No pudo ser euforia. Ayer, en el bunker de La Libertad Avanza, los cantos fueron más medidos, la euforia casi no se podía distinguir en los cuerpos de los seguidores de Javier Milei y el discurso del propio candidato a presidente, se escuchó con preocupación o cansancio.
Pocos podían explicar que el candidato oficialista, Sergio Massa, pegara una remontada de más de 8 puntos desde las Primarias y se impusiera primero en las generales, sacándole más de seis puntos de diferencia a Milei, que luego de la gran sorpresa de agosto, se veía ganador en primera vuelta.
Sin perder tiempo, el economista libertario salió a tender redes y plantear alianzas desde el minuto cero. Sí, casi sin muchas metáforas, le guiñó el ojo a Patricia Bullrich, a Mauricio Macri y hasta algunos gobernadores de Juntos y del peronismo.
En política casi todo es válido y lo que intentó el candidato, no es reprochable teniendo en cuenta que en el balotaje, correrá con desventaja. Sin embargo, desde la tónica y el proceder de Milei, sonó a desesperación.
“Todos son bienvenidos; de un lado está el kirchnerismo y del otro estamos los que abrazamos las ideas de la libertad”, comenzó zanjando, Milei.
Fue cuando le mandó un saludo a Jorge Macri, quien también deberá competir un balotaje con Leandro Santoro en la ciudad de Buenos Aires.
“Durante todos estos meses, la campaña hizo que muchos de los que queremos un cambio nos viéramos enfrentados. Por eso hoy yo vengo a dar por terminado ese proceso de agresiones y de ataques. Estoy dispuesto a barajar y dar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo”, fue escalando Milei… hasta que no anduvo más con rodeos.
Minutos después aseguró que tiene “buen diálogo” con el expresidente Macri y tendió puentes tanto para el ala más dura del macrismo, como otros sectores dentro de Juntos (e incluso del peronismo que no está con Unión por la Patria).
“Más allá de nuestras diferencias, lo que tenemos que tener en frente es una organización criminal”, manifestó Milei, que ya no cree que Patricia Bullrich sea una “montonera pone bombas en los jardines de infantes” o que Juntos aglutine a “viejos meados”.
La exacerbación del economista bajó un mil por ciento. Su rebeldía, otro mil por ciento. Y habría que preguntarse si todo eso no hará también, que sus seguidores empiecen a desconfiar.
“El kirchnerismo es lo peor que le ha pasado a la Argentina”, gritó y después siguió: “Si todos los que queremos un cambio no trabajamos juntos, nos vamos a quedar sin país”.
“O cambiamos o nos hundimos”, cerró, con poca mística.
De acá al 19 de noviembre se verán muchas señales en torno a si La Libertad Avanza puede cerrar acuerdos con otros sectores políticos. Como ya se descontaba, el principal aliado sería Macri. De esta forma, Milei podrá contar con chances de ganar en el balotaje, pero desde ahora ya no podrá repetir que él no forma parte de la tan mencionada “casta”.