El partido del ex primer ministro asesinado, gana las elecciones en Japón

El asesinato de Abe Shinzo se convirtió en un antes y un despues para la política japonesa. 

Durante un acto de campaña el viernes pasado, Abe Shinzo fue asesinado con un arma casera por un hombre de 41 años

El Partido Liberal Democrático (PLD) al que pertenecía Abe ganó las elecciones parlamentarias del domingo 10 de julio. El PLD obtuvo 63 bancas, más de la mitad de las 125 que estaban en juego en los comicios. De esa manera, aumentó a 146 sus bancas en conjunto en el Parlamento, sobre un total de 248, por lo que conserva una marcada mayoría. Fueron los mejores resultados electorales del oficialismo desde 2013.

Esta victoria significa un voto de confianza para el actual primer ministro, Fumio Kishida, que con este impulso legislativo, podrá gobernar sin interrupción hasta los comicios pronosticados para 2025. Kishida buscará cambiar la “constitución de paz” de 1946, que prohíbe que Japón pueda aumentar sus capacidades militares, una causa que Abe dejó inconclusa y el actual primer ministro piensa hacer suya. 

¿Quién era Abe Shinzo?

Durante un acto de campaña el viernes pasado, Abe Shinzo fue asesinado con un arma casera por un hombre de 41 años que fue miembro de la marina japonesa. Abe fue uno de los políticos más importantes del pueblo japonés, líder del Partido Liberal Democrático y primer ministro de Japón de 2006 a 2007 y de 2012 a 2020. 

A pesar de ser uno de los políticos más importantes, Abe fue una figura contradictoria. Sobre esto ARG MEDIOS dialogó con Jonathan Emanuel Muñoz, Profesor superior en historia, doctorando en historia asiática y miembro fundador y académico de la Red de Investigadores de Manga y Anime. “Hablar de Shinzo Abe es hablar del político japonés más exitoso”, sostiene Muñoz. 

En la política japonesa los primeros ministros no suelen durar mucho en el cargo ya que la lucha hacia lo interno de los partidos —y en particular, del Partido Liberal Democrático— siempre han sido una verdadera “picadora de carne” de figuras políticas, dice Muñoz. Abe Shinzo logró construir un poder tan fuerte dentro su partido que le permitía gobernar sólo, equilibrando entre las facciones internas del PLD. 

El ex primer ministro Abe tuvo dos periodos: uno en 2006 donde era el primer ministro más joven de japón y fue derribado en menos de seis meses por una facción rival de su partido; y otro, desde 2009 en adelante donde fue construyendo poder gracias a las alianzas con varios sectores muy poderosos tanto en la prensa, en la opinión pública como en la política, explica el Profesor y doctorando, Jonathan Muñoz.

Por otro lado, el programa de gobierno de Abe Shinzo era apoyado por la organización ultraderechista Nippon Kaigi, quienes reivindican a Japón como potencia en el continente asiático y reflotan los sentimientos nacionalistas de la época imperial del siglo pasado. 

Muñoz destacó que la política de Abe en cuanto a derechos civiles de mujeres y disidencias fue ambivalente. Por un lado fue, impulsor de la integración de mujeres en el mundo laboral pero por otro lado, era un misógino ya que consideraba que las mujeres para realizarse deberían casarse y tener hijos. En este mismo sentido, tampoco apoyó la ley de matrimonio igualitario que se pudo adoptar recién luego de que Abe salió del gobierno. 


Esta victoria significa un voto de confianza para el actual primer ministro, Fumio Kishida

La relación histórica con Corea y China

Japón comparte historia con China y la península coreana, la diferencia radica en la parte que se cuenta en estas cuatro naciones sobre los conflictos bélicos del pasado. El sentimiento de fortaleza nacional japonés niega la versión de los crímenes de lesa humanidad cometidos por Japón, de los que el Estado nipón no pidió disculpas y  los que el ex primer ministro, Abe Shinzo también negó. 

El imperio japonés invadió durante 35 años la península coreana cuando no estaba dividida, violentó a la población, les prohibió hablar su idioma, entre otras atrocidades. Desde enero de 1992 se realizan en la capital surcocoreana, movilizaciones de mujeres para exigir un resarcimiento y justicia por las mal llamadas “mujeres de consuelo”, quienes eran esclavas sexuales del ejército imperial japonés. A estas mujeres se le suman familias inducidas a trabajos forzados y esclavitud, este año dichas manifestaciones cumplieron 30 años sin tener ninguna respuesta estatal por parte de Japón.

Una historia parecida sostienen con la República Popular de China. Durante la segunda guerra mundial, el ejército japonés invadió territorio chino y dio lugar a la segunda guerra sino-japonesa. En este marco, se da la Masacre de Nanking (1937), los japoneses durante un mes y medio, asesinan en masa a la población de dicha ciudad y cometen otros crímenes atroces de los que Japón aún no se arrepiente. 

Sobre esto, Jonathan Muñoz comenta que Abe siempre negó los crímenes de su país y cerró la puerta a sus ciudadanos para investigarlos, por eso, muchas carreras de humanidades y ciencias sociales se cerraron durante su gobierno. “A esto se le tiene que aparejar el conflicto geopolítico del mar de China y los intentos de Abe por dotar a Japón de un ejército para colaborar como aliado de Estados Unidos en sus guerras,  aunque el objetivo central, es participar en la contención del gigante asiático como potencia militar, política y económica en asia en nuestros tiempos”, agrega Muñoz. 

De Abe Shinzo se despidieron desde el presidente norteamericano, Joe Biden, hasta el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodriguez. Está claro que la figura del ex primer ministro japonés no es lo mismo para Estados Unidos que para China o las Coreas, y que a pesar de sostenerse mucho tiempo en el cargo la mayoría de sus proyectos políticos a largo plazo terminaron fracasando. Aún así,el futuro de la política japonesa va a estar marcado por la memoria de Abe y su legado.