La semana pasada se dieron a conocer dos noticias vinculadas al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, ambas enlazadas con la red narco santafesina, el lavado de dinero y la venta ilegal de granos.
En primer lugar, el miércoles pasado salió a la luz un fallo judicial que tuvo lugar solo diez días después de la asunción del actual ministro de justicia. El Grupo Olio, comandado por Ariel Olio (antiguo cliente del ministro), recibió una buena noticia por parte del Juzgado Federal Nº3 rosarino: quedó absuelto y terminó pagando una multa de sólo de 4 millones de dólares por no liquidar unos 680 millones al Banco Central generados en 2019 a partir de la exportación de granos, cuando operó a fason, la planta de Vicentin.
En el expediente la defensa del Grupo Olio admitió que no liquidó ese monto que trabajó en el mercado de “contado con liquidación”. El ex abogado de la empresa exportadora, Cúneo Libarona, debió renunciar a su defensa el 11 de diciembre, por haberse incorporado al gabinete nacional. Sin embargo, apenas llegó al Gobierno, el delito pareció perder gravedad para la justicia y el juez Carlos Vera Barros condenó a la cerealera a la irrisoria multa y absolvió a Ariel Olio.
La segunda noticia está relacionada a la penetración del narcotráfico en el negocio cambiario. Durante muchos años gran parte de los dólares que ingresaban en las cuevas de cambio rosarinas llegaban de la mano de la venta ilegal de granos y la evasión impositiva (como vimos en la primera noticia). Pero en el último periodo este ingreso comenzó a tener un competidor: los dólares generados a partir del narcomenudeo. Las cuevas cambiarias pasaron a ser un lugar para “blanquear” rápidamente los ingresos de la narco estructura y pasarla rápidamente a pesos.
Esta penetración del crimen organizado en el negocio de compra y venta de dólares paralelos implicó que la justicia cambie su mirada sobre la investigación que debe llevarse a cabo para las cuevas cambiarias. Los delitos ya no son financieros, sino de complicidad con el narcotráfico. Esta situación le da más relevancia a la Unidad de Información Financiera (UIF) de Rosario. Cúneo Libarona eligió como jefe de esta unidad a Juan Lafontana, abogado de un colaborador de Armando Traferri
¿Quién es Traferri? un exlegislador santafesino (desafuerado) acusado de estar vinculado al juego clandestino.
El ministro compartió casos con el estudio de Lafontana. Defendió a Darío Scattaglini, otro exlegislador imputado por tráfico de influencias, socio de Traferri, sospechado en una causa penal de ser un eslabón de un grupo que desde el sistema político contribuyó a que una organización dedicada al juego clandestino pudiera obtener el manejo de máquinas online en salas habilitadas por la Lotería de Santa Fe.
A estas noticias se le suman las ya conocidas designaciones (a aprobar) de Santiago Viola, apoderado de La Libertad Avanza, como titular de la Auditoria General de la Nación y del juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema. Viola es conocido por haber sido el abogado de Lázaro Báez y acusado de meter testigos falsos en la causa del empresario. Lijo por su parte es un hombre fuerte de Comodoro Py, con todo lo que eso implica.
Del jet set al Ministerio
“El perfil de Cúneo Libarona es el de un abogado penalista, con un estudio de abogados muy exitoso desde los años 80 en adelante. Es una persona muy vinculada a Comodoro Py, al jet set de los 90, a la vinculación con empresarios, con funcionarios del menemismo también y un rol en la causa AMIA que lo catapulta”, describe para ARG MEDIOS la ex directora nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, Gabriela Carpineti.
El ministro participó del “Yomagate”, causa que involucró a Amira Yoma, cuñada del ex presidente Carlos Menem, en un entramado de tráfico de cocaína. La implicada fue sobreseída en 1994. También en el año 1996, Cúneo Libarona copó las pantallas de televisión en el famoso caso del jarrón de Guillermo Cóppola. El representante de Diego Maradona pasó 97 días detenido para luego ser sobreseído. Cúneo Libarona fue su abogado defensor y, años más tarde, se condenó a Hernán Bernasconi, el juez federal que ordenó la detención de Cóppola.
En el caso AMIA ejerció la defensa del ex comisario Juan José Ribelli, implicado en la causa. En esa ocasión, Cúneo Libarona pasó 32 días detenido por orden de Norberto Oyarbide por estar acusado de robar un video en el que se mostraba una conversación entre Juan José Galeano, primer juez del caso AMIA, y Carlos Telleldín, primer detenido del caso.
Dentro de los casos noventistas se suma la extraña muerte de su ex esposa, Lourdes Di Natale. Murió en marzo del 2003 al caer de un décimo piso en el patio interno del edificio en el que vivía. Había sido secretaria de Emir Yoma, a quien había denunciado como presunto participante de la organización que vendió ilegalmente armas argentinas a Croacia. Una fuente policial indicó que cerca del cuerpo de la mujer se encontró un cuchillo de cocina, de tipo Tramontina. Antes de su fallecimiento, Di Natale afirmó haber sido amenazada de muerte por lo que en su momento no descartó irse del país.
“Su estudio es el más importante de la Argentina en materia penal. Fue abogado del Grupo Eurnekián, del cual surgen muchos de los componentes del Gabinete de Milei”, agrega Carpineti. Allí se involucró fuertemente con funcionarios y empresarios. El actual ministro ejerció la defensa de la familia de Eduardo Eurnekian en numerosas ocasiones, defendiendo también a Eduardo Eurnekián (sobrino), Sergio Taselli y Alejandro Ivanissevich, grandes figuras del grupo empresarial.
Un tema bastante soterrado fue su supuesta defensa de Miguel “Mameluco” Villalba, un jefe narco del conurbano bonaerense. La denuncia sostenida por el periodista Carlos Pagni generó bastante revuelo y el ministro de Justicia tuvo que salir a negar que haya defendido a Villalba, que además de numerosas causas por narcotráfico en el conurbano está siendo juzgado por el crimen de Candela Sol Rodríguez en 2011.
“Me informan ahora que quien ejerció su defensa hace muchísimos años atrás (en legítimo ejercicio del derecho a contar con un abogado defensor) fue mi hermano Matías y somos independientes”, agregó Cúneo Libarona. El actual ministro de Justicia también habría intervenido en la defensa de Iván Villalba (hijo de “Mameluco”) en un juicio por narcotráfico en Paraná, según consta en los informes del sitio Fiscales.gob.ar de la Procuración Fiscal de la Nación.
Años antes, Cúneo Libarona fue abogado de Mario Segovia, conocido como “El Rey de la Efedrina”. En Rosario recuerdan que el ministro trabajó con el penalista rosarino Carlos Varela en la defensa de Segovia. Este abogado defendió a otros presuntos narcos famosos como el fallecido “Pimpi” Camino, ex jefe de la barra de Newell’s Old Boys.
“Dentro de todo la labor de Cuneo Libarona tiene rigurosidad jurídica. No dice barbaridades. Sí desde el punto de la política pública criminal y de acceso a la justicia, centra su mirada exclusivamente en las víctimas de delitos penales, más que nada víctimas de delitos contra la propiedad o muertes violentas. Y siempre desde una perspectiva de asistencia individual, dejando de lado el contexto social y económico que ocasiona la violencia y que también se debe abordar desde el Estado y reparar”, agrega Carpineti y entiende que el ministro “viene a hacer las reformas que ninguna fuerza hizo en 40 años de democracia, como modificaciones en el Código Procesal Penal Federal”.
En declaraciones recientes el ministro expuso su deseo que “la gente vea que tengamos una Justicia fantástica” y aseguró buscar una relación de respeto, cordialidad e independencia con la Corte Suprema. Cúneo Libarona también aseguró que buscarán agilizar los tiempos de la justicia, con audiencias conciliatorias express para juicios civiles y comerciales. También se refirió a la implementación plena en todo el territorio del país del Código Procesal Penal Federal -de corte acusatorio- y a la posibilidad de creación de cárceles de administración privada, tal como ocurre en México y Estados Unidos.