La UCR olió sangre y la unidad en Juntos dependerá de si entra al balotaje

El PRO pierde fuerzas. El radicalismo gobernará en cinco provincias y en caso de que Bullrich no entre al balotaje, las aguas se dividirán respecto a Milei. Momentos de definiciones. 

Todo parece indicar que dentro de Juntos por el Cambio comienza a abrirse una nueva etapa. Una de reordenamiento de fuerzas a su interior y de desplazamiento de viejas figuras. En ese sentido, posiblemente, el radicalismo ocupe un lugar preponderante.

Pero todo dependerá de si Patricia Bullrich logra finalmente ingresar al balotaje, o se queda afuera de esa posibilidad en las próximas elecciones de octubre. 

¿A qué responde este análisis?  Primero y principal a la dificultad que está teniendo la fuerza opositora para canalizar el descontento que gran parte de la población tiene con el oficialismo. Un malestar que a groso modo, se podría decir, lo terminó capitalizando la fuerza política de Javier Milei.

Si bien el insospechado 30% que logró la Libertad Avanza en agosto también fue una preocupación para el peronismo, ante todo fue una muy mala noticia para Juntos, que ahora hace cuentas para saber cómo meterse en un hipotético balotaje. Algo que -por ahora- las encuestas no respaldan, asegurando que los que más chances tienen de entrar a esa segunda vuelta, son el candidato libertario y Sergio Massa.

Pero una seguidilla de triunfos en las provincias de parte de dirigentes que responden al radicalismo, también inclinó la cancha dentro de Juntos por el Cambio. Aunque a simple vista estos signifiquen triunfos para la fuerza opositora, mirando de cerca, el PRO se va quedando con muy poco y la UCR recobra su viejo poder.

Eduardo Valdés gobierna en Corrientes, Carlos Sadir gobernará Jujuy, Maximiliano Pullaro triunfó en Santa Fe, Leandro Zdero en Chaco y ahora se suma el triunfo de Alfredo Cornejo en Mendoza. Todos gobernadores de la UCR.

Carlos Sadir (Jujuy), Eduardo Valdes (Corriente), Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Leandro Zdero (Chaco)

Si a todo este escenario se le suma que la semana pasada legisladores radicales votaron junto al oficialismo para aprobar nuevas universidades públicas y que por esta misma razón, el expresidente Macri se trenzó contra dirigentes de la UCR, el cuadro comienza a tener color sangre. 

“Después de las PASO, en la primera semana, con tanta alabanza a Javier Milei le ha hecho mucho daño a Juntos por el Cambio. Ahora se ha callado un poco, y se ha ordenado bastante, así que espero que trabaje y apoye decididamente. En todo caso el problema no está en el radicalismo como él cree”, fue la respuesta que nació de parte del actual mandatario de Jujuy, Gerardo Morales, quien días atrás compartió un acto con gobernadores radicales y con Sergio Massa.

Otro de los que le salió al cruce al propio Macri fue el dirigente radical Emiliano Yacobitti, quien consideró que el ex mandatario le viene “faltando el respeto a la UCR hace rato”. 

Por todas estas razones, si Patricia Bullrich no logra meterse en el balotaje luego de un mal resultado en octubre, las chances de que Juntos continúe con la misma solidez, están agotadas. Por dos sencillas razones: el radicalismo recobra poder y ya no tiene que “pedir permiso”. Pero por otro lado, si Juntos es desplazado de tener chances de gobernar, su fuerza deberá tomar posición en un balotaje que definirá el destino del país: Massa o Milei. 

Es allí donde algunos radicales de ley ya advierten que -al menos- a “Milei no lo van a votar”. Pero en todo caso, la división de posicionamiento al interior de Juntos, no hará otra cosa que sacudirlo todo.