Javier Milei tiene un plan para su gobierno, en caso de triunfar en las elecciones de este año. Consiste en un fuerte ajuste fiscal, una apertura de las importaciones, la eliminación del Banco Central y otras medidas como el recorte de programas sociales y la prohibición de piquetes y cortes en las calles en base a mano dura desde las fuerzas de Seguridad.
Por supuesto, también pone sobre la mesa la posibilidad de dolarizar el país, como lo viene repitiendo en varios canales de televisión.
El anticipo de su programa económico y político se dio este lunes en un almuerzo con directivos de grandes empresas del país, el cual tuvo lugar en el Yatch Club de Puerto Madero.
De la comida participaron importantes figuras como Juan Nápoli, titular del Banco de Valores; Cristiano Rattazzi, ex presidente de Fiat Argentina, Martín Cabrales, vicepresidente de la firma familiar de café que lleva su apellido; Adrián Werthein, del Grupo Werthein; Germán Neuss, a cargo de un fondo de inversión; el farmacéutico Sebastián Bagó; el economista Agustín Monteverde y Diego Costantini, entre otros.
El candidato de Avanza Libertad puso el eje principalmente al déficit fiscal y desde allí volvió a hablar en contra del rol del Estado en la economía. “El mercado lo resuelve con propiedad privada y libre mercado, mientras que el Estado lo resuelve con déficit fiscal, que hizo que a lo largo de los últimos 122 años, en 112 hayamos tenido déficit fiscal. Tuvimos 22 crisis, de las cuales 20 tuvieron origen fiscal”, expresó.
Sin embargo, los Ceos presentes en el almuerzo no aplaudieron hasta que Milei detalló su plan de gobierno, el cual -en esencia- consiste en ajuste y medidas que podrían ser complejas de aplicar en un país con tantas movilizaciones como lo es la Argentina.
El economista consideró fundamental hacer un recorte en el gasto y en la obra pública, habló de eliminar las “transferencias discrecionales”, así como también consideró que hay que ir por una baja importante de los impuestos a las empresas.
En esa línea, volvió a hablar de flexibilizar el mercado laboral, de una apertura de la economía y volvió a mencionar la polémica medida de eliminar el Banco Central “para avanzar con un mecanismo de competencia de monedas”, el cual terminaría en una dolarización.
Curiosamente, ni los empresarios presentes ni el propio economista, discutieron sobre cómo resolver los grandes problemas que tiene hoy el país: resolver el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aliviar la fuerte inflación que golpea a la gente.
A su vez, Milei aseguró tener un “plan para manejar la calle en este escenario de fuertes reformas estructurales”, el cual no sería más que reforzar las seguridad para prohibir piquetes y cortes.
En ese sentido, habló despectivamente de las organizaciones sociales -a las cuales denominó “gerentes de la pobreza”- y dijo que terminaría con la intermediación entre el Estado y estas. Al finalizar, aclaró que su idea es ir progresivamente recortando los programas sociales hacia la población más vulnerable del país.
El candidato aseguró que el país necesita “un cambio rotundo y de rápida aplicación” y “gente con la convicción para hacerlo”.
Ayer, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aclaró nuevamente que no será candidata en las próximas elecciones, lo que generó un sismo en el oficialismo. Sin la figura de la dirigenta con mayor caudal de votos, ahora las miradas se posan sobre el ministro de Economía Sergio Massa, aunque también danzan otros nombres, como el del ministro del Interior “Wado” De Pedro y Daniel Scioli.
De haber PASO, en la interna del Frente de Todos también competirían el dirigente social Juan Grabois y Agustín Rossi.