Por estas horas, al interior de Casa Rosada se respira un aire tenso. La entrevista que dio ayer la vicepresidenta Victoria Villarruel, volvió a alimentar un fantasma que acecha hace tiempo al presidente Javier Milei: la posibilidad de que su vice desarrolle un poder propio y hasta se prepare -por si acaso- a ocupar su lugar algún día.
De hecho, entre las varias frases que ayer dejó Villarruel en la primera entrevista televisiva que accede desde que llegó a la vicepresidencia, estuvo precisamente esa: que desea poder llegar al Sillón de Rivadavia.
Pero lo que ahora alteró también los ánimos del oficialismo fueron sus inesperadas declaraciones respecto al rol de las Fuerzas Armadas para asuntos internos del país. De forma sorpresiva, Villarruel se mostró en desacuerdo con la propuesta que agita la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y el ministro de Defensa, Luis Petri. Dos áreas que la vicepresidenta deseaba controlar y que Milei decidió quitárselas.
“No estoy de acuerdo, lo dije en campaña y lo sigo sosteniendo. La función de las Fuerzas Armadas no es combatir a civiles, creo había quedado claro con el tema de los 70. El narco es un civil para el derecho. En los 70 se combatió al terrorismo, ¿dónde están los que lo combatieron? Presos”, expresó durante un diálogo con Jonathan Viale, para el canal TN.
Villarruel también sorprendió al desafiar la mirada de Milei respecto a los aumentos para los legisladores y hasta lo llamó “jamoncito”, mostrando cierto paternalismo sobre el presidente.
Sin embargo, las declaraciones sobre las Fuerzas Armadas encontró respuesta en la ministra Bullrich.
“Es un debate que estoy totalmente dispuesta a darlo con la vicepresidenta: en este momento, si vamos a tomar esa parte de la historia, o si vamos a dar vuelta esa parte de la historia y vamos a analizar el futuro de estas Fuerzas Armadas”, respondió hoy Bullrich.
Durante una entrevista con el periodista Eduardo Feinmann en Radio Mitre, afirmó que hay que decidir “si el hecho de haber participado en esa parte de la historia (por la dictadura) hace que ahora queden paralizadas”, y si bien dijo que entiende “la preocupación” de la vicepresidenta, aseguró que “el país tiene que poder salir de sus heridas y avanzar hacia el futuro”.
“Las FFAA hoy son parte de la democracia. Además, lo que se está discutiendo respecto al pasado no es solo haber participado del combate del terrorismo, sino cuáles fueron los métodos que el Estado usó para combatir el terrorismo. Los militares le tiene miedo a esa etapa, pero hay que superar los miedos que en la Argentina hemos tenido, como estamos superando los miedos en todos los campos. Estamos superando los miedos para ir con leyes más duras contra la inseguridad, tenemos que superar los miedos que han tenido las FFAA”, planteó.
Qué propone el gobierno sobre el nuevo uso de las FFAA
El gobierno de Javier Milei enviará al Congreso de la Nación una lista de modificaciones de la Ley de Seguridad Interior, que desde el retorno de la democracia impide que las Fuerzas Armadas participen del control y operativos de seguridad al interior del país, delegándolas exclusivamente para tareas de Defensa.
Lo que se sabe hasta ahora es que el proyecto tiene previsto dos cambios posibles para la intervención de las FFAA en cuestiones de seguridad interior. El primero está contemplado en el artículo 27 y establece “las acciones de apoyo a las Fuerzas de Seguridad a requerimiento del Comité de Crisis”.
Pero el gobierno –en especial la ministra Bullrich- quiere que las Fuerzas Armadas puedan pasar a la acción del control de las ciudadanía, a partir de una modificación clave: decretar que puedan combatir a un nuevo enemigo llamado “terrorismo”.
En principio serviría para poder tomar posición contra el narcotráfico, por ejemplo. Pero hasta ahora en nuestro país la figura de terrorismo se ha utilizado incluso en contra de protestas sociales y supuestos ataques a manos de mapuches, en el sur.
Lo que abriría un escenario realmente complejo en relación con los derechos humanos y la calidad democrática en nuestro país.