Con un nivel de inflación preocupante, que ya acumuló un 23% en el primer cuatrimestre y está a punto de superar los 60 puntos interanuales, el presidente Alberto Fernández consideró que es urgente “hacer algo” para que los precios internos se desacoplen de los precios internacionales.
El mandatario expuso que gran parte del problema de la escalada de precios se debe a un fenómeno internacional, en mayor medida provocada por el efecto guerra de Ucrania.
En ese sentido, el presidente dejó la puerta abierta a más retenciones, aunque le pidió al Congreso acompañar una medida que siempre trae medidas de fuerza por parte de los grandes agroexportadores.
“Se debe hacer algo para que los precios internos se desacoplen de los precios internacionales”, dijo Alberto Fernández en diálogo con Radio con Vos, pero aseguró que las retenciones “son un tema legislativo”, y por eso le pidió que el Congreso que “entienda la problemática y acompañe llegado el caso”, asegurando que “siempre la gente del campo interpreta que es una medida en contra de ellos”.
Es que según el presidente, el gobierno se encuentra en una verdadera pelea contra la inflación y para que los efectos económicos de la guerra en Ucrania “no afecten negativamente a los argentinos”. Por eso anticipó que señaló contempla todos los caminos “para buscar mecanismos para que, internamente, no suban los precios como suben los precios internacionales”.
Párrafo aparte, el primer mandatario tendrá un encuentro este viernes con la UOCRA en la localidad de Esteban Echeverría, en donde algunos analistas consideran que podría tratarse de un acto con sintonía electoral.
Pero las declaraciones del presidente no generan tranquilidad puertas adentro del Frente de Todos. El sector que lidera Cristina Fernández de Kirchner exige medidas todavía más contundentes para frenar una escalada de precios exorbitante, que amenaza con acorralar al país en su inflación más alta después de la hiperinflación de los 80´.
En efecto, gran parte del oficialismo se encuentra incómodo con las medidas que toma el presidente en ese sentido y lo señala al ministro de Economía, Martín Guzmán, como uno de los “funcionarios que no funcionan”.
El hilo que une dos sectores del FdT
Al respecto, Guzmán no es sólo señalado por mostrarse en los hechos como un “ministro de la deuda”, sino por haber planteado medidas que todavía no se llevaron a cabo y que serían fundamentales para recuperar fondos frente a la crisis económica.
El pasado 18 de abril, una conferencia de prensa encabezada por el presidente y el ministro, plantearon la creación de una “renta inesperada” que se trataba, en síntesis, de un impuesto único para aquellas empresas que hayan obtenido ganancias superiores a los mil millones en el último año.
“En las próximas semanas vamos a estar trabajando en la construcción de un mecanismo que nos permita capturar parte de la renta inesperada, producto del shock que implica la guerra”, manifestó en aquella oportunidad Guzmán. El anuncio cayó muy mal en el círculo rojo de los empresarios más poderosos del país y la propuesta quedó congelada hasta entonces.
El proyecto de ley nunca llegó al Congreso y el Poder Ejecutivo todavía no responde con exactitud a qué se debe esa demora. Este y el acompañamiento del proyecto de ley que plantea recuperar fondos para pagar la deuda del FMI a través de un impuesto a quienes hayan fugado bienes, son los dos temas que unen al albertismo y el cristinismo.
Pero, como se está viendo, uno de ellos no avanza y la tensión en el oficialismo, vuelve a crecer.
