habitantes. “Es muy importante que los municipios articulen con un movimiento de carácter mundial que tiene 170 años de historia, porque aporta a la inversión en sus comunidades”, afirmó Orbaiceta.