En el marco de una tensión militar en gran parte del mundo -y en especial en Medio Oriente– el gobierno argentino solicitó el ingreso a la OTAN, la Organización del Atlántico del Norte, una alianza militar de occidente, particularmente hegemonizada por los Estados Unidos y Reino Unido.
Esta semana, el ministro de Defensa, Luis Petri, se reunió en el cuartel general de la OTAN en Bruselas, junto con el Secretario general Adjunto, Mircea Geoana.
“Por instrucción del Presidente, en la sede de la OTAN, reafirmamos nuestro compromiso con los países que abrazan la libertad y los valores de la democracia, frente a los autoritarismos y las autocracias a nivel mundial”, aseguró el ministro desde las redes sociales.
El gobierno argentino cree que ser socios globales de la OTAN “implica recibir un entrenamiento óptimo para nuestras Fuerzas Armadas”, así como “acceso a equipamiento e información, apoyo en ciberdefensa, cooperación para un diálogo estratégico de alto nivel sobre los acontecimientos mundiales y las prioridades de una Argentina integrada a las democracias liberales del mundo”.
Recientemente, Argentina incorporó 24 aviones militares F16 para nuestras Fuerzas Armadas, por un total de 600 millones de dólares, pese a que según algunas fuentes afirman que se trataría de flotas antiguas.
A todo esto se le suman las declaraciones del presidente Javier Milei, que en el marco de un conflicto cada vez más amplio en Medio Oriente luego del intercambio de ataques entre Irán e Israel, decidió apostar todo el apoyo al Estado sionista.
Si a todo esto, Argentina finalmente logra convertirse en un Estado miembro de la OTAN, su alianza con occidente -en especial con Estados Unidos y Gran Bretaña- tendrá un condicionamiento alarmante.
En el cuartel general de la @NATO, me reuní con @JavierColominaP, Secretario General Adjunto para Asuntos Públicos y Política de Seguridad. Le presenté las propuestas de Argentina para explorar temas de mutuo interés como lo son la seguridad marítima y reforzar el diálogo… pic.twitter.com/VCoaaRZjV4
— Luis Petri (@luispetri) April 18, 2024
La Organización de Atlántico del Norte nació en 1949, luego de la segunda guerra mundial y con el principal objetivo de detener el avance de la ex URSS. Posteriormente, con la hegemonía total de los Estados Unidos, buscó sembrar el poderío militar en zonas de conflicto.
Sus primeras intervenciones militares se dieron de forma brutal y le valieron denuncias por violaciones de los Derechos Humanos, como ocurrió con el bombardeo en Yugoslavia, en 1999, asesinado a más de 5 mil personas y 462 soldados.
Más tarde, también se vinculó con la intervención de Afganistán, la segunda guerra de Irak y los conflictos en Medio Oriente, que también terminaron en bombardeos hacia la población civil.
Desde entonces, la OTAN ha crecido y actualmente cuenta con 30 miembros, 28 de Europa y 2 de América del Norte.