El domingo 22 de octubre los argentinos y argentinas irán a las urnas para decidir quien será el próximo presidente del país. Si bien algunos análisis de estadísticas anticipan un escenario de balotaje que se definirá el próximo 19 de noviembre, es posible advertir el rumbo económico y político que adoptará el gobierno en caso de que la elección se defina por uno u otro candidato.
El caso de Javier Milei es uno de los más llamativos. Si bien coincide con la postura planteada por Juntos por el Cambio, quienes plantean un estrechamiento de las relaciones con Estados Unidos en detrimento de los vínculos con economías como China y Rusia, lo cierto es que Milei entiende que de adoptar esa posición se debe ir a fondo.
Lo que el candidato de la Libertad Avanza supone una novedad. Según Milei, de asumir como presidente a partir del 10 de diciembre de 2023, una de sus principales medidas sería romper relaciones con países cuyos gobiernos no están alineados ideológicamente. Es el caso puntual de China y Brasil, dos gigantes comerciales a nivel global y regional respectivamente, quienes además se ubican como el segundo y primer socio comercial del país respectivamente.
Brasil, socio estratégico
Las relaciones diplomáticas y comerciales entre Argentina y Brasil son de vital importancia para ambas naciones, y su estrecha colaboración tiene un impacto significativo en la región y en el escenario internacional.
Argentina y Brasil son dos de las economías más grandes de América del Sur. Su asociación estratégica ha dado lugar a la creación del Mercosur, un bloque comercial que promueve la integración económica y la cooperación política, uno de los blancos de ataques favoritos de Milei.
Esta asociación estratégica permite a Argentina acceder a un mercado de más de 200 millones de consumidores y fortalece su posición en las negociaciones comerciales internacionales. De interrumpirse el vínculo bilateral, la situación traería graves problemas económicos para nuestro país en un escenario que ya es de crisis.
Sólo en 2021, Argentina exportó $11,2 miles de millones a Brasil. Entre los principales productos que el país exportó a Brasil fueron camiones de entrega ($2,39MM), Trigo ($1,45MM), y Coches ($1,41MM). Durante los últimos 26 años las exportaciones de Argentina a Brasil han tenido un incremento a una tasa anualizada de 2,33%, desde $6,16MM en 1995 a $11,2MM en 2021.
Ambos países tienen una relación comercial intensa, lo cual hace que la estabilidad de esta relación sea esencial para el crecimiento económico de Argentina, ya que Brasil es su principal socio comercial.
Brasil y Argentina colaboran en proyectos energéticos y de recursos naturales, lo que es fundamental para garantizar un suministro estable y asequible de energía y recursos básicos para ambas naciones. Se destacan fundamentalmente los recursos de gas natural, hidroelectricidad, biocombustibles y renovables con el objetivo de potenciar el crecimiento industrial y el abastecimiento de proyectos que beneficien a ambos países.
A su vez, la cooperación entre Argentina y Brasil en materia de política exterior es esencial para abordar cuestiones regionales y globales. Ambos países a menudo trabajan juntos en organizaciones internacionales y en la promoción de la paz y la seguridad en América del Sur. Fue a partir de la influencia de Brasil que fue aprobado el ingreso de Argentina al bloque BRICS y, con ello, al Banco de Desarrollo que impulsó el grupo y que preside hoy la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff.
Por otro lado, la relación entre Argentina y Brasil es un pilar clave para la estabilidad en América del Sur. Su colaboración contribuye a la resolución de conflictos, la promoción de valores democráticos y la seguridad en la región. Eso siempre y cuando exista un reconocimiento del gobierno vecino por parte de ambos países, situación que quedó en evidencia en 2019 con el golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia, momento en el que el gobierno de Jair Bolsonaro se negó a brindar apoyo para la salida del presidente depuesto de su país, donde corría peligro de vida.
Por otra parte, la inversión brasileña en Argentina es un componente importante para el desarrollo económico argentino debido a la generación de empleo y fomento del crecimiento económico. Las principales inversiones brasileñas en Argentina de los últimos años se concentran en torno a los sectores de recursos naturales y sus manufacturas, algunas industrias de contenido tecnológico medio y servicios de tipo variado.
Por todo esto, la propuesta de Milei de terminar el vínculo bilateral con Brasil por cuestiones ideológicas no sólo apunta contra la base estructural del desarrollo económico argentino, sino que generaría una crisis económica más profunda de la que se vive actualmente.