Juntos contraataca: la reforma laboral como Plan de Gobierno 

Los diferentes presidenciables de Juntos ya comienzan a definir sus planes de gobierno ante una eventual victoria en 2023. Todos incluyen una reforma laboral aunque difieren en las formas y contenidos. 

La interna coincide en atacar a las cúpulas sindicales en pos de una reforma laboral en favor del mercado.

El protagonismo que tomó el sindicalismo en las últimas semanas, principalmente con el conflicto con el SUTNA (Sindicato Único de los Trabajadores del Neumático) y la empresa Lácteos Vidal volvió a despertar las ansias de Juntos por una reforma laboral. 

La estrategia que tomó la oposición se articula desde dos puntos: el ataque directo a los sindicatos por parte de los presidenciales de Juntos y una batería de propuestas que ingresaron en la Cámara Baja del Congreso de la Nación. 

La cúpula de Juntos salió al cruce de las acciones gremiales en defensa de los derechos de los trabajadores en los conflictos de SUTNA y Lácteos Vidal. Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich y hasta el exministro de Trabajo, Jorge Triaca se anotaron en esa línea. 

“Cuando uno ve que hay excesos por parte del sector empresario o trabajador, tiene herramientas como multas o quita de personería”, sugirió el exministro de Trabajo frente al conflicto de los neumáticos. El discurso orquestado por Juntos apunta a “terminar con las mafias” del sindicalismo y “terminar con los privilegios”. 

La semana pasada, en una charla con la CGT Regional de General Rodríguez-Luján, Hugo Moyano advirtió sobre los ataques contra los gremios: “Quieren atacarnos y hacerle creer a la gente que todos los males son culpa nuestra. Los gremios somos una barrera muy importante para que no se avance contra los derechos de los trabajadores. Por eso tratan de atacarnos todo el tiempo”. 

Para Juntos, los objetivos están en los gremios de pilotos de avión, camioneros, lecheros y bancarios. Allí están los principales obstáculos y resistencia, pero también la flexibilización laboral permitiría mayores márgenes de rentabilidad del círculo rojo. Por eso, el expresidente Mauricio Macri se expresó a favor de Lácteos Vidal desde el primer día. 

 

De igual forma se manifestó María Eugenia Vidal contra el conflicto de SUTNA y particularmente contra Camioneros. “Hoy los argentinos somos rehenes de un par de mafiosos que se creen dueños del país, mientras el Gobierno sigue en Narnia”, twitteaba la exgobernadora frente a un conflicto en la empresa logística Milo. 

La elección en Independiente también fue escenario de disputa contra los gremios, y Vidal salió a bancar a Cristian Ritondo por el triunfo y se anotó como una victoria política la elección de Fabián Doman, acompañado por el exministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.

 

Al interior de Juntos existen varias diferentes pero una sola coincidencia: la necesidad de una reforma laboral. A diferencia de su último mandato, Juntos plantea maquillar la discusión, evitar la palabra “reforma” por su carácter peyorativo y hablar de modernización. 

Asimismo, se evita hablar de pérdida de derechos y, por el contrario, argumentan la falta de creación de empleo y la defensa del poder adquisitivo como motorizadores de la reforma laboral que proponen.  

Desde los tanques de pensamientos de los diferentes sectores de Juntos ya diseñan el texto que rompa con los derechos laborales conquistados por los trabajadores y sus organizaciones. 

Mauricio Macri junto a la fundación Pensar proponen implementar la reforma que no efectuó durante su primer mandato. Ese sería su piso, mientras que si el contexto lo permite buscarán profundizar aún más. 

El texto de aquella reforma establecía un “blanqueo con la extinción de la acción penal por la contratación informal de trabajadores, rebaja de aportes patronales, modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo, la creación de un fondo de cese y la reducción del cálculo indemnizatorio”, entre otros puntos.

En tanto, el sector de Evolución Radical y de Ricardo López Murphy plantean eliminar la cuota solidaria para achicar la caja de los gremios, un planteo que ni siquiera tiene el consenso de los empresarios, ya que la cuota solidaria tiene un efecto en contra de la afiliación a los gremios del sector. 

La cúpula de Juntos salió al cruce de las acciones gremiales en defensa de los derechos de los trabajadores en los conflictos de SUTNA y Lácteos Vidal.

Por su parte, María Eugenia Vidal propone limitar los mandatos sindicales a 4 años con una reelección. La gobernadora comenzó en Instagram una campaña contra los secretarios Generales que poseen varios mandatos frente a sus sindicatos. 

Otra de las propuestas es establecer un banco de horas para que las empresas dejen de pagar horas extras y puedan disponer sin más costos de los trabajadores en períodos de mayor actividad y “compensarlos” cuando baja la intensidad de las tareas.

La tan buscada eliminación de la indemnización por despido es una de las joyas de la reforma laboral. Se busca cambiarla por el pago de un mes de sueldo (con una duración de tantos meses como años de antigüedad) durante los meses posteriores al despido con o sin causa; o de la renuncia de la persona trabajadora. 

Pero el ataque hacia los trabajadores no solo apunta a cuestiones materiales y económicas para beneficiar a los empresarios, sino también buscan quebrar a las organizaciones gremiales. La senadora Carolina Losada, de Juntos, junto a una decena de legisladores de la misma fuerza presentó un proyecto de ley que impone penas de cárcel de dos a cuatro años a trabajadores, “sindicalizados o no”, que participen de bloqueos en empresas.

Una clara medida funcional al Movimiento Empresarial Antibloqueo (MEAB), un sector empresarial encargado de judicializar los conflictos laborales, con apoyo de algunos referentes de Juntos como Florencia Arietto y Patricia Bullrich.

El movimiento de patrones juega su estrategia en la justicia y se encuentra al frente de la confrontación. De las 42 denuncias penales impulsadas por el MEAB, 16 son contra alguna seccional del Sindicato de Camioneros y, al mismo tiempo, tienen como epicentro a la provincia de Buenos Aires, donde Hugo y Pablo Moyano son los máximos referentes.

En el seno de la fuerza coinciden en la necesidad de reformar y flexibilizar la legislación laboral, pero difieren en el método para hacerlo. Mientras buscan puntos de coincidencias avanzan en el ataque contra los representantes de los trabajadores.