Aunque ese fue el título, se mentiría si se dijera que este martes 23 se marchó exclusivamente por la universidad pública. Así como tampoco fue una marca puramente protagonizada por estudiantes universitarios. La inmensa movilización -hasta ahora la más amplia en el gobierno de Javier Milei y una de las más grandes en los últimos años– reunió varios ítems de reclamos, pero apuntó ante todo a la defensa de la educación pública.
Detrás de esa bandera, rectores de universidades, centros de estudiantes, gremios, dirigentes sociales y políticos, referentes de Derechos Humanos y hasta actores y actrices, marcharon en una movilización que se calcula, podría haber llegado a las 800 mil personas.
La manifestación, sin embargo, se dio en todo el país, por lo que se podría estimar que ese número estuvo más bien cerca de un millón. Un millón de personas en defensa de la educación pública.
Pese a la enorme expresión en las calles, el gobierno siguió jugando a la confusión, reduciéndola a una “marcha política” y hasta difundiendo publicaciones agresivas por las redes sociales.
Es el caso del propio presidente Milei que primero posteó una imagen del caballo de Troya que adentro llevaba los escudos del Partido Justicialista, la UCR y la CGT y decía: “Detrás de esos estudiantes se esconde la vieja casta de siempre intentando volver a parasitar al país”.
Pero la histórica movilización, que recibió apoyos de sectores que actualmente se encuentran alineados con el gobierno, seguía preocupando a la Casa Rosada.
En ese sentido el presidente no tuvo mejor idea que volver a publicar algo de forma irónica, esta vez con un tono realmente agresivo: se trataba de del dibujo de un león (el cual lo representaba) tomando “lágrimas de zurdos”. “Quien quiera oír (ver) que oiga (vea)”, decía el post que publicó en instagram.
También fue el método que utilizó la vicepresidenta Victoria Villarruel para evadir la realidad, burlándose de la ex titular de Madres Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. “De lo que te perdiste, Hebe”, decía el tuit de Villarruel en un extracto del discurso de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Taty Almeda.
Pero más allá de las provocaciones, nadie puede dudar que el reclamo que reunió a casi un millón de personas marcó las aguas en el gobierno de Javier Milei. Es la primera vez -sin dudas- en donde el ajuste que encabeza la gestión libertaria encontró un límite. Una foto de unidad de amplios sectores a los cuales el Poder Ejecutivo debería evitar enfrentarlos.
Más aún si se considera que en pocas semanas se debería firmar el tan anunciado “Pacto de Mayo” entre el gobierno nacional y los gobernadores del país.
¿Podrá Milei llevarse un triunfo político si no da marcha atrás con el tremendo ajuste a las universidades? ¿Logrará algún consenso político teniendo en cuenta que la educación pública es un valor que parece, no va a poder ser negociable?