Un debate pendiente: cupo socio-ambiental en campaña

A un mes de las elecciones, ambientalistas, intelectuales y militantes proponen crear un cupo socio-ambiental para el debate de los y las precandidatas del país. La campaña coincide con el último informe del IPCC de la ONU, que lanzó un “código rojo” a todos los países por el aumento global de temperaturas.

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Por primera vez en la historia del país, la urgencia ambiental intenta colarse en los debates electorales. Un grupo de activistas advierte que “la clase política debe estar a la altura” para evitar que Argentina también sea parte del colapso ambiental, que cientos de científicos ya han señalado.

La iniciativa surgió de parte de las escritoras Claudia Aboaf, Gabriela Cabezón Cámara y Maristella Svampa, quienes anteriormente ya habían lanzado otro manifiesto. Aquella vez fue para intentar declarar al agua como un “sujeto de derechos”, ante el avance de la mercantilización y especulación financiera de este bien.

Sin embargo, la nueva campaña que encabezaron las escritoras se vio potenciada por el reciente informe que publicó el grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU. El reporte indica que, a este ritmo de producción y emisión de dióxido de carbono, la temperatura del mundo podría superar los 1,5º y de esta forma, quedar expuestos a innumerables peligros.

Al mismo tiempo, Argentina sufre cada vez más conflictos ambientales. Uno de ellos es el peligro que corren los humedales en todo el país —una de las principales reservas de agua dulce—, lo que determinó una histórica manifestación frente al Congreso por una “ley de Humedales”.

Otro de los puntos de debate es el posible acuerdo porcino entre nuestro país y China, lo que hasta ahora ha generado más confusión que certezas. Más allá del poco acceso a la información pública, ambientalistas y expertos coinciden que la instalación de al menos 25 granjas industriales, capaces de producir 900 toneladas por año, significaría “más deforestación” y la exposición a posibles enfermedades virales, como ya sucedió en países como China.

Por todo esto, la carta abierta firmada por más de 700 personalidades pide un “cupo socioambiental del 25% en los debates políticos” del país, para que de esta forma “una de cada cuatro preguntas de medios a candidatxs esté referida a la agenda de transición socioecológica”.

La misma también encontró el apoyo de organizaciones y personalidades como Jóvenes por el Clima, Pacto Ecosocial del Sur y Marina Aizen, de Periodistas por el Planeta. Además, la han firmado y apoyado intelectuales y militantes como Samanta Schweblin, Guillermo Martínez, María Sonia Cristoff, Carlos Gamerro, Gabriela Massuh, Alan Pauls, Selva Almada, Agustina Bazterrica, María Inés Krimer, Beatriz Sarlo, Rita Segato, Nora Cortiñas, Adolfo Pérez Esquivel, Graciela Borges, Laura Azcurra y Cristina Banegas.

“Tenemos la obligación de atender esta urgencia”

Pero, ¿la campaña logró conmover a los y las precandidatas de estas elecciones? Desde Mendoza, la provincia que tuvo una de las movilizaciones más multitudinarias de su historia para prohibir proyectos mineros, la precandidata a senadora nacional Anabel Fernández Sagasti cree que existe una obligación para que las clases políticas atiendan estos temas.

“Desde la dirigencia política tenemos la obligación de atender las problemáticas socio-ambientales que señalan con tanta vehemencia diversos sectores de la sociedad civil”, expresaron desde el entorno de la legisladora ante la consulta de ARGMedios.

“Ya no se trata de garantizar sólo el futuro de las nuevas generaciones, hoy debemos focalizar el debate en nuestro presente para pensar de qué manera vamos a transicionar hacia un modelo productivo de desarrollo que tenga como base la sustentabilidad ambiental”, agregaron.

A más de mil kilómetros de distancia de la tierra mendozina, el precandidato a diputado nacional por Juntos, Diego Santilli, dice algo similar.  “El cuidado del ambiente es un desafío que tenemos que encarar entre todos. Y que requiere, por un lado, del compromiso de los gobiernos por avanzar con políticas públicas que alienten el cambio. Y, también, del compromiso de cada uno de nosotros que podemos hacer la diferencia con las cosas más simples, como separar la basura o cuidar el consumo de electricidad y de agua que usamos en nuestra casa. El momento de actuar es ahora”.

“Existe una ventana de tiempo”

“Nuestra declaración coincidió con la presentación del IPCC, que es realmente preocupante y coloca un límite claro al planeta.  Sabemos que las consecuencias ambientales aumentarán, pero existe una ventana de tiempo para evitar el colapso. Esa estrecha ventana indica realizar cambios drásticos al modelo de producción”, expresó para ARGmedios la socióloga, escritora e investigadora, Maristella Svampa.

Para la co-autora del libro “El colapso ecológico ya llegó” (junto al abogado ambientalista Enrique Viale), en Argentina “se habla muy livianamente del cambio climático” y por eso cree fundamental exigir a los y las precandidatas de esta elección, “un piso mínimo de debate sobre tres puntos fundamentales”.

“En primer lugar, creemos que es necesario crear una agenda de protección de los bienes comunes. Como la ley de humedales, una ley que penalice los delitos ambientales y una ley que prohíba los agrotóxicos”, apunta Svampa.

“En segundo lugar, exigimos leyes de adaptación a la crisis climática. Que implique el acceso a servicios básicos. En esa línea ya tenemos la experiencia de la pandemia que golpea especialmente a sectores vulnerables”, considera la escritora, que agrega como tercer punto una “agenda de transición ecológica”, relacionada a la transición “energética y avance a energías limpias”.

Por su parte, otra de las impulsoras de la campaña para crear un cupo socio ambiental en las elecciones, Claudia Aboaf, considera que “hay que tomar la dimensión del desastre socioambiental” que existe en el mundo y en el país. “Ya no podemos poner parches menores y habrá que manejar la dureza de la información y las decisiones de quienes gestionan o se postulan a hacerlo son urgentes”, opinó para ARGmedios.

“Hay que correrse de la ingenuidad o del cinismo y de la falta de voluntad política de asumir su rol ante la emergencia climática.  El pedido de cupo socioambiental es para todxs, ya que los eventos extremos llaman a la puerta de cada unx en el mundo entero”, agrega.

Por último, Pia Marchegiani, Directora de Política Ambiental de Fundación, Ambiente y Recursos Naturales (FARN), sostuvo para este medio que “la crisis ecológica y climática demandan una respuesta política que aborde lo urgente, sin olvidar aquello importante vinculado a la transformación integral de nuestro sistema de producción y consumo para poder pensar en formas de vida y relacionamiento dentro de los límites planetarios”.

“Necesitamos que la política esté a la altura de los desafíos actuales y se involucre más temprano que tarde en debatir estos temas que no pueden ser pensados más independientemente del sistema económico y social. Al formar parte del debate electoral, la ciudadanía podrá comprender mejor los compromisos políticos de las distintas fuerzas políticas: con el tiempo, la vara irá en aumento y serán insuficientes meros slogans de campaña”, concluyó la ambientalista.