Qué dijeron organismos de DDHH sobre el envío del Ejército a Rosario

El presidente se juega para combatir el narcotráfico enviando gendarmes a la ciudad de Rosario. También se sumarán efectivos de las fuerzas armadas. Los cuestionamientos de los organismos de derechos humanos.  

Desde el ataque al supermercado de la familia política de Lionel Messi se encendieron las alarmas en el gobierno sobre el nivel de violencia que vive la provincia de Rosario. Hubo que esperar que este hecho tome trascendencia mediática tanto local como internacional para que se tomen cartas en el asunto.

El lunes por la tarde el presidente Alberto Fernández transmitió en un escueto video un mensaje donde anunció que enviaría a la ciudad de Rosario unos 300 efectivos que se sumarán a los que ya están desplegados en la zona. Con este nuevo contingente se completará la cifra de 1400 gendarmes. 

A su vez también anunció el envío de un grupo del Ejército para cumplir tareas de urbanización. “Vamos a invertir lo que sea necesario, no nos vamos a quedar quietos. No pueden amenazar al pueblo. No se puede vivir con el corazón en la boca. La estructura narco fue ganando espacio”, planteó.       

Esto último generó mucha preocupación en los organismosorganismo de derechos humanos. Unas de las primeras voces en plantear críticas fue el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). “La guerra contra el narcotráfico como consigna y como política fracasó en el mundo. Se demostró que lo único que logra es escalar los niveles de violencia sin solucionar ninguno de los problemas”, expresaron por las redes sociales

El mismo organismo instaló la duda acerca de cuán efectiva puede ser está política de guerra contra el narcotráfico y agregaron: “Si van a estar orientadas a perseguir las manifestaciones más violentas de estos mercados, nos parece que seguiría una política criminal adecuada. Si van a estar orientadas a la lógica de la guerra contra el narcotráfico, como la que se viene haciendo hasta ahora, simplemente apunta a llenar la cárcel de personas que ocupan lugares muy menores en las estructuras del crimen organizado”. 

Lo cierto es que el gobierno se pone en la postura de mano dura que esgrimiera hace unos días la candidata  Patricia Bullrich, la abanderada de la lucha contra el narcotráfico, quien había dicho que había que “usar todas las fuerzas para recuperar la ciudad del dominio narco”. 

Todos los organismos han tenido desde siempre la postura de no mezclar las fuerzas armadas con las de Seguridad, ya que no están destinadas a realizar constitucionalmente tareas dentro de territorio nacional, sino más bien preparadas para la tareas de defensa exterior. 

Otra de las voces que salió con firmeza a cuestionar la medida fue la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.Las fuerzas armadas tienen que estar en los cuarteles”, afirmó, tras rectactarse de una anterior declaración, aduciendo que no sabía bien en que consistia la politica que iba a llevar adelante el gobierno nacional.

Otras de las voces que se con fuerza se levantaron para cuestionar la política de guerra contra el terrrismo fue el diputado de la provincia de Santa Fe, Carlos del Frade,  quien se despachó diciendo que ahora el presidente Alberto Fernandez cae en la política que baja del gobierno de los Estados Unidos, una que según el legislador ha fracaso en todo el mundo y  desde los noventa con el resultado de “decenas de miles de personas muertas y cada vez más narcotráfico, lavado de dinero y control social sobre las juventudes”.

“Esto no hace más que agravar y sobredimensionar lo que sucede en los barrios”, dijo y agregó que en la Argentina no existen carteles narcos, sino que lo que hay son bandas narcos policiales, y que el problema de rosarios que hace 40 años que no se quieren acabar con estos nichos de corrupción. 

 

Otra de las que se despachó contra el gobierno con contundencia fue la diputada del Frente de izquierda Miryan Bergman.  “A esto lo podés abordar como un problema de seguridad, o como un problema integral. Si vos legalizas, se termina el negocio. Ahora, esa legalización tiene que ir acompañada de fondos necesarios para todo aquel que tiene consumo problemático”, manifestó.

Como también hizo hincapié en los casos de México y Colombia, que al aplicarse la politica del la guerra contra el terrorismo esto derivo en mayor vieloncia en las calles, y un incremento del fenomeno. 

Esta no es la primera vez que se envían fuerzas federales al Rosario para combatir los nichos de narcotráfico, más bien es una política recurrente que hasta ahora no ha dado resultado en las ocasiones anteriores. 

La trama de la política que está involucrada con estas poderosas bandas que actúan con total impunidad, han hecho de Rosario la capital del narcotráfico. La pregunta que se instala es si será realmente efectivo saturar con más fuerzas federales el problema, que hasta entonces no ha tenido mayores resultados.