“Cada uno hace lo que le parece. Esa es la libertad”. Palabras más, palabras menos, así justificó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la visita de seis diputados de la Libertad Avanza a Alfredo Astiz, uno de los genocidas más emblemáticos de la última dictadura militar.
Astiz fue dos veces condenado a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, entre los que se encuentran ser responsables de secuestros ilegales y clandestinos, diferentes tipos de torturas y desapariciones forzadas o asesinatos de cientos de personas.
En diálogo con Radio Rivadavia, la ministra aseguró que “son decisiones personales, no son decisiones orgánicas, y cada uno se tiene que hacer cargo de lo que hace; esa es la libertad”.
La ministra estaba apuntada porque se sospechaba que los seis diputados que visitaron a Astiz, hayan tenido el aval del jefe del Servicio Penitenciario, un hombre de Bullrich. Se tratan de los diputados nacionales Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo y Rocío Bonacci.
Además, Bullrich se quejó de la orden del juez Alejandro Slokar, quien solicitó detalles de la visita que encabezaron los legisladores nacionales.
“Cuando pedían ir a ver a Lázaro Báez o a (Julio) De Vido, condenados, no preguntaban por qué. Por qué un juez me pregunta a mí por qué entraron. Entraron a ver a cualquier persona que piden ir a ver a personas condenadas por asesinato”, intentó justificar.
Posteriormente, la ministra cerró su opinión asegurando que “si alguien considera” que puede visitar a un genocida en la cárcel, “lo puede ir a ver”.
“Estoy a cargo del sistema, no quiero evaluar a qué preso podés ir a ver o cuál no. Me parece que lo que estamos viviendo es una construcción de libertad, y si hay alguien que considera que tiene que ir a ver a un detenido porque ellos consideran que formó parte de un momento trágico de la Argentina, lo puede ir a ver”, cerró.