BiancaHace cuatro meses, una embarcación del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) partió a la zona del Agujero Azul, localizada a 500 km del Golfo San Jorge, en el marco de una campaña de investigación. Se trata de una zona de alta productividad biológica donde por día pescan ilegalmente cientos de buques extranjeros. El último monitoreo de GreenPeace sobre esta zona registró la presencia de al menos 470 flotas pesqueras operando sin control en dicha zona clave para el Mar Argentino. La misma, según funcionarios, podría ser un Área Marina Protegida (AMP) ubicándose como la cuarta del país. Regular la pesca industrial, preservar el patrimonio cultural, y tener un diagnóstico científico para la posterior implementación de políticas públicas son algunas de las acciones que impulsan la creación de las AMP.
Las actuales AMP están ubicadas al sur de la Argentina, cerca de Ushuaia, y luego de las 200 millas mar adentro . El AMP Namuncurá – Banco Burdwood I es la primera creada en el 2013. Le siguen Namuncurá – Banco Burdwood II y Yaganes creadas en el 2018, aunque para la promulgación de las últimas dos el panorama era diferente; en el 2014 se había creado el Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas (SNAMP), destinado a proteger y conservar espacios marinos representativos de hábitats y ecosistemas bajo un sistema de administración y gobernanza único e integrado.
La Directora Nacional de Áreas Marinas Protegidas de la Dirección de Parques Nacionales, Mercedes Santos, reconoce la creación del SNAMP como una gran acción. “Antes la Jefatura de Gabinete era quien tenía los fondos para impulsar campañas de investigación para Áreas Marinas Protegidas. Tanto eso como otras medidas de gestión de las distintas AMP ahora están centralizadas; eso simplifica procesos”
¿Para qué las Áreas Marinas protegidas?
“Las AMP permiten identificar áreas que son importantes para su conservación, por características y procesos ecológicos que hacen a un mar rico y sano, para luego poder desarrollar distintas acciones que permitan un desarrollo sostenible. Como por ejemplo las actividades de pesca”, dice Mercedes Santos en un diálogo con la Agencia Red Global.
En el sur del Atlántico, existe una gran fuente de Merluza Negra, un pescado de gran explotación comercial no solo para Argentina, sino para el mundo. “En ese sentido, uno de los grandes objetivos es regular esta actividad para que se haga una pesca sostenible”, menciona Santos. Aunque agrega que no hay diferencias en la regulación de flotas nacionales e internacionales.
“Es la primera vez que en Argentina se va a hacer un Plan de Manejo Pesquero en un Área Marina Protegida de este tamaño (70 mil km2)”, admite la titular del Organismo descentralizado del Ministerio de Ambiente, adelantando que este instrumento se desarrolla desde la Dirección de Parques Nacionales para el área Namuncurá Burdwood I.
“Queremos que el proceso sea participativo, y también queremos utilizar los recursos con los que el Estado ya ha trabajado; con el aporte científico y de la industria. Tiene que haber un diálogo, sino no tiene sentido”, expresa Santos. Actores como investigadores, ONGs, el sector pesquero industrial, prefectura, INIDEP, CONICET, y otros organismos interesados en áreas marinas han sido parte del proceso.
En relación a actividades de explotación OffShore, “en ningún AMP está permitida dicha actividad”, sostiene la funcionaria. Sin embargo aclaró que las AMP “no son una herramienta dirigida en contra de una actividad, sino que se piensa en un conjunto de factores que se deben poner en la balanza”. Santos destaca que la propia esencia de estas áreas protegidas están en su enfoque ecosistémico no solo desde un punto de vista biológico sino también social.
Plataforma Continental Argentina
Los espacios marítimos argentinos establecen la soberanía para la exploración y explotación de sus recursos naturales que se encuentran en su lecho y subsuelo, específicamente en su Zona Económica Exclusiva. Esta se extiende más allá del mar territorial, desde las 12 millas marinas contadas desde las líneas de base hasta las 200 millas marinas.
En el 2016 Argentina obtuvo una gran victoria diplomática concretando un proyecto que se había gestado en el 2009; extender el límite del mar territorial. La Plataforma Continental Argentina que ponía su fin en las 200 millas, se extendió hasta las 350 millas, incorporándose 1.782.500 kilómetros cuadrados; cinco veces y media la provincia de Buenos Aires.
Quedaron exceptuadas las Zonas circundantes de las Islas Malvinas, Georgia y Sandwich del Sur, por conflicto internacional entre Argentina y el país usurpador. Esto ha permitido que el Gobierno Británico otorgue licencias de pesca y de explotación de hidrocarburos offshore en el Archipiélago del Atlántico Sur durante decenas de años. Tal es el caso del yacimiento hidrocarburífero Sea Lion en manos de la petrolera Rockhopper Exploration desde el 2013, con licencia hasta el 1 de noviembre de este año.
Sin participación social no hay ciencia que valga
“No se piensa en proteger una especie sino proteger a un área, donde convive un ecosistema más complejo. Para eso hay que conocerla y las campañas son instrumentos fundamentales ya que se trata de un reconocimiento y diagnóstico”, asegura la Directora de Áreas Marinas Protegidas.
“Namuncurá ya tiene 16 campañas de investigación encima, a diferencia de Yaganes que es una zona en la que se tiene menos información de base. Estamos queriendo conocer más el área, conocer qué es lo que hay y poder monitorearla a largo plazo”, asegura Santos.
Las campañas son generalmente anuales y en octubre será la primera del año para la conformación de un nuevo Plan de Gestión. “Se hacen en primavera porque en esa época se genera un boom de nutrientes en el mar”, adelantó la profesional sobre la campaña que embarcará entre 20 y 30 investigadores a bordo del Buque Austral. “Es el que tiene las características y equipos para ir a zonas de grandes profundidades y condiciones climáticas desfavorables”, sostiene Santos.
“Es fundamental el diálogo entre la gestión e investigación. Puede haber muchos intereses de investigación, y no necesariamente todos aportan a la gestión. Eso es lo que luego definirá la real implementación, el desafío más grande que tenemos”, mantiene Mercedes, quien destaca que los logros no solo son la creación de AMP sino su conectividad que permite “mantener una red representativa en el mar”, y su real implementación a través de regulaciones y leyes. “Estamos en ese proceso. Yo creo que de acá a 10 años vamos a tener un panorama mucho más claro”, aseguró.
Pampa Azul, una propuesta estatal para la ciudadanía
Pampa Azul es un programa interministerial que se dedica a la financiación, investigación, y gestión de políticas relacionadas al mar argentino. El programa que fue creado por el Gobierno Nacional en el 2015 tiene a la cabeza al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y articula con seis Ministerios más.
El coordinador del Consejo Asesor Científico del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Juan Sala, menciona la importancia de este programa en el desarrollo de las AMP. “A través de Pampa Azul se financiaron todas las campañas de investigación en Namuncurá, al mismo tiempo que fueron planificadas y gestionadas por este programa”. Además, destacó que es fundamental la participación del Ejecutivo, ya que dichas campañas “son tremendamente costosas”. Un día de buque cuesta aproximadamente 40 mil dólares y las campañas nunca tienen menos de 20 días”.
El programa ha realizado además dos campañas durante el 2021 a la zona del Agujero Azul, área que se incluye dentro de sus prioridades, y que “está por proponerse como un Área Marina Protegida”. Hay varios proyectos en andanzas”, adelanta Sala.
Además, dicho programa se encarga del equipo instrumental para los profesionales a bordo, el equipamiento de laboratorios y acondicionamiento de buques. “Las flotas de investigación estaban derrumbadas por el gobierno anterior y este año tuvimos que ponerlos a punto, lo que costó millones de pesos, como es el ejemplo del Buque Austral que va a salir en breve”, afirmó el integrante de Pampa Azul.
Por otro lado, este programa nacional promueve la formación e investigación en distintos niveles educativos; técnico, universitario y secundario, a través de formaciones, becas de investigación, y programas educativos incorporados a la currícula escolar. “Escuelas Azules” es una de estas iniciativas que pretende formar a estudiantes escolarizados en las problemáticas relacionadas al mar argentino. Recientemente ha cerrado la primera convocatoria para adherir a la propuesta en donde varias escuelas recibirán material educativo actualizado sobre la Plataforma Continental Argentina.
“Las áreas marinas contribuyen a un ecosistema marino sano; eso se tiene que hacer con la participación ciudadana y la industria trabajando de la mano. Porque nuestro mar repercute en la alimentación, en el turismo, recreación y transporte. También hay que tener registro del daño que le repercute el cambio climático, porque cuanto más sano esté el mar, mejor estará el ecosistema”, concluye la Directora de AMP.