Por qué el Congreso volvió a cajonear la Ley de Humedales

A horas de debatirse nuevamente la Ley de Humedales en Comisiones, los jefes de bloque de Diputados suspendieron el plenario donde se iba a dictaminar la ley. Entre presiones y falta de voluntad política, el 21% del territorio nacional sigue aún desprotegido.

El lobby pudo más, otra vez. Convocan para una gran marcha este jueves a las 9 de la mañana.

Hace una semana  en plenario de comisiones de Recursos Naturales no logró dar dictamen al proyecto. Tras varias horas de discusión, el diputado nacional Leonardo Grosso anunció la decisión de los legisladores de pasar a un cuarto intermedio hasta este jueves 29 a las 10 am para la firma del dictamen sin debate, ya que el mismo “se dio el año pasado”, señaló la bancada del Frente de Todos. Ahora las noticias son una nueva prórroga de una ley que trajo muchas tensiones.

El proyecto de ley presentado por novena vez en el año, tenía esta vez el guiño de más de 535 organizaciones, asambleas, grupos y movimientos ambientales y sociales del país, que le llaman el “proyecto consensuado”, ya que “construye sobre lo generado en más de 10 años de trabajo y deliberación entre el sector científico, académico y de organizaciones de la sociedad civil”, argumentan.

El proyecto consensuado que presentaba el referente del Movimiento Evita, se diferencia de anteriores intentos de ley como la presentada  el 11 de julio, en el marco de la asamblea ordinaria del Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema), por el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, donde se habían modificado artículos clave para la garantía de la protección de dichos ecosistemas. 

Estos artículos reducían el alcance territorial de la norma, no prohibían las fumigaciones en humedales, excluían la posibilidad de su restauración, la flexibilización en la realización del inventario, el desconocimiento del principio precautorio y la limitación de la participación ciudadana.

Los legisladores cedieron nuevamente a las presiones de los sectores del agronegocio y minería.

Distintas razones, mismos opositores

El reclamo volvió a tomar relevancia en agenda  luego de que miles de personas marcharan al puente Rosario-Victoria en pedido de que cesen ya las quemas en el Delta, tras meses sin poder respirar en varios puntos de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires

Tras la reactivación del proyecto de ley demandado hace más de 10 años, la jugada de Juntos por el Cambio fue la de rechazar o modificar el proyecto. En primera instancia, el diputado y ex ministro de Agricultura del gobierno de Macri, Ricardo Buryaile, intentó un vago consenso, al que Grosso rechazó.

El legislador macrista se opuso abiertamente al proyecto de ley de humedales presentado, y convocó a la comisión de Agricultura de Diputados, la cual preside, para que expongan “especialistas” vinculados al campo para consensuar su propio texto, y seguir negociando con el oficialismo. Entre los especialistas  previstos estaba la ministra de Ambiente de Jujuy, María Inés Zigarán,  representantes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), de la Asociación Forestal Argentina (AFOA) y de la Alianza del Pastizal.

Sin embargo Buryaile dijo que la Ley de Humedales “no soluciona el problema de los incendios” en el Delta del Paraná y negó que los ganaderos sean responsables de estas quemas

Sumada a las históricas presiones de las corporaciones del agronegocio, la megaminería y del sector inmobiliario, se suman otras propias del ámbito político. Los voceros de ellas parecieran ser los “federalistas”, quienes sostienen que la regulación y gestión de los recursos naturales es una competencia provincial, por carácter constitucional. Uno de los máximos voceros de eso es el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quién ha logrado instalar dicha confrontación a partir del fortalecimiento de su provincia, y de todo el Norte Grande por la tenencia del futuro energético.

En esa línea, el histórico líder radical dijo que  el proyecto presentado “avanza sobre una cuestión que es la soberanía y la independencia de las provincias en un país que es federal, que son las que tienen que aplicar políticas públicas” sobre ese tema.

Por otro lado,  dijo que “un exceso en esa normativa podría, por ejemplo, impedir que se siga desarrollando la minería del litio, tan necesario para las energías renovables”. 

Así, se visibilizó una vez más el impacto del fuerte lobby del poder concentrado hacia los legisladores nacionales, en especial hacia los diputados opositores. Otra vez la Ley de Humedales tendrá que esperar, en medio de incesantes incendios, ciudades bajo el humo y una pérdida incalculable de biodiversidad.

Por esta razón, convocan a marchar este jueves a las 9 hs hacia las puertas del Congreso.