Tres años después de la desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro, hay al menos cuatro oficiales de policías implicados en la causa, y pruebas contundentes que hablan de -al menos- algún tipo de participación policial en el hecho. Sin embargo, todavía no hay un solo detenido.
A lo largo de este duro tiempo, la madre de Facundo –Cristina Castro– y sus dos abogados, Leandro Aparicio y Luciano Peretto, han logrado poner sobre la mesa pruebas determinantes que apuntan directamente hacia el accionar de la policía bonaerense. El peso de la investigación hizo remover a dos juezas que llevaban la causa, así como a un fiscal.
La desaparición de Facundo ocurrió el 30 de abril del 2020, en plena pandemia de coronavirus. El joven de 22 años decidió salir de su casa, ubicada en Pedro Luro, para dirigirse a dedo hacia la casa de su expareja, quien vivía en Bahía Blanca. Facundo nunca llegó.
Todavía no hay un solo detenido por la muerte de Facundo.
En el camino, se pudo comprobar que fue detenido al menos dos veces por la policía de la provincia. Sus restos fueron encontrados 107 días después en una zona de cangrejal del canal Cola de Ballena, en Villarino Viejo.
En esa misma zona, un geolocalizador indicó que un móvil policial estuvo varios minutos parado en la zona donde fueron encontrados los restos de Facundo, 10 días después de su desaparición.
Vale aclarar que en ese mismo móvil policial se encontró un amuleto que llevaba el joven al momento de salir de su casa: se trataba de una piedra turmalina.
Pruebas a toneladas
“Qué madre quiere buscar a su hijo desaparecido, llevarlo en remeras, un mural, una plaza. Me queda pelear por justicia, me queda sólo luchar”, dijo Cristina Castro, mamá de Facundo Astudillo Castro luego de colocar en la plaza ubicada en el predio del ferrocarril el cartel con el nombre de su hijo.
Si bien los restos de Facundo pudieron ser sepultados y la familia le pudo dar el último adiós, la causa no está cerrada y todavía no se determinó quién o quiénes secuestraron al joven, quien terminó misteriosamente muerto en una zona que nadie decide transitar.
Además de la piedra turmalina encontrada en un móvil policial y el geolocalizador que apuntan contra la policía, en la causa existen otras pruebas fundamentales. Se sabe con exactitud cuándo Facundo fue detenido en Mayor Buratovich y Teniente Origone, otras dos localidades rumbo a Bahía Blanca, donde se supone debía llegar el joven.
Hay testigos que declararon haberlo visto ser detenido, así como confirman que lo vieron tirado al costado de la ruta. Precisamente en la dependencia policial de Origone, un allanamiento registró otra pertenencia de Facundo, que había intentado ser descartada en una especie de galpón.
Hay testigos que declararon haberlo visto ser detenido
Otra de las medidas que pide la querella es el informe del entrecruzamiento de llamadas entre al menos 60 teléfonos de uniformados en los días de la desaparición de Facundo Castro. Ese informe está a cargo de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico de la Investigación Penal (DATIP), pero aún no fue entregado a la justicia.
Vale aclarar que los abogados de la madre de Facundo sostienen que ya se pudo comprobar que los policías implicados en la causa, mintieron reiteradas veces al momento de haber sido interrogados por el paradero del joven. Algunos comenzaron diciendo que no lo habían visto y otros que sí. Pero finalmente todos se corrigieron, aceptando haber detenido a Facundo.
Para colmo, existen llamadas y mensajes de Whatsapp borrados, que complica aún más su situación. Lo llamativo es que ninguno de ellos se encuentra detenido.
“Hoy temprano alguien me dijo ‘el cielo llora quizás también pidiendo justicia’. Nunca más, nunca más, nunca más, esa frase que no supieron entender las fuerzas asesinas de un Estado ausente que no le importa la vida de los pibes”, escribió Cristina Castro, el pasado sábado, cuando se cumplieron tres años de la desaparición de su hijo.