En el país, el 52,9% de la población es pobre. Es decir, más de la mitad de la población total. Son números, pero detrás de esa estadística, hay historias de familias ajustadas, de angustia por no llegar a fin de mes, de noches sin cenar.
Como si fuera poco, según los datos oficiales de INDEC, el 18,1% de la población es indigente, es decir, que casi no tiene para comer.
Vale aclarar que a finales del año pasado, el número de pobreza era de 41,7 % y del 40,1% en enero-junio del 2023. Por lo que en los primeros seis meses de gobierno de Javier Milei, la pobreza aumentó 11 puntos.
Por su parte, a fines del 2023 la indigencia era del 11,9%, y entre enero y junio del 2023 se ubicaba en 9,3%
En números finos, los nuevos datos del INDEC sostienen que del total de más de 45 millones de argentinos y argentinas, 24,3 millones son pobres, y entre ellas,8,3 millones no tienen el dinero mínimo para comprar la comida que les garantice la subsistencia.
Por último, hay otro dato que conmueve y debería encender todas las alarmas en la política argentina: el 66% de los menores de edad se encuentran en situación de pobreza, siendo la franja que va de 12 a 17, la más afectada.