El 13 de abril de 2016, Cristina Fernández de Kirchner reapareció por primera vez luego de que Mauricio Macri triunfara en las elecciones, un año antes. Fue un discurso improvisado, en un escenario improvisado, bajo una verdadera multitud en las puertas de los Tribunales de Comodoro Py.
La reciente expresidenta había ido a declarar por la causa “Dólar Futuro”, y allí soltó una frase particular hacia las miles de personas que la aguardaban bajo la lluvia: “Quiero que la gente vuelva a ser feliz en la Argentina”. Una que volvería a repetir casi de forma idéntica seis años después.
Además, en ese mismo discurso ya se pudo conocer la primera propuesta electoral de la exmandataria, cuando mencionó la necesidad de conformar un “frente ciudadano”. Finalmente aquello concluyó en la marca conocida: “Unidad Ciudadana”. Que aunque terminó derrotada, insertó otra vez a Cristina Fernández en la vida política y la preparó para abrir nuevas expectativas para las elecciones presidenciales de 2019, dos años después.
Pero, como ya sabemos, la ex presidenta eligió un camino imposible de adivinar: se autoimpuso como candidata, pero no para presidenta, si no para vice. El elegido fue Alberto Fernández, quien hasta ese entonces no entraba en los planes de casi nadie.
Funcionarios que no funcionan
Sin embargo, hubo un segundo discurso. Un año y medio después de aquel episodio que logró recuperar el poder para el peronismo, Cristina volvió a hablar. Sucedió en diciembre de 2020 y esta vez no fue en un activo masivo, debido a la pandemia del Covid-19. En ese plenario del Frente de Todos, celebrado en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata, la vicepresidenta sinceró su posicionamiento con el Poder Ejecutivo e inauguró la primera gran crisis interna en el frente oficialista.
“Todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora, vayan a buscar otro laburo, necesitamos gente que los sillones que ocupan sea para defender definitivamente los intereses del pueblo”, apuntó la expresidenta, en relación a los denominados “funcionarios que no funcionan”.
Sin irnos de tema, desde aquel discurso a la fecha, las diferencias dentro del Frente de Todos se hicieron notables y tocaron puntos de extrema tensión (la renuncia masiva de funcionarios kirchnerista y el tironeo por el exministro de Economía, Martín Guzmán, son solo un ejemplo). Actualmente, parece existir una especie de “paz armada” a partir de la asunción de Sergio Massa como superministro de Economía.
“Voy a hacer lo que tenga que hacer”
Ahora sí, llegamos al presente: el tercer discurso que podría volver a marcar un nuevo rumbo en la vida política de Cristina Fernández y de casi todo el peronismo, se dará este jueves 17 de noviembre, en La Plata, en el marco del Día de la Militancia.
Hay muchos motivos para creer esto. En primer lugar, la situación del país, con una inflación récord que podría tocar los 100 puntos interanual en diciembre y un escenario social que no parece calmarse por más bonos de fin de año que se anuncien.
En segundo lugar, la lenta y dolorosa reacción del Poder Ejecutivo en manos de Alberto Fernández, ante un país que duele.
Y como tercer punto, también estarán los motivos personales de la propia vicepresidenta, quien sufrió un intento de asesinato el pasado 1 de septiembre y cuya causa judicial, no avanza. Por otro lado, la que sí avanza, es la causa Vialidad, por la cual el fiscal Diego Luciani pidió 12 años de prisión para la ex mandataria.
“Yo voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo pueda organizarse en un proyecto de país que recupere la ilusión. Éramos un pueblo alegre en 2015. Volvamos a recuperar la alegría de que el sueldo alcanzaba, que había trabajo y que había futuro”, expresó Cristina en su última aparición pública, durante un plenario de la UOM en Pilar.
Muchos y muchas sostuvieron que aquella frase y el acto masivo que se espera en el Estadio Diego Armando Maradona, son pruebas contundentes de que la ex mandataria piensa jugar en 2023, o que -al menos- tendrá un rol protagónico.