Este jueves, el bloque de legisladores del Frente de Todos presentaría el proyecto de pedido de juicio político a los ministros de la Corte Suprema, luego de una reunión que definió los principales ejes. Pese a las internas del día, el oficialismo se encuentra unido en este tema y contará con gran parte del apoyo de los gobernadores, que a su vez influyen en algunos legisladores de Diputados y Senadores.
Sin embargo, el bloque de Juntos por el Cambio también superó cualquier diferencia para mostrarse homogéneo en el rechazo al juicio político que anunció el presidente de la Nación, Alberto Fernández, el 1º de enero. Aún así, el Poder Ejecutivo tiene que sacar un decreto para que se autoricen sesiones extraordinarias para que este debate comience en los próximos días.
El proyecto ingresaría este jueves desde el bloque de Diputados, no así desde Casa Rosada, como se especulaba en un comienzo. La iniciativa busca evaluar y posiblemente desplazar a los miembros del Máximo tribunal de Justicia debido a una sumatoria de comportamientos que mostraron cierta parcialidad a la hora de los fallos.
El principal tema en agenda -y por el cual despertó la reacción del presidente- fue la modificación de los fondos de coparticipación federal que la Corte falló y que tuvo como principal beneficiario a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) que gobierna Horacio Rodríguez Larreta.
Un punto demasiado sensible, teniendo en cuenta que la Ciudad contará con millones de pesos más en un año electoral. El pedido de juicio político por parte de Alberto Fernández fue acompañado con un número importante de gobernadores, que vieron en esta jugada un perjuicio enorme para las cuentas de las provincias.
Pero la acción que el oficialismo intenta llevar a cabo para poner en tela de juicio el comportamiento de los miembros de la Corte Suprema, también tiene un trasfondo demasiado sensible: la filtración de chats entre el ministro de Seguridad de CABA, Marcelo D´Alessandro y Silvio Robles, vocero del juez de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.
En estas conversaciones -en donde se comprobó un vínculo de confianza- el vocero de Rosatti le anticipaba información y posibles fallos de la Corte. A su vez, Robles le pedía favores a D´Alessandro, en una clara coordinación que beneficiaba al gobierno de Rodríguez Larreta y al mismo tiempo, brindaba protección a los miembros de la Corte.
Por esta razón, los legisladores del Frente de Todos también tienen en mente pedir la destitución del ministro D´Alessandro, que por estos días se tomó licencia, pero no ha renunciado, así como tampoco Larreta le pidió un paso al costado.
“Avanzamos en el análisis de los próximos pasos a dar en función de la solicitud que nos fue entregada la semana pasada por el presidente de la Nación y gobernadores de provincias”, sostiene el comunicado del bloque de legisladores oficialistas.
“Impulsaremos un debate profundo, con argumentos, alejados de toda chicana e interés mezquino. Estudiaremos a fondo decisiones tomadas por la Corte y sus implicancias para la división de poderes, el federalismo y el funcionamiento de las instituciones”, agregaron después.
Por la jugada del oficialismo, el bloque de Juntos se prepara a dar pelea y ya anticipa una negativa total a cualquier juicio político a la Corte. “La Constitución Nacional no es una verdad relativa. Los fallos de la Corte deben cumplirse. En medio de la crisis social y económica el FDT solo tiene como programa llevarse puesta a la República, garantizar la impunidad de CFK y naturalizar la anarquía por encima de la ley”, expresó el radical Mario Negri, quien adelantó que su bloque “no dará quórum” en la posible sesión especial que prepara el oficialismo.
Nadie puede dudar que el año político (y el año electoral) arrancó con demasiada fuerza.