Qué es el REPROCANN, para qué sirve y cuál es su situación en el país

Se cumple un año del primer registro argentino de cultivadores y usuarios del cannabis medicinal. Con más de 75 mil solicitudes presentadas, de las cuales ya hay 40 mil aprobadas, el programa se propone cambiar el paradigma nacional y abre las puertas a una nueva industria. 

A un año del REPROCANN: los desafíos para garantizar los derechos para el uso del cannabis medicinal
A un año del REPROCANN: los desafíos para garantizar los derechos para el uso del cannabis medicinal

Durante el último tiempo, la región ha avanzado hacia la despenalización de la producción y consumo del cannabis medicinal para los usuarios que lo necesiten. Hoy, Argentina es uno de los países que más crecimiento del cultivo legal ha registrado gracias a la inclusión del Registro Nacional del Programa Cannabis (REPROCANN). Este 12 de marzo se cumple un año desde su aprobación, pero ¿Qué es? ¿Para qué sirve y cómo se obtiene?

Diversos son los usos y aplicaciones del cannabis, pero la que más ha resonado en la región tiene que ver con su faceta medicinal, que tuvo una gran aceptación durante los últimos años por la gran cantidad de casos en los que mejoró la calidad de vida de los usuarios. Esa misma fuerza permitió que el Congreso de la Nación terminara aprobando el proyecto de la Ley 27.350

Entre los puntos más altos de la ley, se logró constituir un registro de todos los usuarios medicinales cuya solicitud sea presentada por un médico asociado. El mismo ya tiene más de 40 mil usuarios y 75 mil solicitudes, a las que se les autoriza el cultivo de nueve plantas en fase de floración, el traslado de hasta 40 gramos de flores secas y hasta cuatro goteros de aceite. 

Otro de los objetivos destacados por la ley está dedicado a la investigación de sus usos, ya sea por laboratorios o centros educativos, con el objetivo de impulsar cultivos nacionales y la intención de desarrollar una industria que acompañe la necesidad medicinal.  

Lucha de las madres y creación del REPROCANN

Una vez más, quienes supieron impulsar la creación de este programa a nivel nacional fueron las madres de aquellos usuarios del cannabis medicinal. Obligadas a cultivar la medicina para sus hijos e hijas de forma clandestina, miles de mujeres del país se fueron asociando a organizaciones cannábicas para impulsar la despenalización.

Desde allí supieron organizarse para convertirse en la principal resistencia a la prohibición y -aunque aún falta un largo trecho- ya tuvieron su primer reconocimiento por parte del Estado argentino. 

La creación del Registro Nacional del Programa Cannabis (REPROCANN) ha significado un alivio y así lo contó una de ellas. Se trata de Fernanda Cannut, Presidenta de la ONG Cannabis Medicinal Río Negro (CAMERN), quien en diálogo con ARGMedios explicó: “La llegada del Programa significa poder salir de las ilegalidades porque vino a darnos un marco legal a todos los pacientes”. 

La dirigenta de la organización, que fue una de las nueve en formar el Consejo Consultivo que asesoró a Nación en la Ley 27.350, explicó sus sensaciones: “Somos las mujeres que parimos a nuestros hijos y  no dejamos nunca de cuidar, maternar y transformar esta sociedad en búsqueda de cambios. Una madre hace todo por ver bien a su hijo”. 

La sanción de leyes para el cultivo legal nació de la lucha de madres que producían clandestinamente para el bienestar de sus hijos e hijas

Urgencia medicinal y legalización

La que explica esta necesidad medicinal en el país es la odontóloga inscripta en el REPROCANN, Mariana Ríos, quien también charló con este medio y destacó la importancia de darle curso a la aplicación de medicinas alternativas: “Los tratamientos convencionales llevan farmacológicos con medicamentos sintéticos que a veces no solo no cumplen su función sino que le agregan a la persona efectos secundarios graves, ocasionando a veces la muerte”.

Además, la profesional de la salud explicó: “Muchos de mis pacientes (incluso los de patologías más violentas) han dejado de tomar la medicación” y asegura que “han logrado sustituirla por la utilización de la dosis requerida de aceite medicinal”.  

Dentro de las patologías más tratadas por Ríos se encuentran el Bruxismo, Dolor Crónico ocasionado por la neuralgia del trigémino y enfermedades reumáticas como son la  artritis o la artrosis. Pero lo cierto es que en la actualidad, son infinitos los casos que pueden ser tratados con cannabis medicinal

Son tantos los usos, que se ha generado un debate sobre cuál es el lugar que tiene el consumo recreativo dentro de la medicina. En ese sentido, Ríos explica: “El consumo recreacional no está contemplado dentro de lo que es cannabis medicinal, pero me parece que no hay que separar la parte recreativa de la medicinal, la planta entera es terapéutica”.

Esta confusión, que aún no se ha aclarado del todo, es la que hace que muchas personas no sean conscientes de sus patologías, por no considerarse el uso recreativo dentro de los usos medicinales. “Hay gente que ni siquiera lo sabe y piensa que fuma solamente por diversión, pero en realidad está tratando la ansiedad o los trastornos del sueño o alimenticios que desembocan en otras patologías”. 

Los derechos que tienen las personas que cultivan legalmente

Importancia legal y respaldo al cultivador

Una de las profesionales de la comunidad cannabica argentina que ha brindado claridad acerca de la situación en el país es María Luz Juliano, abogada y activista quien desde su cuenta de instagram (@flowdeneptuno) se ha dedicado a asesorar a cientos de usuarios que quieran inscribirse en el Reprocann durante el último año.

Para Juliano, se trata de un programa “histórico y fundamental, ya que es la única herramienta que tienen los usuarios y cultivadores de cannabis para defender sus derechos ante alguna situación”. A un año de su implementación, considera que “el balance es súper positivo en el movimiento cannábico y ha permitido progresar a pasos agigantados”. “Miles de personas pasaron a ser legales y dejaron de tener miedo, ser estigmatizados o perseguidos”, sostiene en diálogo con ARGmedios. 

Sin embargo, hay algunos oscuros dentro de su aplicación, más que nada en relación al accionar policial cuando se encuentran con estos cultivadores autorizados.  “Hay muchos testimonios de usuarios medicinales a los que se les han retenido sus flores, que han sido demorados por horas e incluso hay algunos que actualmente están detenidos”, explicó Juliano. 

Según la activista, quien está trabajando en un sistema  de estadísticas para tener un mejor conteo de este tipo de situaciones, los casos donde más se ha registrado abuso policial se dieron en las rutas nacionales. “Lo más seguro es el viaje en los aeropuertos, porque la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) es la que más informada está al respecto”, aseguró. 

Sin embargo, Juliano reconoció: “En muchos casos podemos decir que la policía, al ver el registro, actúa correctamente, es respetuosa, educada y hace las cosas bien. Saben muy bien que ante un usuario registrado no pueden ni detenerlo, ni iniciarle una actuación, solamente dejarlo seguir su camino libremente”, aunque inmediatamente aclaró: “Pero hay otra mitad de la policía que sigue maltratando, sobre todo si son jóvenes y si tenés tatuajes, rastas o gorrita”. 

En aquellos casos en que los usuarios se crucen con las autoridades policiales durante un viaje o se presenten en el domicilio, la abogada explicó: “Inmediatamente hay que informar y poner a disposición los papeles, la autorización y dar información sobre lo que es la ley de cannabis. Si aún así, se procede con el incautamiento de flores o el maltrato, se aconseja hacer la denuncia directamente en la fiscalía. No es recomendable ir a la comisaría a denunciar a un policía. La denuncia puede ser en persona o por mail”. 

En estas oportunidades, lo importante para Juliano es “denunciar abuso policial, violencia institucional y mostrar los papeles que avalan el transporte o tu cultivo. Ahí mismo se debería archivar la causa y devolver las cosas. Lo más lógico sería que haya una capacitación obligatoria al Poder Judicial y las Fuerzas de Seguridad”, pero lo cierto es que todavía no se ha avanzado al respecto. 

A un año de su puesta en marcha, el REPROCANN ha constituido una herramienta fundamental para los cultivadores y aunque aún hay muchas lagunas en su aplicación y un largo trecho por recorrer, se ha dado un primer paso en la desestigmatización de los usuarios y un gran paso en el reconocimiento de los derechos frente a las autoridades policiales.