Entender Villa Mascardi sin una mirada “winka”

El Estado volvió a desalojar a la comunidad Lafken Winkul Mapu, a pedido de empresarios del PRO. Todo un conjunto de terratenientes vs una pequeña comunidad pacífica, que busca regresar a su verdadera tierra. 

Hace más de cinco años que existe una situación de suma tensión en Villa Mascardi (Río Negro) por un proceso de recuperación de tierras de parte de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu. O lo que para el entendimiento “Winka” (blanco) se trata de “tomas de tierras”. El punto más dramático se dio el 25 de noviembre de 2017, cuando el grupo Albatros disparó más de 130 veces y mató por la espalda al joven mapuche Rafael Nahuel (22). 

Aquel repudiable hecho se dio durante el gobierno de Mauricio Macri y bajo el comando de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Sucedió, además, a pocos meses de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, por un reclamo similar de otra comunidad mapuche, en Chubut.

Sin embargo, cinco años después y pese al cambio de gobierno, el Estado actúa de una forma similar. Esta vez bajo las órdenes del presidente Alberto Fernández y su ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quien conformó un cuerpo especial de fuerzas de Seguridad con más de 200 integrantes, nutridos por la policía federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y la policía de Seguridad Aeroportuaria. 

Según la información que brindaron las comunidades, a 36 horas de comenzado el operativo, siguen detenidas “siete mujeres mapuches, (una de ellas, embarazada, tuvo que parir detenida), y dos niñes de pocos meses”. Están alojadas en la sede de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Algunas siguen incomunicadas luego de que la jueza federal Silvina Domínguez les negara la excarcelación.

Comprar el discurso del PRO

El gobierno nacional y el gobierno de la provincia de Río Negro, a cargo de la gobernadora Arabela Carreras, actuaron de forma represiva luego de que se dieran una seguidilla de supuestos actos vandálicos que fueron denunciados por terratenientes de la zona. Uno de los propietarios en la zona de Villa Mascardi, Diego Frutos, denunció un “ataque con piedras” de parte de varios “encapuchados”, mientras que otros vecinos del lugar, alegaron más hechos de violencia sobre sus propiedades. 

Sin embargo, la Justicia no pudo comprobar que esto haya sido responsabilidad de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu. Algo elemental.

Pero hay más elementos que tenemos que mencionar para entender el contexto: días previos a que un ejército desembarcara en Villa Mascardi, la exministra y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se paseó por la zona agitando el reclamo de los terratenientes y pidiendo mano dura. El Estado, finalmente, lo concedió, mostrando una coincidencia notable con el planteo de la exfuncionaria. 

Las tomas que no se desalojan

Villa Mascardi es un asentamiento que está situado a 35 kilómetros de Bariloche y en jurisdicción del Parque Nacional Nahuel Huapi. Para la comprensión más allá de los pobladores del lugar, este no es un Parque Nacional cualquiera, ya que cuenta con una extensísima territorialidad que incluye varias localidades y villas, como: La Angostura, Traful, Catedral y Mascardi. Esta última comprende una superficie de 327 hectáreas aproximadamente, de las cuales 127 son propiedad privada, en 34 parcelas. 

Tal como explica la periodista neuquina Susana Lara, “otras 64 parcelas mensuradas suman 200 hectáreas bajo el dominio del Estado nacional, según nuestro relevamiento hecho en el Catastro público provincial, ya que las autoridades de Parques no facilitaron documentación pública alguna”.

Tal vez un mapa clarifique mucho más este punto:

Acá vemos cómo los intereses privados son muchos y son los que, finalmente, se apropiaron de Villa Mascardi y gran parte del Parque Nacional Nahuel Huapi. Apenas una pequeña franja es la que reclama la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu. Y tan solo eso bastó para que la violencia del Estado se desatara sin antes agotar cientos de instancias previas de diálogo y consenso. 

Una zona que, repetimos, ya está manchada de sangre luego del asesinato por la espalda de Rafael Nahuel y que también se relaciona con el reciente asesinato por parte de sicarios del otro joven mapuche, Elías Garay, a kilómetros de Villa Mascardi, en Cuesta del Ternero. 

Por todo esto, vale preguntarse: si la violencia viene de parte de las comunidades mapuches, ¿Por qué siempre son estos los que ponen los muertos?

 

Uno por uno, los empresarios anti mapuches

Finalmente es fundamental exponer quiénes son los que realmente tienen la tierra en Villa Mascardi y todo el Parque Nacional Nahuel Huapi. Un trabajo excelente de parte de la colega Susana Lara para el Cohete a la Luna, así lo detalla: 

-El Episcopado Argentino, máxima autoridad de la iglesia católica en el país, posee una fracción con acceso al lago. Allí funcionó un hotel propiedad de Reynaldo Knapp, británico, empresario del transporte importante del movimiento migratorio europeo de primera mitad del siglo XIX en Bariloche. La compra y trámites formales son de 2018, posterior al crimen de Rafael Nahuel en manos de un efectivo de Prefectura.

-El Obispado de San Isidro formalizó la denuncia penal por presunta usurpación de una fracción ocupada por la Winkul, informó monseñor Oscar Vicente Ojea.

-“La Escondida” es propiedad de María Magdalena Giménez Tournier, empresaria casada con John Fergus Grehan. Giménez Tournier operó en Uruguay con la Compañía Inversora del Sur Agente de valores SA; con su esposo conformaron y compartieron directorio en Agreserver SA e intervienen en la forestal CS Patagónica S.A.

-“La Cristalina” está registrada a nombre de Catalina y Lucía Frutos, aunque la cara visible de alta exposición es Diego Frutos.

-Carlos Maison fue (o es) por años el cuidador de los dos predios del ACA en Mascardi, donde se desempeñó como comisionado de fomento. Tiene una forestación con pinos unos kilómetros al sur, sobre la ruta 40, en el Foyel. En esa misma zona intervino en el despojo de Rosa Quesada, mapuche, y su familia, quienes recuperaron el territorio junto a la comunidad Las Huaytekas. Tiene en propiedad una pequeña fracción.

-El músico Charly Alberti es Carlos Alberto Ficicchia Gigliotti, propietario de una fracción. El ex batero de Soda Stéreo que para el 2005 formó Mole con Ezequiel Dasso, familiar de uno de los voceros del conflicto. Tuvo años activos ante el ministerio de Turismo de la Nación y ante Parques Nacionales, con proyectos truncos en Bariloche, Mascardi y Chubut. Armó una fundación ambientalista y hasta llegó a representar a Chubut en Londres durante el gobierno de Mario Das Neves, a quien presentó proyectos de inversión. En 2008 presentó un proyecto para lago Mascardi ante Patricia Gandini, presidente de Parques, y Enrique Meyer, ministerio de Turismo de la Nación, de alcances y destino desconocido.

Ariel Holan, ex director técnico de Independiente, es vecino de Charly. El mismo hizo circular una foto juntos cuando coincidieron en Bariloche, como tanto seguidor de Soda. También compró en 2018, cuando ya era difícil no enterarse que el Estado cometió un crimen en el lugar.

La Patagonia extranjera

Finalmente, no podemos dejar de mencionar que en la zona se encuentra el magnate inglés Joe Lewis, quien todavía se niega a acatar un fallo de la justicia provincial para que se habilite un acceso al Lago Escondido, propiedad y patrimonio de todos y todas las argentinas. No hay algo más parecido a un robo y a una usurpación que la apropiación de ese lago, pero para la justicia, las tomas y la violencia parece ser sólo una característica de los mapuches. 

Según un informe del Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA Autónoma, realizado en 2021, los grandes terratenientes extranjeros de la Patagonia son: el Grupo Benetton (Italia) con 900 mil hectáreas, en Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz; el Grupo Heilongjiang Beidahuang (China) con 330 mil; Somuncura Patagonia SA (Francia), con 155 mil; Rabino Elimeir Libersohn (EE UU) con 140 mil; Gold Corp (Canadá) con 130 mil; Trillum Corporation (EE UU) con 125 mil; Roberto Hiriart (Chile) con 100 mil; Anglo Ashanti Gold (Sudáfrica) con 50 mil; Grupo Burco (Bélgica) con 85 mil; Ted Turner (EE UU) con 56 mil y Joe Lewis con  38 mil.

Algunos de los nuevos dueños de tierras en la Patagonia son el emir de Qatar, Sheik Tamin bin Hamad Al Thani, que tiene hectáreas en Río Negro; el magnate árabe Matar Suhail Al Ybhouni Aldhaheri, que se expande en la zona mapuche del río Alto Chubut; y Abdulhadi Mana Al-Hajri, hermano de la segunda esposa del emir de Qatar, que compró tierras en Río Negro.

Además, Lara resaltó que también hay grupos nacionales que tienen extensos territorios en esa zona, como son Roemmers, Techint, Bulgheroni y hasta la reina de Holanda, Máxima Zorreguieta, que tiene adquisiciones en Río Negro. Además, advierte sobre la presencia de fundaciones como Fundación Tompkins, dueña de tierras rurales ubicadas estratégicamente en reservas de agua dulce y acceso directo a plataformas marítimas en América del Sur.