La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) integra a todos los países de esa región, se trata de un mecanismo de relaciones económicas, políticas y socioculturales. El bloque en conjunto se encuentra entre las cinco economías más importantes del planeta.
En este contexto complejo, ASEAN tampoco escapa a las medidas contra Rusia por el conflicto bélico en Ucrania. A la hora de votar en el Consejo de Seguridad de la ONU, hubo disparidades entre los países del sudeste asiático: Laos y Vietnam, por ejemplo, se abstuvieron mientras que el resto de los países del bloque votó a favor de sancionar a la Federación Rusa.
AGENCIA RED GLOBAL dialogó con Diego Riddick sobre este escenario actual del sudeste asiático. El investigador del Centro de Estudios del Sudeste Asiático del IRI-UNLP, destacó que Singapur ha sido “el único Estado que ha reprochado el accionar ruso” y que “varios países han emitido declaraciones condenando la agresión, pero sin señalar puntualmente a Rusia o bien han evitado hacer comentarios”.
Por otro lado, Riddick detalla el caso de Filipinas, un país que pasó de declarar que se mantendría neutral frente al conflicto a desaprobar las agresiones, evitando asociar a la Federación Rusa —en línea con lo hecho por Indonesia y Brunei—. En este sentido, estos hechos exponen a Rodrigo Duterte, presidente filipino, quien desde que asumió la presidencia orientó la política exterior a desarrollar lazos con socios no tradicionales: China y Rusia. Si bien las relaciones con Moscú han mejorado, “no han ocupado el mismo interés que el diálogo con Beijing”, detalla Riddick.
El investigador del IRI-UNLP destaca que es importante señalar que la Federación Rusa tiene Acuerdos de Libre Comercio con Singapur y Vietnam. Tailandia e Indonesia a su vez habrían buscado avanzar sobre nuevos acuerdos bilaterales en el marco de la última Cumbre Rusia – ASEAN, en noviembre pasado. El equipamiento militar ruso es estratégico para países como Camboya y Vietnam. Puntualmente para Hanói es el contrapeso fundamental, mientras sigue atento a los movimientos en las zonas marítimas en disputa con Beijing. “En este contexto parece poco probable que ASEAN adopte una postura más consistente en referencia a un escenario estratégicamente tan alejado como Ucrania”, sostiene Riddick.
Si bien existe cierto acuerdo como bloque de ASEAN, hay temas que generan cierta complejidad entre sus países miembros, algunos más cercanos que otros: la guerra en Ucrania, las disputas territoriales con China o los mecanismos de seguridad de la región del Indo-pacífico.
ASEAN y la seguridad en el Pacífico
En estas últimas semanas quien ha tomado un rol mucho más presente en el Sudeste Asiático es Japón, su primer ministro es Fumio Kishida, visitó Filipinas y actualmente se encuentra en una gira de ocho días donde visitará otros países de ASEAN. Junto a China, Rusia y Estados Unidos, Japón es uno de los principales socios del bloque asiático comercial y en materia de seguridad.
En particular, desde el cambio del gobierno japonés, se ve una política más interesada en contener a China, en línea con el gobierno estadounidense. Japón forma parte del QUAD —al igual que Estados Unidos, Australia e India— y además es el país con mayor cantidad de bases militares estadounidenses en su territorio y alberga alrededor de 57 mil soldados norteamericanos, según datos del portal El Orden Mundial.
Hace dos semanas, el primer ministro japonés, visitó Filipinas con la idea de conversar sobre la defensa en el Pacífico, ya que son dos países aliados en materia de seguridad y existe una cooperación fuerte en materia de defensa. Según Diego Riddick, ambos países mantienen disputas territoriales con China por las Islas Spratly y las Senkaku-Diaoyu, respectivamente, al tiempo que en los últimos años han llevado a cabo ejercicios navales conjuntos y un ejercicio aéreo en el 2021.
El recambio ministerial en Japón lo encuentra determinado a una política exterior mucho más asertiva hacia el gigante asiático, mientras que Filipinas opta por un enfoque más equilibrado que parece haber desarrollado la administración del Presidente Rodrigo Duterte, tomando distancia de su pretensión inicial de alineamiento con el gobierno de Xi Jinping.
Aunque Filipinas demuestra diferencias en materia de seguridad y parece un Estado más alineado a Japón y Estados Unidos, también es parte importante de ASEAN y actúa dentro de un bloque. En este espacio regional tanto China como EE.UU se encuentran entre los principales socios comerciales. En enero entró en vigor la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el mayor acuerdo de cooperación económica del mundo. Son varios de estos países los que, paradójicamente, también han llevado adelante el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico.
Este acuerdo suplanta al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, pensado originalmente por EE.UU como una alternativa al RCEP, pero abandonado en 2017 durante la presidencia de Donald Trump, explica Riddick.
Los países del sudeste asiático “están dispuestos a utilizar diversas herramientas para mejorar sus canales de cooperación e intercambio”, añade Riddick, aceptando a su vez compromisos en materia de defensa, una región que no parece dispuesta a inclinarse completamente en favor de uno u otro bando.