El G20 tampoco pudo escapar de la guerra Ucrania

Si bien la cumbre se realizó en Indonesia con la esperanza de hablar de la crisis alimentaria, la guerra en Ucrania terminó siendo el tema principal del evento. 

La agenda occidental volvió a copar la parada, mientras los países como Indonesia reclamaban medidas contra la emergencia alimentaria.

Durante esta semana se realizó la cumbre del G20 en Bali, Indonesia. En este encuentro se reúnen veinte países (Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía) y se incluye a la Unión Europea. 

Si bien este foro fue exclusivamente creado para hablar de economía mundial, los países occidentales presionaron para hablar de la guerra en Ucrania. 

Tal como sucedió en la COP 27, durante el G20 los países integrantes de la OTAN intentaron incluir al conflicto en Ucrania como un tema principal, los países asiáticos -incluido Indonesia- expresaron que su preocupación principal era la emergencia alimentaria. Aún así, no lograron colocar la agenda de los países en desarrollo y concluyeron en el comunicado final que condenaban la guerra, ya que era la causa de la crisis actual. 

Por su parte, el país anfitrión fue el encargado de abrir la Cumbre, que a toda costa intentó que las tensiones entre países no sean un problema. En el foro participó el Ministro de Relaciones Exteriores Ruso, Serguéi Lavrov, lo que generó cierta presión hacia el presidente indonesio, Joko Widodo, para que el funcionario ruso se fuera del evento. Lavrov terminó retirándose luego de la cena de gala sin presenciar la firma del comunicado final de los países. 

El ministro ruso buscó que los temas del G20 se centren en cuestiones globales como la seguridad alimentaria y la necesidad de mantener el comercio mundial de alimentos y fertilizantes y evitar restricciones. En este sentido, el gobierno ruso sostiene que la principal causa de esta crisis no se ha dado por la guerra en sí y que si bien algunos países lo olvidan, hubo años de pandemia de COVID-19 de los que aún el mundo no logra recuperarse. 

Finalmente en los primeros párrafos de la declaración conjunta se centraron en condenar la guerra en Ucrania y sobre todo, el papel de Rusia. Allí agregaron, además, que reconocían que “el G20 no es el foro para resolver problemas de seguridad”. “Reconocemos que los problemas de seguridad pueden tener consecuencias significativas para la economía global”, remarcaron.

“El uso o amenaza de uso de armas nucleares es inadmisible. La resolución pacífica de los conflictos, los esfuerzos para hacer frente a las crisis, así como la diplomacia y el diálogo, son vitales. La era de hoy no debe ser de guerra”, sostiene otro de los párrafos del comunicado.

Si bien la cumbre pareció ir en un sólo sentido, el que se destacó fue el presidente chino, Xi Jinping. No sólo por la cantidad de reuniones bilaterales que tuvo, sino por su discurso en la cumbre. Expresó que “trazar líneas ideológicas o promover políticas de grupo y confrontación de bloques solo dividirá al mundo sino que, obstaculizará el desarrollo global y el progreso humano” y añadió “nadie debería involucrarse en prácticas de empobrecer al vecino, construir un ‘pequeño patio con cercas altas’ o crear clubes cerrados y exclusivos”, en referencia a Estados Unidos y su estrategia de seguridad en el Pacífico. 

A pesar de las adversidades del encuentro, el que salió bastante fortalecido de la cumbre fue Joko Widodo quien agradeció a los presentes que brindaron “flexibilidad para que la declaración pueda ser acordada y ratificada, también a todos los grupos de trabajo y grupos de compromiso por su dedicación, pensamientos y contribuciones a la presidencia del G20 en Indonesia”, dijo en su cuenta de twitter.

 

Aún así, no todo fueron reuniones, discursos y declaraciones. La noche del 15 de noviembre la OTAN se reunió de emergencia en Bali, o por lo menos los países que estaban presentes y que forman parte del organismo de seguridad. 

El impacto del misil en el pueblo polaco generó alarma en todo el mundo

Un misil en Polonia

Durante un momento del encuentro del G20, el ambiente en los pasillos y las salas de conferencia de la Cumbre se podía cortar con un cuchillo: sucedió cuando se conoció la noticia de que un misil había impactado en un pueblo polaco en la frontera con Ucrania y dos personas fallecieron. Inmediatamente, el principal sospechoso del ataque fue Rusia. 

Recordemos que Polonia es un país miembro de la OTAN, por lo que en caso de que el ataque se haya perpetrado por las fuerzas armadas rusas, se podría dar lugar a los artículos 4 y 5 del tratado. 

El artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte establece que los aliados de la OTAN mantendrán consultas cuando una de las partes considere que su integridad territorial, independencia política o seguridad de los aliados se vea amenazada. Por otro lado, el artículo 5 expresa que en caso de un ataque armado contra uno o más países miembros, será considerado como un ataque dirigido contra toda la OTAN, por lo que se tomarán las medidas necesarias para la defensa “de él o los países involucrados”.

Muchos fueron los que se apresuraron en augurar una tercera guerra mundial, pero horas más tardes, una investigación estadounidense llegó a la conclusión que el misil no era ruso sino ucraniano y que todo parecía indicar que había sido un hecho accidental, por lo que se descartaban medidas. 

Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no estuvo de acuerdo con esa conclusión y además de pedir visitar el lugar y ser parte de la investigación, enfatizó que no tenía dudas de que no fue un misil de Ucrania. 

Por otro lado, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg sostuvo sobre el hecho que “no es culpa de Ucrania, ya que Rusia tiene la responsabilidad final mientras continúa su guerra ilegal contra Ucrania”. 

No hay artículo 5 para Ucrania aunque no forme parte de la OTAN, no hay espacios en las cumbres para discutir la agenda de los países más pobres. Los espacios multilaterales tampoco serían la respuesta para los problemas urgentes. La presidencia del G20 ya está en manos de la India ¿Se podrá imponer una agenda propia?