La Universidad de Buenos Aires (UBA), una de las universidades más prestigiosas de América Latina y también del mundo, se declaró en emergencia presupuestaria. Al igual que la mayoría de las casas de estudio del país, corren riesgo de tener que modificar abruptamente su funcionamiento o incluso pensar en parar, como ya lo han advertido algunos rectores debido al fuerte recorte.
Ayer, el Consejo Superior de la UBA declaró por unanimidad la emergencia presupuestaria y además acordó adherir a la marcha nacional federal universitaria que se está preparando para el próximo martes 23 de abril.
Tal como sucede con cada una de las universidades de nuestro país, actualmente se encuentran funcionando con el presupuesto prorrogado del 2023, ya que el gobierno de Javier Milei bloqueó nuevas partidas presupuestarias. Pero a esto hay que sumarle, que la inflación entre un año y otro ha llegado casi al 300%, por lo que las autoridades universitarias ya no saben cómo hacer para administrar los fondos.
En los considerandos de la resolución, el Consejo Superior manifestó: “En las condiciones actuales se encuentra seriamente afectada la posibilidad de mantener toda actividad tendiente a garantizar la calidad educativa, la continuidad de la investigación, de la extensión y la función asistencial”.
Además, desde la UBA consideraron que la educación pública universitaria “constituye un orgullo de la sociedad argentina que se basa en los pilares de laicidad, gratuidad, autonomía, inclusión social, enseñanza con la máxima calidad académica, desarrollo de la investigación y compromiso con el entorno social, requiriendo un financiamiento adecuado para el desarrollo de sus actividades”.
A la ya situación crítica de las universidades, en el caso de la UBA hay que sumarle otras funciones vitales que cumple como institución: la educación preuniversitaria, la investigación científica y la atención médica a más de medio millón de pacientes anuales en sus centros hospitalarios. Algo que, vale aclarar, tampoco han encontrado un salvataje para que funcionen normalmente.
En el comunicado que sacó ayer la UBA detallan que en términos reales, el recorte actual afecta prácticamente al 80% del presupuesto. “Es decir, por cada 10 pesos que contaba la UBA en marzo de 2023, hoy tiene 2”.