Este domingo se conoció la filtración de un chat de jueces, exagentes de inteligencia y empresarios para tapar un vuelo en un charter privado a Lago Escondido. El hecho tuvo lugar en octubre de este año donde participaron jueces, funcionarios y empresarios donde se reunieron con Mauricio Macri, en la mansión del multimillonario inglés, Joe Lewis.
El escándalo involucra a los jueces Mahiques, Ercolini y Yadarola, Marcelo D’Alessandro, ministro de Seguridad de CABA y Jorge Rendo, segundo de Magnetto. Asimismo, estuvo presente Julián Leuda, jefe de Asesores de Alberto Fernández.
La información fue publicada por Tiempo Argentino y el Cohete a la Luna luego de recibir una filtración realizada por hackers en el sitio https://breached.vc/, según publico el propio Cohete a la Luna.
El hackeo se realizó en el teléfono del Ministro de Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro. Los chats publicados son de un grupo de Telegram creado el 17 de octubre pasado como una suerte de comité de crisis después que trascendiera el encuentro que habían tenido en Lago Escondido.
El grupo llamado “Operación de Página/12”, fue ese medio el que reveló el encuentro secreto, fue creado por Pablo Casey, director de Asuntos Legales e Institucionales del Grupo Clarín y sobrino de Héctor Magnetto, y lo integran Jorge Rendo; los jueces Pablo Yadarola, Julián Ercolini, Pablo Cayssials y Carlos «Coco» Mahiques; el ministro de Seguridad de CABA, Marcelo D’Alessandro; el exjefe de Legales de la SIDE y dueño de una consultora de medios Tomás Reinke y Leo Bergot, quien en realidad es el exhombre de la SIDE Leonardo Bergroth.
En el, los jueces federales Pablo Yadarola, Carlos Mahiques, Julián Ercolini y Pablo Cayssials acordaron mentir que ellos habían pagado por su viaje a Bariloche, y por su alojamiento en Lago Escondido, y ocultar que fueron transportados en helicóptero al centro de esquí.
Durante los chats, se ensañaron con quien habría informado de aquel encuentro: el jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), José Glinski. “Dame el gusto de ir a buscarlo con un patrullero nuestro que lo hago cagar”, propone textualmente el ministro de Seguridad de CABA, Marcelo D´Alessandro.
“Estoy caliente y motivado para hacer la denuncia penal al puto de la PSA. Conténganme porque se me acaba la paciencia!”, se desata el juez de la Cámara de Casación, Carlos Mahiques.
Después, se preocupan por cómo desmentir el encuentro: “Difícil de explicar que todos juntos fuimos a otro lado sin dejar cabos sueltos”, reconoce Ercolini. “Puedo conseguir una casa a la que fuimos a Bariloche. Es de un amigo que puede decir que nos la prestó”, sugiere su colega Cayssials.
Además, los jueces se preocupan por presionar a distintos medios de comunicación para que no cubran el tema e incluso buscan presentarse como víctimas de un espionaje ilegal. Entre los periodistas que acuerdan contactar se encuentra Julián Leunda, a quien se refieren como enlace con Fabián de Sousa, responsable de C5N y jefe de Asesores de Alberto Fernández. Según los magistrados y operadores mediaticos, Leuda se prometió que la señal de noticias no destacaría el tema.
Por último, en los mensajes que se cruzaron por Telegram apuntar a condicionar a la fiscal federal subrogante de Bariloche, María Cándida Etchepare, para que envíe la causa a los tribunales federales de Capital Federal, en Comodoro Py.