Los tiempos son difíciles para el gobierno, que tiene que administrar una crisis con poco presupuesto. La deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación, el malestar social. Todo eso como obstáculo luego de una dura derrota en las PASO.
Sin embargo, luego del último desembolso del FMI y algunos anuncios que realizó el ministro de Economía, Sergio Massa, el gobierno logró -al menos- la centralidad. Sin poder llenar del todo las demandas “de la calle”, el principal candidato que tiene el oficialismo se plantó con una propuesta que en algún momento fue bandera de campaña de la oposición: la eliminación del impuesto a la ganancia. Fue en un acto que realizó Massa junto a la CGT, la CTA y la CTA Autónoma en Plaza de Mayo.
Ese piso que hasta agosto era de 700 mil pesos, en septiembre pasará a ser de 1.770.000 pesos, equivalente a 15 salarios mínimos de 118.000 pesos. Por lo que -según el propio Massa-, de los 890 mil asalariados que en agosto estaban afectados, en septiembre sólo quedarán 90 mil.
Si bien esta medida beneficia a un sector puntual de la clase trabajadora, una que se encuentra registrada en blanco y posee otros derechos por fuera del vasto grupo de laburantes precarizados, el anuncio recobró cierta épica peronista.
Sin embargo, como era de esperar, la oposición ya salió a aclarar que no votará ese proyecto de ley para eliminar las ganancias a los trabajadores.
“Los que hace 48 horas pedían que se elimine el impuesto a las ganancias ahora están buscando argumentos vergonzosos para oponerse. Único país del mundo donde los liberales se oponen a la eliminación de impuestos. No sé cómo les irá en la elección, pero el campeonato de chantas y caraduras lo vienen ganando”, sintetizó lo que piensa el oficialismo, el diputado nacional Leonardo Grosso.
Para el diputado nacional de Juntos, Cristian Ritondo, el anuncio de Massa “pareció más una exhibición de populismo y retórica vacía que una propuesta seria y responsable”.
Por otro lado, la medida del ministro de Economía despertó más contradicciones: una de ellas fue la negativa de José Luis Espert, el libertario devenido en las filas del PRO, quien hace tan solo días atrás aseguraba que se podía eliminar el impuesto a las ganancias.
“No sólo es una medida irresponsable (el gobierno tiene déficit fiscal) sino que Ganancias es de los pocos impuestos nacionales (de 41 que hay) que NO hay que eliminar: el político paga de manera muy directa el costo de aumentarlo”, expresó.
El mismo diputado, el pasado siete de septiembre, había declarado en twitter: “El Impuesto a las Ganancias de los trabajadores recauda menos de de 0.2% del PBI. La nada misma. Es como el 90% de los impuestos nacionales (literal). Se pueden eliminar con un bajísimo costo fiscal (hay que bajar el gasto público y acordar con Provincias) y aliviarle mucho la vida a la gente”.
Otro de los que se levantaron la voz en contra del anuncio de Massa, fue el actual gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. “Massa hace de Papá Noel con plata que es de las provincias”, planteó, quien maneja tres diputados dentro de la Cámara baja.
