Si hay algo que en las últimas elecciones ha fallado sistemáticamente, son las encuestas. Sin embargo, la cultura política argentina se sigue aferrando a una herramienta que -más allá de ser incierta- construye un escenario para intentar adelantarse a los hechos.
Más allá de esto, los últimos informes de las principales encuestadoras marcan algunas coincidencias, lo que podría ser una señal de acierto. En primer lugar, ya es tema hablado la posibilidad de que Javier Milei baje estrepitosamente su capacidad de voto para las PASO. No como minimizar la porción del electorado que tendrá en su bolsillo, si no para considerar que si Milei baja, habrá otros candidatos que crecerán. O tal vez “otras”.
Es la segunda coincidencia de las encuestas en las últimas semanas: Patricia Bullrich, la candidata que le disputará la interna a Horacio Rodríguez Larreta, parece estar en su momento de alza de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Nadie puede afirmar que los votos “fugados” de Milei van directamente a sus filas, pero todo indica que por el perfil que representa la exministra de Seguridad de Macri, muchos de los que se sintieron decepcionados en algún punto por el economista, terminarán refugiándose en las filas de Bullrich.
Según la última encuesta de Giacobbe y Asociados, la expresidenta del PRO le ganaría con comodidad a Larreta en la interna de Juntos con un sorprendente 25,7% a 7,5%. De esta forma, Juntos por el Cambio sostendría un 33,2% total de los votos para octubre.
Si este panorama se sostiene, no resulta difícil imaginarse que los empresarios y sectores de poder que estuvieron coqueteando con Javier Milei, volteen hacia Bullrich y la levanten como la candidata del cambio abrupto y veloz que propone la exfuncionaria macrista.
¿Escenario de tercios?
El análisis también considera que el principal candidato del oficialismo, Sergio Massa, tendría más chances de ganar en octubre o en un hipotético balotaje, si enfrenta a Patricia Bullrich. Esto se debe a que solo en un escenario bien polarizado, las diferencias que marcarían Massa y Bullrich terminarían beneficiando al actual ministro de Economía. Pero lo cierto es que el riesgo es muy alto.
La posible victoria de una candidata de ultraderecha como lo es la exministra de Seguridad, representaría un verdadero costo para un sinfín de derechos garantizados por el Estado, así como la evidente criminalización de la protesta que se desataría en las calles. Una de las principales banderas políticas que levanta Bullrich.
En ese sentido, vale aclarar, la encuesta también abre un panorama interesante o llamativo en las filas de Unión por la Patria. En las PASO, Massa cosecharía un 18,9%, pero Juan Grabois obtendría un para nada despreciable 9,6%, cuando hasta ahora las principales encuestas lo daban cerca de seis puntos.
Sin dudas, los votos que se irán para Grabois buscan contener el sector más progresista o de izquierda dentro del oficialismo. Lo cierto es que, se cree, de 10 votos del líder social, al menos ocho irían para Massa en octubre.
En total, la lista oficial sumaría un 28,5% frente a los 33 puntos que sacaría Juntos.
Es decir, analizando de forma sencilla, en un escenario de tercios -como había anticipado Cristina Fernández– existía un piso de ventaja para el oficialismo, que de esta forma se impondría al menos en la primera vuelta. Pero con un tablero electoral en donde Milei se desinfla y Bullrich crece, las posibilidades de ganar en las PASO, se empiezan a acortar.
Esto, sin embargo, no representa una derrota asegurada en octubre, pero todo indica que la estrategia de alimentar a figuras como la exministra de Macri para polarizar en una segunda vuelta o balotaje, deberían ser revisadas.