Un sector del campo exige más medidas para evitar el aumento de los alimentos

Desde el movimiento de pequeños productores plantean tres propuestas para sumar al desacople de precios que prepara la Secretaría de Comercio. El efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania en la inflación.

La guerra se presencia, se escucha y se llora en Ucrania, pero ya tiene efectos en gran parte del mundo. Las sanciones económicas que impusieron las principales potencias de Occidente —con Estados Unidos a la cabeza— intentan desalentar la invasión militar del gobierno ruso, pero están logrando un efecto rebote inesperado. 

El encarecimiento del petróleo y el gas, principalmente, activaron una disparada a nivel global y es hoy uno de los principales dilemas europeos, donde cerca del 40% del gas proviene de Rusia.  Pero los efectos no solo sacuden al viejo continente: también golpean a Estados Unidos y Latinoamérica. En Argentina, el aumento de precio se reflejó en los alimentos y eso activó todas las alarmas del gobierno. 

Si hasta ahora la inflación ya era uno de los principales problemas para los argentinos y las argentinas (en el marco de niveles de pobreza que superan el 40%), la escalada de los principales commodities a nivel global podría generar un serio problema para la economía del país. Principalmente en el aumento de algunos productos básicos para la producción y la dieta de la población, como la harina. Pero la exportación de alimentos más caros se festejó con algarabía en los despachos del sector agroexportador, que venía amagando con impulsar nuevas protestas frente al aumento de las retenciones que delineó el Estado. 

¿Qué es desacoplar los precios?

Ante esta nueva adversidad, una primera medida busca amortiguar un acelerado proceso de aumento de precios. Se trata del intento por “desacoplar” el valor doméstico de los alimentos de su precio a nivel internacional, una idea que impulsa el Secretario de Comercio Roberto Feletti. La iniciativa apunta a la creación de un fideicomiso de 800 mil toneladas de trigo, para intentar abastecer a los grandes proveedores y productores locales. La meta es que este fondo pueda cubrir las necesidades hasta el 31 de enero de 2024.

Según pudo saber ARGMedios, esta medida busca “garantizar el abastecimiento y precio de alimentos básicos como son los fideos secos y harina”, los cuales están comprendidos dentro del programa de Precios Cuidados.  “Ya se venía trabajando desde antes sobre el tema. La lógica es que si vos no destinás un sector de la producción al mercado interno, es imposible sostener el precio del trigo (atado a precios internacionales). Mucho menos para los productos incluidos en Precios Cuidados. Lo que hacés con estas 800 mil toneladas es garantizar el abastecimiento de harinas 000 y fideos secos en Precios Cuidados durante todo el año. Ya funciona con el aceite y lo que hace es desvincular de los precios internacionales”, indicaron desde la Secretaría de Comercio de la Nación.

Aún así, desde el ministerio de Agricultura que conduce Julián Domínguez habrían descartado medidas similares, como por ejemplo, cupos de exportaciones o modificación de las retenciones. También se desconoce si otras áreas se sumarán para atacar el problema de forma integral. Lo cierto es que el futuro del gobierno se juega quizás en dos puntos centrales: un acuerdo exitoso con el Fondo Monetario Internacional (FM) y un control efectivo y real de los precios. 

Tres propuestas de pequeños productores

El movimiento de los pequeños productores y productoras del país volvió a exponer las falencias del actual modelo del agronegocio e instaló propuestas para salir de la crisis. “Pequeños productores y productoras, trabajadores rurales y familias campesinas e indígenas de todo el país vemos con preocupación la reciente escalada de precios que han sufrido nuestros alimentos y los costos de producción”, sostuvieron desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos Rural (MTE), al tiempo que señalan como grandes beneficiarios a  “las empresas multinacionales que especulan y lucran ganando millones de dólares haciendo fluctuar los precios internacionales de los commodities”. 

La organización que reúne a productores rurales de todo el país sostiene que la especulación del mercado no permite que Argentina aproveche su posición privilegiada como uno de los principales productores de trigo en el mundo, y consideran urgente que el Estado “construya una política agropecuaria que protege a los pequeños productores y garantice alimentos sanos y precios populares”.

Para ello proponen “avanzar cada vez más en la producción de alimentos básicos por parte del estado”, así como aumentar “la capacidad de procesamiento estatal de forma regional”, algo que el gobierno nacional amagó con realizar a partir de la creación de una empresa Estatal de alimentos.  

Por otro lado, desde el MTE Rural acompañan la propuesta oficial del desacople de precios, pero advierten que es importante “intervenir desde el Estado en la compra de las materias primas que se producen en el país. Debemos retomar experiencias históricas como una junta nacional de granos o mecanismos como los que hoy tienen Australia o Estados Unidos”.

Como último punto, sugieren una “mayor intervención del Estado en el comercio exterior a partir de construcción de nuevas herramientas estatales como de recuperación y puesta en valor de la estructura hoy ya disponible”.  Por ahora, el gobierno de Alberto Fernández confía en que el fideicomiso que se prepara para garantizar un stock de trigo para todo el año sea suficiente. El resultado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, así como de las sanciones de Occidente, serán un factor clave para saber si esto finalmente será así.