Ayer, los gobernadores peronistas se pronunciaron por primera vez en relación a las elecciones y exigieron un par de puntos: entre ellos, garantizar que el Frente de Todos juegue con un solo candidato unificado. Por otro lado, presionaron para que esa lista esté compuesta por mucha gente del interior, para federalizar la propuesta.
El hecho de que ninguno hablara puntualmente a favor de algún dirigente en especial del oficialismo, abrió un par de reflexiones:
-En primer lugar, el deseo de que no haya PASO para los gobernadores, es un mensaje claro para delimitar las candidaturas de menor llegada.
-Pero por otro lado, los mandatarios del interior no dejaron ninguna señal respecto a si ese candidato debe ser el ministro del Interior, Wado de Pedro o el ministro de Economía, Sergio Massa.
“Exigimos la construcción de una lista de unidad con integración de carácter federal”, es el punto uno de un comunicado que firmaron los 13 gobernadores peronistas. 2: “Proponemos elaborar participativamente una estrategia electoral superadora de la coyuntura y de carácter federal, convocando a otras fuerzas políticas” y 3: “conformamos una comisión de acción política que contribuya a la construcción de un Plan de Gobierno en el que prime el desarrollo y la inclusión social”.
La firman Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Mariano Arcioni (Chubut), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Sergio Uñac (San Juan), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
Lo cierto es que luego del regreso de Massa al país tras su exitosa gira en China, sus dirigentes comenzaron a tensionar con sectores del oficialismo. Y por primera vez se escuchó a alguien decir públicamente que el ministro de Hacienda tenía que ser un claro candidato.
Salió, por ejemplo, de la boca de la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau. Quien, días después, volvió a arrojar artillería pesada y le apuntó directamente a Scioli: “Massa está harto”, dijo, asegurando que mientras el ministro de Economía “sostiene la estabilidad del país”, otros “juegan a la interna con soldaditos de cartón”.
Una reunión con el presidente
Pero hay más datos para poner sobre la mesa: en todo este lapso, Massa guardó un hermetismo llamativo, faltó a la reunión con gobernadores y posterior a la declaración de los mandatarios respecto a que el peronismo debía limitar su interna, se dirigió directamente a hablar con el presidente Alberto Fernández, en la Casa Rosada.
Desde hace semanas, la relación entre el Jefe de Estado y Massa es distante y con algunos cortocircuitos. Hubo pases de facturas y gestos que enfriaron más la relación. Pero el ministro pasó de compartir un viaje con el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, para sentarse otra vez con Alberto.
El último dato para completar un cuadro que pondría al ministro de Economía como virtual competidor, es que este sábado 10 habrá un plenario de su espacio político, el Frente Renovador.
La posibilidad de que exista un operativo clamor por Massa llega, además, a días de que se cierren las alianzas políticas (14 de junio) y para que se terminen de inscribir todos y todas las candidatas para estas elecciones (24 de junio).
Sin embargo, hay un escollo que pone en dudas toda la teoría de que Massa finalmente pueda jugar. Algo que incluso él mismo no sabe cómo resolver: si finalmente el exintendente de Tigre decide candidatearse, deberá renunciar como ministro de Economía.
Eso, en medio de una situación económica realmente delicada, en donde cualquier movimiento podría ser el comienzo de una desestabilización todavía más grave para el país.