El conflicto por el ajuste presupuestario en las universidades públicas, volverá a encenderse esta semana, luego de que se confirme un paro de 72 hs en todas las casas de estudios del país, al tiempo que no se descartar un cese de actividades progresivo para la semana que viene, si no hay una respuesta favorable por parte del gobierno.
Tal como se había denunciado al comienzo de este año, la situación económica de las universidades es crítica, al borde incluso de tener que pensar en dejar de funcionar normalmente. Los datos precisos muestran que entre enero y julio de este año, las universidades públicas recibieron un 31% menos de presupuesto, respecto al año pasado.
En otros cálculos, desde que Javier Milei es presidente, las universidades se ubicaron 123 puntos por debajo del incremento de la inflación en el primer semestre, así como por otro lado se confirma que actualmente el presupuesto destinado para las casas de estudios universitarios no llega al 0,24% del PBI.
Por otro lado, el conflicto recala en la situación salarial de los docentes, no docentes y auxiliares. Entre noviembre del año pasado y julio del corriente, el salario del personal universitario cayó 45 puntos, lo que generó que muchos docentes se encuentren por debajo de la línea de la pobreza, según datos oficiales.
“Nunca en los 40 años de democracia las condiciones fueron tan desfavorables. Y esta situación, que afecta a millones de trabajadores de la educación en todo el país, pone en grave riesgo la sostenibilidad de la universidad pública y su capacidad para cumplir con excelencia su misión”, manifestó en un comunicado del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), quienes alertaron que “la situación salarial en el sistema universitario es extremadamente crítica”.
Este dato viene a desmentir lo que hace pocos días atrás, el ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Petovello, informó respecto al aumento de salarios docentes.
Desde esa cartera -que tiene entre sus varias funciones, la educación pública- había dicho que el gobierno de Milei había “aumentado un 71% el presupuesto docente de diciembre a julio”. El comunicado fue desmentido y rechazado por varios gremios de docentes universitarios, así como también por Consejos Superiores de Universidades y el Consejo Interuniversitario Argentino, quienes aseguraron que en realidad el Poder Ejecutivo sólo había ofrecido una suba salarial del 3% en agosto y del 2% en septiembre, cuando el reclamo exigía al menos 40% de incremento.
“Del mismo modo que no hay universidad sin recursos para enfrentar erogaciones básicas para su funcionamiento, mucho menos la hay si docentes y no docentes no perciben un salario digno acorde a su responsabilidad, ni más ni menos que garantizar las condiciones para que futuros profesionales del país se formen con excelencia en las más distintas disciplinas”, señaló el comunicado del Consejo Interuniversitario. En cuanto a los números, se detalló que “es cierta la afirmación del Ministerio de Capital Humano respecto al incremento salarial del 71 por ciento otorgado de diciembre a julio. Lo que no dice es que, en el mismo período de tiempo, la inflación fue superior al 120 por ciento, por lo que, entre noviembre de 2023 y julio de 2024, el salario del personal universitario registró una caída del 45 por ciento en términos reales, ubicando a numerosos trabajadores, especialmente en los tramos iniciales, por debajo de la línea de pobreza, situación que afecta a alrededor del 50 por ciento del total del personal”, denunciaron en un comunicado.
A este escenario se suma la situación de la docencia de los colegios preuniversitario que sufren un impacto adicional producto de la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), “esto agudiza gravemente la crisis que atraviesan las obras sociales universitarias, que deben enfrentar cuantiosas erogaciones por el excesivo incremento de costos, pero no perciben ingresos que permitan recomponer el desfasaje producido”, agregaron.