Luego de la fallida sesión en Diputados que buscaba aprobar los artículos más polémicos de la Ley ómnibus, la ministra de Seguridad –Patricia Bullrich– castigó con dureza a los gobernadores que habían pactado con el oficialismo y que posteriormente, le habrían soltado la mano en la votación.
Los acusó de traidores y puntualmente con el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, aseguró que se trata de un “enemigo”.
“Llaryora no es un enemigo, es una persona que se comprometió a votar determinados cambios y no los votó”, manifestó Bullrich, sorprendiendo en el canal LN+.
A su vez, la exministra de Macri dejó otra frase para el recuerdo: aseguró que el gobierno necesita “avanzar territorialmente” contra espacios que están en contra del oficialismo.
“Es necesario avanzar territorialmente sobre todos aquellos espacios que están dominados por gente que no sólo es contraria, sino que desde las mismas instituciones hablan contra el Gobierno e intentan destruir“, dijo.
En ese sentido, Bullrich confirmó lo que a las claras ya se estaba dando: un co-gobierno entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO de Mauricio Macri.
“Se viene un nuevo rediseño político, lo que se viene es una coalición entre el PRO y LLA. La idea es la que tiene que regir y no las estructuras políticas. Estamos caminando juntos“, planteó.