Macri o Riquelme: lo que deberá elegir el hincha de Boca 

Este año habrá elecciones en el club y la gestión Ameal-Riquelme tendrá que enfrentar una lista en la que participará Mauricio Macri. La amenaza que significa ir por la ley de sociedades anónimas deportivas y los logros y deudas de la nueva administración xeneize. 

En diciembre de 2019, Juan Román Riquelme volvió a Boca. Ya no como el artífice de pases imposibles y tiros libres legendarios, si no como vicepresidente segundo de una lista que destronaba al oficialismo que gobernaba el club desde hacía 25 años. Estamos hablando del macrismo.

Desde entonces, Boca vivió sucesivas “crisis”, según algunos medios de comunicación abiertamente enemigos de la nueva gestión. Sin embargo, desde los fríos números, el club de la ribera ya consiguió más títulos (6) en casi cuatro años, de los que pudo cosechar la administración del expresidente Daniel Angelici (4). 

Lo cierto es que el presente de Boca es incierto, con una seguidilla de técnicos que no pudieron encontrarle la vuelta al equipo, entre ellos ídolos del club, como Sebastián Battaglia y Hugo Benjamín Ibarra. Para decirlo sencillamente: Boca juega muy mal y eso impacta emocionalmente en los socios, que tendrán que votar a finales de este año para renovar la gestión Ameal-Riquelme, o elegir por otras listas ligadas al macrismo. 

Para colmo de males, la copa libertadores (la gran obsesión de todo el mundo Boca) sigue sin poder conseguirse. 

Ahora, con el anuncio de que Mauricio Macri participará de alguna forma en las futuras elecciones, el panorama se aclara: el expresidente quiere volver al club luego de haber renunciado a ser candidato en la política tradicional. Lo más probable, es que el principal eje de su campaña se agote en buscar dañar la imagen de Riquelme, a quien ya lo trató de “autoritario”. 

“Voy a participar sin duda”, dijo la semana pasada Macri en declaraciones a Radio Rivadavia. Si bien no precisó qué rol ocupará en las listas, muchos se imaginan que podría acompañar la lista que podría encabezar Andrés Ibarra, ex funcionario relacionado al empresario. El pasado 3 de abril, cuando Boca cumplió 118 años, se los vio juntos en un video. 

Si bien desde que Riquelme llegó al Club, la bombonera tuvo remodelaciones constantes, se avanzaron varias obras en todo el predio de la Boca y se fomentó como nunca antes el fútbol femenino -entre otras cuestiones- la mala racha futbolística del club (que tampoco puede catalogarse de “crisis”) termina por ganar la opinión del hincha promedio. 

Y en ese río revuelto, vale aclarar también, se olvida fácilmente quiénes son los que quieren regresar a la institución azul y oro. 

Dejar de ser un club de fútbol 

“Si en Boca llega a ganar el PRO y los aliados que tiene a nivel nacional, van a ir por todo por la ley de sociedades anónimas deportivas”, le confió un integrante del club a este medio. 

Esa ley permite que los clubes desaparezcan tal y cual los conocemos y se transformen en algo más parecido a una empresa. Es lo que ocurre con la mayoría de los clubes de Europa, en donde mega multimillonarios compran las entidades y se adueñan de cualquier decisión. Es decir, el poder de los y las socias, ya no existe, así como tampoco cualquier actividad social del club. 

Si hay algo que caracteriza a Boca, más allá de cualquier logro deportivo, es su gente. Coartar o directamente eliminar la posibilidad de que sus socios sean parte de las decisiones y que Boca brinde actividades sociales, sería una amenaza directa a la identidad del club. 

Si en Boca llega a ganar el PRO, van a ir por todo por la ley de sociedades anónimas deportivas

Por otro lado, desde la gestión Ameal- Riquelme se sinceran respecto a otras de las polémicas que se instalaron mediáticamente: la posibilidad de construir un estadio nuevo, desplazando a la mítica Bombonera.  “Hacer un estadio nuevo como propone Macri – Ibarra, es directamente quebrar el club, porque es impagable”, sostienen, estimando que la construcción podría rondar en 400 o 500 millones de dólares. “Es decirle a un grupo empresario, con socios locales por supuesto, ´quédense con el club´”, agregan.  

En ese sentido, desde la actual gestión del club de la ribera, no dudan en que los socios locales estarán relacionados al macrismo y a otros grupos empresariales, como el Grupo Clarín. Es decir, negocio perfecto para quienes pueden administrar desde adentro y cobran desde afuera.

En diciembre del año pasado, Riquelme presentó su propia agrupación -Soy Bostero- y en ese acto no escatimó en metáforas: “En un año vamos a tener elecciones nuevamente. Yo les he pedido hace tres años que teníamos que ser 40.000. En la que viene no tengo dudas de que vamos a ser 50, 55… Porque somos demasiados los hinchas de nuestro club”.

Por otro lado, esa noche en el “patio de su casa”, recordó en una simple frase lo que para él fue la gestión pasada y lo que ha conseguido Boca en solo tres años:

“Este club es de todos ustedes y yo soy un hincha más. Y lo único que quiero que sepan es que volvimos a ser un club de fútbol. Yo me hice hincha de este club gracias a mi papá, que de chiquito me hizo bostero. Yo soñaba con jugar en la Bombonera. Y hace tres años que la Bombonera volvió a ser la cancha más linda del mundo”.